El mandatario calificó su primer año como “difícil”, responsabilizando al clima, la coyuntura regional y la incertidumbre internacional.
El presidente de la República, Mario Abdo Benítez, en su primer informe de gestión ante el Congreso Nacional, optó por no hablar de las denuncias de corrupción que salpican a algunos miembros de su gabinete e incluso a su entorno político. Le faltó una mayor autocrítica ante las deficiencias de gestión en los ministerios y habló más bien de planes y proyectos que acciones concretas para enfrentar principalmente la desaceleración económica.
Abdo Benítez solo se limitó a informar a los legisladores sobre la Operación Brillante, que desarticuló un esquema de corrupción en el Detave que tumbó al general Ramón Benítez. “Acá se dio un golpe a la corrupción interna y se continuará en esa línea”, según indicó sin profundizar sobre el conflicto.
Desde el arranque de su administración se observaron numerosas denuncias de corrupción en su entorno y la existencia de pruebas contundentes, pero no tuvo el carácter ni la valentía para destituir a ninguno. Tampoco fue contundente contra legisladores y políticos de Añetete denunciados por hechos de corrupción. Uno de los casos conocidos es Petropar, donde Patricia Samudio violó la ley con el fin de beneficiar a una “empresa amiga”.
Están también las denuncias de lesión de confianza y supuesta estafa contra el ministro de Hacienda, Benigno López, durante su pasada gestión en el IPS, denuncias de nepotismo y nombramientos bajo la gestión de la ministra de Trabajo, Carla Bacigalupo, así como los hechos por todos conocidos de Miguel Cuevas y varios otros diputados.
A la “lista negra” se suma el senador Rodolfo Friedmann, quien fue denunciado por enriquecimiento ilícito, apropiación y lesión de confianza durante su desempeño como gobernador del Guairá.
Primer año “difícil”
Por otra parte, calificó su primer año de gobierno como “difícil” y evitó hacer un mea culpa ante los cuestionamientos constantes de la ciudadanía
sobre la falta de resultados “palpables”. En su alocución reconoció algunas falencias y prometió mejoras, pero responsabilizó directamente a “factores externos” como la crisis regional, el clima y la incertidumbre internacional entre Estados Unidos y China.
“Al asumir el poder tuvimos que enfrentar un año especialmente difícil por las inclemencias del tiempo que golpearon a lo largo y ancho el territorio y afectaron a miles de familias, a las plantaciones, actividades productivas y a la infraestructura”, sostuvo.
En el ámbito de la educación, Abdo Benítez indicó que existe una “enorme deficiencia” y argumentó que es necesaria una “cruzada de transformación educativa”. Sin embargo, no hizo referencia a que la crisis se debe en parte a la falta de docentes.
Sobre el área de la salud, se jactó de los futuros emprendimientos en obras hospitalarias ante una deficiencia en insumos y medicamentos. En cuanto
al área de seguridad, se dedicó a detallar los logros en el combate al crimen organizado, expresó su apoyo a los familiares y víctimas del grupo criminal Ejército del Pueblo Paraguayo (EPP), sin mencionar aciertos en el combate, logrando quebrarse durante el momento.
CENSURA, ABURRIMIENTO Y ALGO MÁS
Guardias agreden a periodistas. Los trabajadores de prensa fueron agredidos por los guardias del Congreso Nacional, quienes intentaron evitar el ingreso de los mismos a la rendición de cuentas del presidente Mario Abdo Benítez. El intento de censura no prosperó, pero la intención estuvo presente. Como excusa, alegaron la falta de espacio dentro de la Sala Bicameral. Sin embargo, el sector destinado a los periodistas estaba ocupado por varios hurreros.
Adelanto de informe con un “medio amigo”. El presidente Mario Abdo Benítez, al conceder el domingo a la noche una entrevista exclusiva a “un medio amigo”, desinfló las expectativas de la gente sobre el contenido de su informe. Legisladores, embajadores e invitados, que acudieron a presenciar su primer informe de gestión, por poco se durmieron en sus sillas. La lectura fue más que aburrida.
