LOURDES PINTOS
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“Deben de alguna u otra manera buscar la conformación de una coalición de fuerzas latinoamericanas liberadoras de Venezuela”.
“Lo que viene ahora es un escenario de hambruna generalizada, en el que lamentablemente van a morir muchas personas”, es lo que opina el historiador venezolano Nahem Reyes. El profesional hizo un análisis de la crisis política por la que atraviesa Venezuela. Además, dio una perspectiva del panorama de su país con Nicolás Maduro al frente, señalando que lo que les espera es “trágicamente” un futuro como el pueblo de Cuba; es decir, “una sociedad de miserables, controlada por una pequeña élite que usurpa el poder y controla las riquezas”.
–¿Por qué consideran ilegítimo el nuevo gobierno de Nicolás Maduro?
–Desde enero del 2013 él está usurpando la presidencia. Lo que estamos viendo ahora es que la comunidad internacional, por primera vez, ha decidido llamar a las cosas por su nombre y eso se lo agradecemos al Grupo de Lima. ¿Por qué es legítima esta elección?, porque el órgano que la convocó no fue el Consejo Nacional Electoral, sino la Asamblea Nacional Constituyente. Punto número dos, factores de la oposición estaban inhabilitados, no podían participar. Punto número tres, un ventajismo oficial enorme, y lo más importante fue que no se contó con observadores internacionales tanto del Mercosur como de la OEA. Todos esos elementos permiten definir que este proceso electoral no fue limpio ni transparente, que es lo que corresponde. Lo que está ocurriendo con Venezuela no es nada nuevo; Maduro, a mi juicio, es un presidente ilegítimo, carece de legitimidad tanto en origen como en desempeño.
–¿Qué opina de la ruptura de relaciones diplomáticas entre Paraguay y Venezuela?
–Hay que verlo de una manera lineal, el que comenzó con esto fue el ex presidente Horacio Cartes, hay que llamar las cosas como son. Fue con la administración de Cartes que Paraguay se incorporó al Grupo de países de Lima. Lo que estamos viendo es una continuidad de esta política de Estado paraguayo para con el gobierno venezolano, de tal manera que yo como estudioso de las ciencias internacionales doy total y absoluto respaldo, son las decisiones que debían tomar los demás presidentes de la región. Estas son las acciones que deben haber, es decir, profundizar el aislamiento. Ojo, yo pienso que estas acciones quizás queden un poco en el panorama retórico, creo que hay que ir un peldaño más allá y que deben de alguna u otra manera buscar la conformación de una coalición de fuerzas latinoamericanas liberadoras de Venezuela. La acción que hizo el Presidente (Abdo) está completamente ajustada a lo planteado en el Grupo de Lima como en el patrón de conducta normal de las relaciones diplomáticas. Lo que hizo Abdo es continuar la política diplomática del Estado paraguayo desde la administración de Cartes.
–¿Qué pasará con Venezuela de ahora en adelante?
–Lo más probable es que el presidente Maduro trate de encarcelar a los que van a ser presidentes o miembros de este Consejo de Transición, esta es una posibilidad. La otra posibilidad es que estos miembros del Consejo de Transición, o los que van a conformar el proyecto, terminen en el exilio como también lo hicieron los magistrados del Tribunal Supremo de Justicia. Es decir que no estamos viendo nada nuevo. Lo que sí también podemos observar es que se va a profundizar el aislamiento diplomático del gobierno de Maduro. Una de las opciones pienso que es que el statu quo político venezolano se va mantener. No hay ninguna variación, probablemente lo que vamos a ver ahora es que la Asamblea Nacional Constituyente cierre la Asamblea Nacional, que es lo que prácticamente ya ocurrió, que convoquen a una nueva elección de una Asamblea Nacional y pronto tengamos una nueva que seguramente será fiel al presidente Maduro. La otra opción no descartable es que se produzca una fractura en el interior de la Fuerza Armada Nacional. Eso indica que probablemente los sectores medios ya no reconocen a Maduro y probablemente a mediano plazo podríamos ver un alzamiento militar. Un tercer escenario es que hay una fuerza multinacional que permita expulsar a estos usurpadores del poder.
–Con todos estos conflictos políticos, ¿cómo queda la ciudadanía venezolana?
