El presidente de la Asociación de Fiscales del Paraguay y fiscal adjunto, Ricardo Merlo, señaló que si el Estado paraguayo es condenado el próximo 7 de febrero por violación de los derechos humanos, la revocación del carácter de refugiados de Juan Arrom y Anuncio Martí, acusados por el secuestro de María Edith Bordón de Debernardi, sería mucho más compleja, ya que ambos quedarían como víctimas.
Estando el país en esta situación, incluso podría impedir que estas personas sean sometidas a juicio oral y público por el crimen que supuestamente cometieron en el 2001, porque al ser declarados víctimas por la Corte Interamericana de Derechos Humanos (Corte IDH), significaría que todo lo sucedido en Paraguay fue producto de un montaje para incriminarlos. Merlo destacó además que las sentencias de la Corte son inapelables.
“De ser condenado el Estado paraguayo por violación a los derechos humanos, se daría por sentado de que esos hechos sucedieron, es decir, que ellos establecerán que todo lo que sucedió esos días (refiriéndose al secuestro de María Edith), es para incriminarlos. Al condenar al Estado paraguayo ellos quedarían como víctimas. Para el lado brasileño, como víctimas y revocarles el estado de refugiados, yo creo que sería una cuestión que traería una complejidad aparejada. Para el Estado paraguayo que se presenten y que se vayan a un juicio oral ya declarados víctimas por la Corte Interamericana, también tiene su complejidad”, manifestó Merlo en conversación con la 970 AM.
El fiscal de derechos humanos también dijo que la Corte no da a Paraguay el derecho de la amplitud de la defensa y que actuó de “manera inconsulta”, al aplicar el criterio de Economía Procesal, que es un principio por el cual las partes pueden renunciar a plazos muy prolongados. De esta manera la Corte dejaría sentado que Arrom y Martí efectivamente fueron secuestrados y torturados por las autoridades nacionales para autoinvolucrarse en la investigación.
“Evidentemente no estamos en un estado de indefensión, porque de alguna forma se va a escuchar a nuestro testigo, pero no se nos da el derecho de la amplitud de la defensa. La Corte Interamericana y la Comisión siempre van por carriles diferentes. Lo que ocurre con la Comisión es que toma las dos cosas y lo que deja sentado es que Arrom y Martí supuestamente fueron secuestrados y torturados para autoinvolucrarse en la investigación que estaba llevando la Fiscalía sobre el tema de María Edith”, dijo.
El fiscal Ricardo Merlo explicó también cómo se dio la denuncia contra el Estado ante la Corte Interamericana y de dónde salió el monto de US$ 63 millones que reclaman las supuestas víctimas, Juan Arrom y Anuncio Martí.
Señaló que fueron las hermanas de ambos quienes recurrieron a la Corte en el 2002. En el año 2008 la Comisión Interamericana admitió la denuncia. En el 2010 la Comisión planteó realizar reuniones para llegar a un acuerdo amistoso, pero tanto los denunciantes como el Estado decidieron que no estaban dadas las condiciones. Ya en el 2018 salió el informe 100, en el cual la Comisión recomienda aceptar los términos de la demanda “básicamente con la recomendación de que se dé una satisfacción integral material e inmaterial”.
Esto corrió traslado a las partes, Arrom y Martí completaron un documento en el cual hicieron sus alegatos y sus pruebas y establecieron el monto dividido entre sus parientes; “ellos US$ 20 millones cada uno, sus parientes US$ 1 millón cada uno y otros gastos, así llegamos a la cifra de US$ 63 millones. Eso es notificado por la Corte Interamericana a Paraguay y hoy estamos en unos plazos ya a vista de que el siete de febrero tengamos nuestra audiencia para defendernos en la Corte Interamericana en San José de Costa Rica”, dijo.