Tras cumplir el acuerdo pactado de un cuarto intermedio que die­ron al Gobierno central para obtener respuestas a sus reclamos, campesinos del departamento de San Pedro procedieron ayer a bloquear completamente la Ruta 11 Juana María de Lara, espe­cíficamente en el cruce de los asentamientos de Agüerito y Táva Guarani, en el distrito de Santa Rosa del Aguaray. Escracharon a Mario Abdo Benítez y quemaron la ban­dera del Brasil en protesta contra la invasión de colo­nos del vecino país en la zona.

La molestia de los campesi­nos se debió a que no se cum­plió la promesa de que ayer martes estaría en el lugar de la movilización el ministro de Agricultura, Denis Lichi, entre otras autoridades para debatir sus reclamos.

Los lugareños se movilizan desde la semana pasada en la referida ruta para exigir al Gobierno varias reivindica­ciones como, por ejemplo, un precio justo de la mandioca. Además, denunciaron la caó­tica y crítica situación que viven los campesinos por la falta de un plan de parte del Gobierno para el desarrollo y fortalecimiento de la agri­cultura familiar campesina.

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Campesinos del Norte aguardaron en vano ayer al ministro Denis Lichi.

Desde el punto de vista de los manifestantes, existe una política entreguista del presidente de la República, Mario Abdo Benítez, hacia el gobierno de Jair Bolsonaro. En ese sentido, lo tildaron de vendepatria y en repudio a eso procedieron, en medio de la ruta, a quemar un muñeco (retrato del Presidente) y una bandera del Brasil, en presencia de todos los mani­festantes.

El polémico Elvio Benítez, quien estuvo en el lugar al frente del grupo, fiel a su estilo dijo que “hace poco, los bra­sileños que ocupan nuestra tierra, los grandes terrate­nientes, sojeros, hicieron una movilización y se burlaron de la bandera paraguaya, pusie­ron al revés, se fueron con su tractor en la ruta y final­mente fueron a atropellar el Congreso”.

Según Benítez, las autori­dades están ausentes y ni siquiera amonestaron a los colonos brasileños por ese comportamiento. Los cali­ficó de vendepatrias, por lo que advirtió que “no vamos a abandonar el campo” y que “resistiremos hasta las últi­mas consecuencias (a los bra­sileños)”.

Por otra parte, los organiza­dores de la medida de fuerza aseguraron que si no se tiene un resultado favorable a sus reclamos, la movilización se extenderá a nivel nacional.

Los puntos que concreta­mente piden son: mandioca a G 1.000 el kilo, educación para sus hijos y libertad para los compañeros que son con­siderados “presos políticos”.

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