Renolfito sigue decidido a usurpar una banca que no le corresponde. Ayer declaró que no piensa renunciar, aunque aclaró que si hace falta, en su momento conversará al respecto con sus aliados.

¡Pero de caraduras estamos hablando!

El marido de Marly por lo visto cree que la tormenta política ya pasó.

Sigue coqueteando con su suerte sin importarle poner en riesgo la estabilidad del gobierno de su amigo.

La famosa unidad colo’o se selló para priorizar el país y reencauzar la economía. Los referentes de los dos movimientos más grandes de la ANR comprendieron esto.

El que no pilló el asunto aún es el number one, quien sigue flirteando con sectores que precisamente no fueron los que le tendieron una mano para su salvación. ¡Qué raro el muchacho!

Blasho al final tuvo la iniciativa de convocar a una cumbre de poderes y concertar con base en una agenda país.

El titular del Congreso, un viejo zorro de la política, olió el asunto para bajar la ansiedad ciudadana y propuso el encuentro al Presidente, quien le respondió con un “dale”.

Al final, los tan anunciados cambios de ministros no se darán aún porque se sigue ndajeko evaluando.

Hermano, vos mismo lanzaste la idea. ¿Y después?

Una guerrita de baja intensidad había sido se desató entre dos grupos empresariales que también son dueños de medios.

El primero estaba interesado en la compra de acciones de una entidad financiera y se enteró que su “amigo” accedió a información privilegiada por sus cercanías con el poder de turno.

Por esa razón, lanzó una mejor oferta y se quedó con parte de las acciones. ¡Bombazo!