El ministro de Relaciones Exteriores, Luis Alberto Castiglioni, mantuvo ayer un discurso incoherente ante la graduación de 11 terceros secretarios, quienes se incorporaron al escalafón diplomático. El canciller quiso elogiar y resaltar la profesión de los diplomáticos, pero desde el Gobierno se ha realizado constantemente varios nombramientos de políticos en los cargos reservados para los mismos violando la Ley 1.335/9, del Servicio Diplomático y Consular.
“La carrera diplomática los ubica en las trincheras de defender una causa nacional, para promover al Paraguay, para ayudar a la Nación a alcanzar el desarrollo”, sostuvo en la sede de la Cancillería.
Señaló también que los diplomáticos tienen la “grave responsabilidad” de buscar la dignidad de la patria. Uno de los casos más conflictivos fue en el consulado argentino, donde el político Héctor Figueredo, quien ocupaba el cargo de cónsul general en Buenos Aires, fue denunciado por acoso sexual, por una joven de nombre Ana Grissetti.