No cayeron para nada bien las declaraciones del Presidente sobre lo que representan para él las fechas tan memorables para nuestra historia como lo son el 2 y 3 de febrero de 1989. Referentes de varios sectores políticos, sociales y ciudadanía en general repudiaron sus dichos. Aunque, raramente en el mundo fantástico de abecelandia fue una simple bromita. ¡Volveee Acero, volveee!
Ustedes se imaginan si esta “broma” la hubiera hecho el presidente anterior. Mínimo le iban a decir que “defiende la dictadura, que se burló de las víctimas y quien sabe que otras cosas más”. Por lo visto, el negocio prometido por esos lares para el braguetero veloz es enorme.
Según cuentan, de la mano del iluminado Pedrito Ferreira, el imprentero corredor de rallys por fin tendría la habilitación de la Ande para instalar una planta distribuidora de la energía eléctrica, que por cierto, siempre fue el anhelo de “Micky” en áreas urbanas. Ya en el gobierno anterior envió una nota solicitando el permiso, pero le dijeron que no y ahí empezó, como de costumbre, una tremenda campaña mediática contra el entonces titular de la institución. ¡Sigue el operativo apriete!
Rara coincidencia el actuar de la Fiscalía en el caso imputación a los Zacarías. Pareciera más bien el cumplido de favores a ciertos actores políticos, que coincidentemente la semana pasada, reclamaron “resultados” a los fiscales. ¿Hay razones para imputar o es más bien una respuesta a la presión política y mediática?
Dicen que a uno de estos fiscales le prometieron un lindo cargo en el Gobierno, una onda Arregui, y este agente del Ministerio Público ya habría presentado su renuncia al cargo, pero la condición fue hacer algunas diligencias antes de su salida. ¿Será?
Con este actuar, se hace muy difícil creer en el discurso del respeto a las instituciones, cuando importantes actores políticos que están en el poder presionan para torcer las decisiones de la Justicia.