Inexplicable la decisión sugerida por “Noni noni” Castiglioni, según dicen, para la destitución del embajador Esteban Kriskovich. Fue distinguido con honores en el Vaticano, pero acá decidieron rajarlo. Encima ya estaba a punto de cumplir los ocho años para lograr el escalafón diplomático.

El principal “pecado” de Kriskovich habría sido que osó en sacar una foto y compartir en sus redes del lapacho que floreció en los jardines del Vaticano y que había sido plantado por un ex presidente de la República. Los expertos “succionadores de calceti­nes” que rodean al Presidente interpretaron el hecho como una falta de respeto y convencieron al inex­perto canciller a asumir otra torpeza, cuando no, de destituirlo.

Vaya mensaje lanzado por la Cancillería a los diplomáticos que prestan servicios en el exterior. “Nada de recordar o seguir la línea de lo que se había hecho en el gobierno anterior”. Los logros, méritos y trayectoria no valen para mantenerse en el cargo. Solo los adulones seguirán. ¡Así se maneja nuestra política exterior!

Un periodista malhablado deslizó que, teniendo en cuenta los sucesivos papelones de la esposa del Renolfito “cara bonita”, no descartan proponer a Marly como embajadora ante la Santa Sede. ¡A este paso, todo es posible, mi cuate!

El panorama económico cada vez se presenta más desolador. En la calle la gente pide señales positivas a las autoridades para por lo menos generar expectati­vas. Mientras tanto, algunos ministerios ni siquiera llegaron al 15% de ejecución presupuestaria y eso que ya estamos promediando el año.

Benigno dijo que la única manera de que algunas instituciones empiecen a funcionar es cambiando ministros. ¿Cuándo se producirán esos cambios? Cuentan que el primero que encabeza la lista del raje es el pastorcito mentiroso. ¿Será?

Vaya nuevo eufemismo utilizado en la era de la comunicación moderna para denominar a los antiguamente conocidos como “fateros” en este oficio, hoy ha cambiado todo, son “freelancers”.