La Fiscalía sigue recolectando elementos contra el actual presidente de la Cámara de Diputados, Miguel Cuevas, por lo que ayer la agente fiscal Irma Llano realizó varios allanamientos en sus estancias. Cuevas actualmente está siendo investigado por el hecho punible de enriquecimiento ilícito, que tiene una expectativa de pena de hasta 10 años de cárcel.
Las propiedades allanadas se encuentran ubicadas en las localidades de Cerro Rokê y Colonia Insfrán, del distrito de Sapucai, departamento de Paraguarí.
Los intervinientes ingresaron a los establecimientos a fin de corroborar la existencia de cabezas de ganado y marca de registro de las mismas. En uno de ellos se presentó una persona que se identificó como Enzo Cuevas (hijo del diputado), quien manifestó ser el propietario de la finca en la que se realizaba el procedimiento a cargo de la mencionada agente del Ministerio Público.
La Fiscalía realiza el análisis de las propiedades del diputado, así como de los inmuebles que habrían sido cedidos a sus hijos, en el marco de una investigación abierta por presunto enriquecimiento ilícito. En total, la Fiscalía identificó 14 inmuebles a nombre del diputado, tras acceder a la declaración jurada de la Contraloría General de la República y que serán verificados si le pertenecen o no al actual titular de la Cámara de Diputados.
Además, la comitiva está conformada por peritos y técnicos que individualizarán los inmuebles, que posteriormente serán tasados para determinar su valor, así como las características y valores de los animales encontrados en el lugar. En teoría, los resultados de la pericia estarán listos el próximo 7 de junio.
Por su parte, la agente fiscal Irma Llano señaló que “procedimos a realizar el allanamiento al establecimiento ‘Don Miguel’ para corroborar la existencia de ganado e identificar la marca”.
Manifestó que en el sitio se apersonó el hijo del político, Enzo Cuevas, quien dijo ser propietario de la quinta allanada y explicó que el establecimiento está conformado por otros tres inmuebles que son arrendados. En el sitio corroboraron la existencia de varios animales de raza, corral, casas y otros elementos más, según confirmó la agente. “Estamos haciendo la trazabilidad del patrimonio del diputado, él cedió propiedades a sus hijos y estos también están siendo investigados”, explicó la fiscala y adelantó que el próximo paso será la tasación de las 14 fincas que están a nombre de la familia Cuevas, tan solo en la zona de Paraguarí.
“NO SON ESTANCIAS, SON PROPIEDADES PEQUEÑITAS”
El presidente de la Cámara de Diputados, Miguel Cuevas, en conversación con radio Ñandutí, dijo ayer que estaba contento con la intervención fiscal porque esto supuestamente hará que salga toda la verdad de su caso.
“No son estancias, son propiedades pequeñitas”, arrancó diciendo Cuevas, en referencia a los informes que hablan de sus propiedades en Paraguarí. “Con esto se van a dilucidar muchas cosas. Y la ciudadanía va a ver la verdad. Porque eso lo que me interesa a mí como político”, agregó a los periodistas de dicho medio.
El ex gobernador, investigado por el Ministerio Público, dijo que no tiene nada que ocultar. “Me tiraron mierda durante más de un año. Se dijo que yo tenía una cuadra, con ascensores, etc. Tantas mentiras ya se dijeron. Yo sé que se va a saber la verdad, lo que yo tengo en realidad”, señaló finalmente Cuevas.
El salto de vida de Miguel Cuevas
Miguel Cuevas era conocido en su Sapucai natal como un zapatero más de barrio en los años 80. Su ingreso a la política local le valió, sin embargo, ganarse un estatus dentro de su ciudad. En 1996 llegó a ser intendente local. Completó su mandato y luego fue nombrado, primeramente subadministrador y, posteriormente, administrador del Puerto de Paranaguá.
Volvió a Sapucai en el 2010, ganó de nuevo la intendencia local, pero sus aspiraciones ya apuntaban más alto; no terminó su período porque se postuló para ser gobernador de Paraguarí, cargo al que accedió en el 2013. Desde entonces, la vida de Cuevas, la de su familia y entorno cercano cambiaron para siempre.
Son múltiples los casos que el diario La Nación publicó sobre irregularidades en la gestión de Cuevas como gobernador. Uno de ellos tiene que ver con el esquema que la administración de Cuevas armó utilizando a organizaciones como comisiones barriales o comités a través de facturas clonadas o falsificadas.
También saltó el caso de su esposa, Nancy Florentín de Cuevas, quien aparecía con dos cargos en una humilde Escuela de Sapucai; cobraba con rubro docente, pero jamás asistía a clases. El MEC, después de la publicación, tuvo que abrir sumario contra la profesora Nancy. Sin embargo, mediante una resolución que el actual ministro Eduardo Petta no revoca, la mujer es beneficiada con régimen “especial” de trabajo denominado “actividades pasivas” y así se blanquea su incumplimiento de horario.
La contratación de amigos, cercanos y parientes dentro de la Cámara de Diputados fue otra “debilidad” de Cuevas. Quizás los casos más emblemáticos fueron los nombramientos con cargo de directores de Juan Gabriel Espínola Vega, esposo de la ayudante fiscal que investigó una denuncia en su contra, y la de Juan Damián Aguirre, secretario del juez que desestimó el caso.
Un caso que le está valiendo una investigación fiscal a Cuevas tiene que ver con determinar el destino de unos G. 1.231 millones en el 2016. Esta suma se usó cuando él era gobernador para compra de combustible para tractores de la gobernación. En cambio, se comprobó que los tractores “que usaron” los combustibles dejaron de funcionar ya entre el 2013 y el 2014.
A la par de estas situaciones, Cuevas y su familia fueron sumando propiedades. De estancias pasaron a tener ganado, de animales vacunos a flota de vehículos. Una vida de lujo en medio de una comunidad a la que le sobran carencias y necesidades.