Furiosos están los pobladores del barrio San Francisco con “Chuqui” Durand. Pasa que les prometieron asistencia así como estaba contemplado en el proyecto original, pero dejaron de darles pelota. Algunos dicen que como la obra fue uno de los emblemas del gobierno anterior, están haciendo el menor esfuerzo para acompañar. ¿Será?
Ni siquiera habilitaron el puesto de salud, tampoco buscaron opciones para habilitar un sistema de transporte público y mucho menos la generación de fuentes de trabajo. Ante tamaña desidia del Gobierno, algunos habitantes hasta están ofertando en alquiler sus viviendas. Una verdadera pena.
Para colmo, antes que plantear una solución al problema, “Chuqui” lanzó una amenaza a los pobladores del barrio. Dijo que si son descubiertos arrendando sus casas, nunca más recibirán asistencia del Estado. ¡El gobierno de la gente!
La Miau Florida, quien gua’u acompañó el juicio político al Presidente con su partido familiar, sigue ubicando a su gente en el Gobierno. Esta semana fue nombrado en un alto cargo en IPS un tal Velázquez, quien aportó 75 millones de guaraníes para la campaña del PDP en las últimas elecciones. Por visto, la consigna es recuperar la inversión. Claro, Filicóptero debe seguir viajando a fin de “capacitarse” para cuando llegue al poder. ¡Andáaaa!
Había sido que el enojo real de “Goli” fue contra el ex Tendota y de paso ligó el number one. El nieto de Stroessner estaba pendiente de un carguito que le había prometido su amigo presidente, pero le soplaron que Nicadrón operó en su contra. ¡Mirá vos!
El propio Marito se encargó en el programa de Mina de destrozar a su equipo encargado de manejar la comunicación gubernamental. Por dignidad, vergüenza o delicadeza, el “sobrinazo” Alecito Peralta Vierci debería mínimamente poner su cargo a disposición o mandarse a mudar. Ahh, perdón, hay sobradas razone$ para seguir soportando algunas humillaciones.
“Churro campaña” estuvo feliz ayer porque zafó de uno de los tantos líos pendientes que tiene con la Justicia. Vale aclarar que fue sobreseído por el hecho punible de usurpación de cargo público no porque se haya demostrado su inocencia, sino porque prescribió la causa. Todavía debe justificar por qué o a cambio de qué firmó un contrato por US$ 600 mil con una empresa italiana cuando fungía como ministro de “paladas iniciales”.