El procurador Sergio Coscia se mostró sorprendido de que los prófugos Juan Arrom, Anuncio Martí y Víctor Colmán bloquearan el acceso a sus fichas, haciendo uso de su derecho de protección de sus datos ante la Interpol. La policía internacional argumentó que dicho levantamiento de acceso se debía a que seguía pendiente el juicio ante la Corte Interamericana de Derechos Humanos (Corte IDH), lo que permitió el bloqueo temporal de la difusión roja de la Interpol.
Sin embargo, cabe destacar que a los prófugos Arrom, Martí y Colmán se les canceló el estatus de refugiados en el Brasil el 23 de julio. El Supremo Tribunal Federal del Brasil debía haber dictado una orden de detención, pero llamativamente esto jamás sucedió. Pese a que incluso el presidente Jair Bolsonaro había prometido extraditar a los criminales. Coscia no explicó a qué se debió este revés, incluso dentro de un “supuesto” marco de “cooperación judicial” con el Brasil.
Por su parte, en su estrategia de fuga, los secuestradores cumplieron con el requisito de admisibilidad previsto en el reglamento interno de la Interpol, en su art. 5. Posteriormente, la Comisión de Control de Ficheros (CCF), órgano encargado de estudiar las impugnaciones, resolvió el bloqueo provisorio de las fichas de los prófugos. Esto no fue previsto por la Procuraduría General de la República del Paraguay, incluso ante la presunción de una fuga inminente.