Falta de dinamismo. El sector comunicacional de la Presidencia se aplazó en su primer desafío: optó por un trabajo sencillo, sin grandes despliegues audiovisuales. La rendición de cuentas de Mario Abdo Benítez no tuvo el dinamismo esperado. El mandatario solo se dedicó a leer un informe resumido sobre su gestión por más de una hora, sin contar con elementos gráficos atractivos para “despertar” el interés de la audiencia.
Secretarios con aire de ministros. Los secretarios privados de Mario Abdo Benítez ocuparon los lugares destinados a los miembros del Gabinete. Entre los perjudicados estuvo el ministro de la Senad, Arnaldo Giuzzio, quien presenció el informe de gestión del colorado en un rincón del fondo de la Sala Bicameral del Congreso Nacional.
Empresarios hicieron el vacío. Los empresarios hicieron el vacío a Abdo Benítez durante su primer informe de gestión, a pesar de que el mismo se jacta de tener una buena relación con los mismos. También en la nómina de ausentes figuraron varios embajadores acreditados ante nuestro país. Solamente se pudieron visualizar los “rostros de siempre”, como los de los países del Mercosur y el del diplomático de EEUU Lee McClenny y del embajador de Gran Bretaña, Matthew Hedges.
“Pocos resultados”
“Muchos planes, muchos programas, pero aún pocos resultados. El desafío que afronta es invertir la relación entre resultados y planes”, dijo. Resaltó el hecho de dejar un mensaje claro de hacia dónde tiene que caminar el país”.
“Un informe lírico”
“El informe de gestión fue bastante lírico, los datos que presentó se descuelgan de la realidad cotidiana. No logra motorizar la sinergia en los ministerios para que los esfuerzos puedan sentirse”.
“Necesita resultados”
“Deja mucho que desear el tema de educación, tenemos que seguir trabajando”, sostuvo. Mientras que “en seguridad la gente necesita resultados”. Resaltó logros como “la victoria ante la Corte IDH”.
“Faltó autocrítica”
“En el informe podría haber sido más explícito, podría haber alguna autocrítica o haber reconocido falencias, porque pasamos una situación económica mala, emergencia sanitaria y seguridad pública”.
“Estamos en deuda”
“Se hizo mucho en poco tiempo”, indicó el ministro. Sobre su gestión, dijo que “estamos en deuda y por cuestiones presupuestarias no podemos avanzar”. Espera recuperar el presupuesto del 2014 para la Senad, de US$ 11 millones, sostuvo.
“Fue superficial”
“Se basó en proyectos mientras que las soluciones de fondo se dejaron de lado; no abordó muchos temas de fondo; fue de manera superficial como hasta asistencialista; dejó de lado la cultura, discapacidad, deportes y otros”, indicó.
“Se necesita más inversión”
“No se puede desconocer que no se puede pedir un sistema de salud con todas las prestaciones y todas las necesidades de insumos y medicamentos si no se hace una inversión. Nosotros estamos trabajando mucho”, precisó.
“Abdo no es un dictador”
“Tenemos que acostumbrarnos a liderazgos democráticos. El que golpea solamente la mano sobre el escritorio, el que arremete, grita e impone su voluntad, es el que quebranta la regla de la democracia”, dijo.
“Es pronto para un aplazo”
“Es muy pronto para decir que se aplazó, pero hay que analizar por qué estamos pasando muy mal. Hay colaboradores del Presidente que no se mueven, por eso la economía está como está. Necesitamos cambios”.
“No llenó expectativas”
“Ha sido un informe bastante prolongado, y no se basó en las expectativas y el reclamo de la gente. Hay muchos proyectos a desarrollar aún, ojalá que se ejecuten. Aquí hay que fortalecer las instituciones democráticas”.
“Faltó mayor explicación”
“Faltó explicación sobre la crisis económica que vive el país, él se refirió en parte, pero hay un punto que no habló; por qué tardó tanto su gobierno en tomar medidas cuando hay una crisis económica que hace mucho estamos sintiendo”.
“Gran déficit de gestión”
“Creo que hay un gran déficit de gestión, generalmente los primeros años del Poder Ejecutivo tienen que ser de alguna manera aprovechados para pasar varios proyectos de ley y tener un plan bien en concreto”, acotó.