Se van sumando países en el mundo que reconocen a Guaidó como presidente encargado de Venezuela y exigen una salida democrática al conflicto en el país caribeño. Mientras tanto, por acá, Carlitus Filizzola y otros próceres de la izquierda nos inundan con comunicados repudiando la dictadura de Stroessner, pero reivindican la de Maduro. ¡Pero de incoherencia estamos hablando!
A propósito de Lugaucho y sus amiwis, todos ellos acompañando firmemente el disparatado reclamo de Arrom y Martí, quienes quieren chuparle al Estado US$ 63 millones. Ojalá, en la sesión del jueves de la CIDH prime la razón y rechacen el descabellado planteamiento, aunque la decisión de anular algunos testigos y otorgar solo 30 minutos para la defensa de Paraguay no es precisamente un buen presagio.
Guste o no, “Kelembu” fue designado intendente de Ciudad del Este con absoluta legitimidad. Pero ahora resulta que para algunos la decisión asumida por una mayoría en la Junta Municipal no es válida, simplemente porque siguen el libreto de los intereses del diario de la calle Yegros y otros actores políticos que solo buscan pasar factura antes que poner en orden el municipio.
Abiertamente, los concejales opositores a los Zacarías llaman a cometer actos de vandalismo en la ciudad solo porque perdieron la oportunidad de quedarse con la administración del municipio. A estos supuestos representantes del pueblo no les importa que la ciudad siga en una tremenda anarquía con los enormes perjuicios económicos que eso representa.
Por supuesto, todo esto alentado también desde la capital por líderes de movimientos y partidos políticos como Efra, el presidente del PLRA, quien estuvo más preocupado por asistir a Ciudad del Este antes que recordar los 30 años de democracia que celebra el Paraguay. ¿Ahora entienden por qué la oposición está como está?
Hasta ahora, Aduanas no dio la cara para explicar en detalle la baja recaudación que se registró en el mes de enero en comparación al año anterior, que arroja una diferencia de G. 58 mil millones. Si desde la institución no aclaran con un argumento convincente, inevitablemente nos vemos obligados a preguntarnos lo siguiente: ¿Volvieron los maletines para la corona?