- POR JORGE TORRES ROMERO
- Periodista
- Enviando especial a Brasil
El asesor de Comunicaciones del Ministerio Público de Curitiba aclaró a este enviado especial que ninguno de los investigadores del caso Lava Jato está autorizado a brindar declaraciones a medios periodísticos sobre temas puntuales y, mucho menos, sobre cuestiones que de manera oficial no figuran en la investigación, como es el caso de Paraguay y los supuestos vínculos de entidades bancarias de nuestro país en el esquema.
Llegamos hasta el Ministerio Público Federal de Curitiba, sede central de la investigación del sonado caso Lava Jato en el Brasil, con la intención de dialogar con los procuradores de la fuerza de tarea del caso y los delegados federales que son los responsables de la investigación.
Colegas periodistas con quienes dialogamos y que llevan años siguiendo el caso Lava Jato, nos relataron que en los primeros días del mes de mayo, los fiscales realizaron una conferencia de prensa para contar los avances de la investigación y principalmente el anuncio del vínculo en el esquema de directivos del banco Paulista SA, entidad financiera que era utilizada, a través de empresas ficticias propiedad de los empleados de Odebrecht, para lavar dinero.
En esa conferencia de prensa en ningún momento se mencionó a Paraguay. Al concluir el encuentro, periodistas dialogaron fuera de micrófono con los fiscales y uno de ellos relató que el punto que les llamó la atención de las operaciones del Banco Paulista, para justificar la distribución de dinero a través de empresas ficticias a los empleados de Odebrecht, fue que hayan puesto como concepto de la prestación comisiones y asesoramiento en lo relacionado a la importación de reales.
En las facturas utilizadas por las empresas de fachada para sacar el dinero del Banco Paulista, que provenían de las cuentas que Odebrecht tenía en los paraísos fiscales como Curasao, colocaron como concepto de servicios comisión en la importación de reales.
Cuando surgió la primera investigación en este sentido, el Banco Central de Brasil ya había remitido un informe en el 2017 al Ministerio Público Federal, en el que relata el modo de la operación y haciendo la salvedad de que la importación de divisas es una actividad legal y regulada.
Algunos de los periodistas que estuvieron en esa charla con los fiscales solicitaron más detalles al Banco Central del Brasil acerca de la importación de reales provenientes de Paraguay y encontraron que, en solo un año, se importaron reales por valor de US$ 3 mil millones.
Este monto llamó la atención tanto de los periodistas como de los fiscales porque les pareció un monto extraordinario e incluso algunos llegaron a la conclusión de que no existiría una actividad comercial que justifique ese movimiento.
A partir de estas dudas, tanto de los periodistas como de los fiscales, se empezaron a sacar conjeturas y especulaciones acerca de la actividad comercial y que podría estar vinculada a una actividad ilícita.
REMESAS ESTÁN JUSTIFICADAS
Lo que no tuvieron en cuenta, y que recién ahora con los datos obtenidos de manera oficial asimilan, es que ese movimiento de US$ 3 mil millones tendría lógica y una explicación acerca del origen.
La relación que hicieron inicialmente los fiscales fue comparar los números en base a la cantidad que Migraciones maneja de brasileños que al año ingresan a Paraguay. En Migraciones queda registrado que son 300 mil los brasileños que por año ingresan al país, pero estos son los que se quedan más de una noche en el Paraguay. Mientras que el flujo de entrada y salida de brasileños en zona de frontera, en un radio de 50 kilómetros a la redonda, no se registra en Migraciones.
De manera oficial, la Cámara de Comercio y Servicios de Ciudad del Este señala que al año, en el peor momento de la economía brasileña, ingresan entre 16 a 21 millones de compristas del vecino país. Este número también es corroborado por una universidad de Foz de Yguazú.
Promediando que solo 16 millones de brasileños ingresan al año a Ciudad del Este, y que cada uno realice una compra por valor de US$ 300, que es la cota permitida, arroja un movimiento de US$ 3 mil millones al año. Es decir, ese número de la cantidad de reales remesados al Brasil tiene manera de justificarse plenamente.
NADA CONTRA BANCOS PARAGUAYOS
Desde el Ministerio Público Federal de Curitiba nos confirmaron que hasta hoy no existe ninguna investigación abierta hacia ninguna entidad bancaria de Paraguay y que la investigación se centra solo en los responsables de haber lavado dinero proveniente de depósitos realizados por Odebrecht a bancos ubicados en paraísos fiscales y que llegaron al Banco Paulista para ser distribuidos a los empleados de la constructora.