Retomó Riera su banca y volvió con los tapones de punta. Dijo que Renolfito no tiene la capacidad ni para diferenciar un locote. Recordó que su sector político salvó al Presidente del juicio político pero que hasta ahora no vieron las famosas señales y, es más, Abdo prefiere negociar con los opositores antes que con sus aliados naturales.

El otro que volvió fue Payo. Vamos a ver con qué tilinguería nos aparece ahora, ya que aclaró que retoma su banca con las mismas intenciones que lo hizo el primer día que asumió; o sea, para el show.

La que entró en corto ayer fue la “miau florida”, cuando los periodistas le preguntaron si su partido familiar forma parte del actual gobierno. La esposa de filicóp­tero negó tal afirmación pero a renglón seguido cuestionó a quienes piden la renuncia de algunos ministros y para no perder la costumbre, culpó al cartismo de todos los males del Paraguay. ¿Ha upéi?

El miércoles arranca una huelga de hambre en Clínicas… los funcionarios del Registro Civil anuncian un paro, los docentes de la UNA siguen con las movilizaciones y ahora los guardiacárceles harán lo mismo. Todos piden más plata para nivelación salarial. ¿Y si los ciudadanos paramos para no pagar más impuestos?

Los policías retirados y familiares de los agentes que se vienen manifestando desde hace dos semanas anuncian que insistirán con su medida de fuerza hasta tanto se dé la destitución del ministro del Interior. Hasta aquí suena como un reclamo natural y legítimo. Pero la cosa se pone fea cuando señalan que van a instar a sus camara­das en servicio activo para que hagan brazos caídos. Aquí nos jodemos todos.

Si ahora nomás que en teoría la Policía nos protege se dan estos casos de robos, asaltos y violencia, no nos queremos imaginar cuando las fuerzas del orden estén relajadas. ¿Quién podrá defendernos?

No estaría mal que la Contraloría haga un examen de correspondencia sobre sus bienes de un reciente comandante del Ejército destituido de un alto cargo. Cuentan que por sus manos pasaron varias compras de equipos que se adquirieron inconsultamente y que ahora ya no sirven. O sea, compraron solo para favore­cer a algunas empresas amiga$.

Entre estos equipos se encuentran dos drones de alta tecnología que costaron millones, sin embargo, en la primera incursión fueron a aterrizar sobre unos galpones y ahora quedaron en desuso. Lindo fatillo de los muchachos.