–Lo que viene ahora es la hambruna generalizada y no por la tesis del bloqueo, lamentablemente vamos a llegar a eso porque el aparato productivo venezolano está sencillamente destruido. Del otro extremo, nosotros somos de una economía monoproductora, producimos petróleo y lo vendemos. Pero el JP Morgan habla de que va a haber una crisis financiera mundial más o menos a mediados de este año. Ahora que todos los gobiernos retiran su apoyo, Venezuela no podrá pedir plata en el Fondo Monetario; ya Colombia va a anunciar sanciones, no sé si esta nueva ruptura con Paraguay implicará la venta de carne a Venezuela o cómo queda eso. Entonces, lo que viene ahora en el país es un escenario de hambruna generalizada, en el que lamentablemente van a morir muchas personas. No hay que ser adivino, eso vendrá por una parte por la caída de los precios del petróleo, la producción venezolana ha caído sustancialmente y la culpa no es de los yanquis, como ellos siempre dicen irresponsablemente, es porque han sido torpes, no han sido lo suficientemente profesionales para taladrar adecuadamente los pozos. La industria petrolera también está quebrada, un país que depende de la renta petrolera, su industria está quebrada. No hay recursos para continuar financiando el gasto corriente del Estado, y en una sociedad estatizada el gasto corriente es lo que mueve el dinero en la sociedad. Además, tendremos un incremento exponencial de los venezolanos que salen del país, lo vamos a ver en ambos escenarios, saliendo por la frontera con Brasil y obviamente Colombia va seguir tragando el mayor peso de esto porque obviamente somos países limítrofes.
–¿Tiene futuro Venezuela con Maduro al frente?
–Las naciones no mueren, los gobiernos sí. Indudablemente que el futuro que tiene Venezuela es trágicamente como el pueblo de Cuba; es decir, una sociedad de miserables, una sociedad de pobres controlada por una pequeña élite que usurpa el poder y al mismo tiempo es la que controla las riquezas del país. Ese es el escenario, Venezuela será la segunda Cuba de las Américas y una Cuba sudamericana.
–¿Se podría revertir esta situación?
–Claro que se podría revertir, pero se puede revertir como lo estoy diciendo, con una fuerza multinacional. Estos tipos son unos delincuentes, por eso es que yo hablo de una narcotiranía neocomunista, entonces tiene que haber un factor poderoso suficientemente sólido que obligue a esta banda delictiva del gobierno a que por lo menos se sienten a una mesa de diálogo para salir en unas mínimas condiciones aceptables o definitivamente que caigan por colapso.
–Pero al asumir Maduro su segundo mandato ya demuestra que no tiene intenciones de dialogar…
–Por supuesto que ellos no quieren abandonar, ellos están siguiendo el manual de La Habana, entonces por eso digo que tiene que ser un factor poderoso lo suficientemente sólido y fuerte que lo obligue a él a abandonar el poder. Un ejemplo es la tesis de las fuerzas multinacionales, que sigue siendo una opción en el terreno; una fuerza que sea conjugada, por ejemplo, por el presidente Donald Trump, Jair Bolsonaro, que de alguna u otra manera participe Iván Duque, no hay que descartar también una participación de Argentina. Lo que pasa también es que justamente todos los mandatarios de estos países están imbuidos en sus propias agendas. No hay que descartar también una sorpresiva fractura dentro de la Fuerza Armada Nacional que conduzca a un golpe de Estado y este golpe sea acompañado de la sociedad civil. Ojo con esto porque si se llegase a ocurrir, no hay que olvidar que en Venezuela hay alrededor de 25.000 agentes del G2 Cubano, no hay que olvidar los colectivos que están armados, los colectivos son grupos paramilitares, matones que andan en motos amenazando a la gente.
–¿Cree usted que la ciudadanía no se levanta contra el gobierno por temor a represalias?
–Exactamente. Es lo que pasó en el 2016 y el 2017, que llegaron casi a 200 muertos. Hoy en día la gente piensa que al que sale lo matan. Es decir, es muy difícil que tengamos nuevamente brotes de expresiones genuinas de la sociedad civil manifestándose. La única opción que puede actuar como un input para que salga la sociedad nuevamente a las calles es que una facción de las fuerzas armadas, que sean oficiales profesionales, se lance a una acción militar.
–¿Cuál es su recomendación para sus compatriotas en este momento?
–Lo único que le queda a la ciudadanía es esperar, tener fe, porque la otra opción sería casi como irse al suicidio. Yo sería irresponsable estando fuera de Venezuela al decirles que no salgan a las calles a manifestarse, sería irresponsable por el escenario que les estoy diciendo. Yo más bien hago un llamado a los líderes de los partidos políticos, sobre todo a la Asamblea Nacional Constituyente a que actúe conforme a la altura del momento histórico. Que cumpla con el Artículo 233 de la Carta Magna, que asuma las facultades de la presidencia de la República, que designe ministros, que nombre un nuevo alto mando militar, que nombre nuevos embajadores y que de una vez por todas procedan a hacer lo que les mande la Constitución.