Los mismos promotores de la operación mediática para liquidar al dos y así salvar al uno se vieron forzados a modificar el libreto ante la evidencia de los hechos. La única motivación que tenían era la supuesta afinidad del dos con el uno que se fue y aprovechar la coyuntura, sin importarles la verdad, solo el pase de factura. ¡Ayy, Acero, cómo se nota que no estás!
Primero pidieron el juicio político por alta traición a la patria, se sumó el movimiento no oficialista de la ANR y retrocedieron porque Llano era supuestamente un aliado. Entonces, se olvidaron de la traición, pero ahora piden de vuelta el juicio político porque el number one estaría atrapado en las redes del líder ex presidente. ¡Al final, todo bolaterapia había sido!
¿Será que algún buen samaritano se apiadará de los muchachis de la calle Yegros para ayudarles a encontrar la pelota extraviada? ¡Okañy hikuái!
El locutor histeriquito de las madrugadas cardinalicias anda más perdido que Papá Noel en Semana Santa y usando la red social del pajarito (tuiter) para lanzar cualquier disparate, como siempre. ¡Marche una camisa de fuerza por esos lares!
Van surgiendo nombres de supuestos reemplazantes para diferentes cargos en el Ejecutivo como, por ejemplo, Hacienda, Interior, etc. Para Hacienda hasta sonó el nombre del tal Amílcar, especialista en análisis a medida. ¡Pero de disparates estamos hablando!
Huguito, alias Ñoquis, el mismísimo ñembo constitucionalista, el que intentó ser senador y ni su familia le votó, anda lanzando sesudos análisis de coyuntura. En realidad, lo que pretende es ligar algún zoquetito y está tirando anzuelos por todos lados. Hasta jugó a ser periodista en una radio y lo rajaron por bajo rating. A lo mejor si sigue probando, hasta podría ser el sucesor de “Karai Pyhare”.
En plena crisis política, cuando el Gobierno se jugaba su permanencia, Pettita, uno de los ministros estrellas de Añetete, se pasaba jugando a las dinámicas grupales de integración inflando globitos con sus compañeros de trabajo. Mientras tanto, cientos de colegios siguen sin docentes y alumnos dando clases bajo los árboles. ¡Qué estrés!