La Dirección Nacional de Aduanas (DNA) repartió en el mes de diciembre unos G. 10.861 millones en el pago de una “bonificación extra” entre todos sus funcionarios.

La gratificación especial que la administración del direc­tor Julio Fernández distri­buyó entre los funcionarios equivale al 110% de sus res­pectivos salarios. Es decir, que en diciembre pasado ade­más del aguinaldo y sueldo los empleados se favorecieron con una “bonificación” que repre­senta el sueldo número catorce del 2018.

El director administrativo de Aduanas, Rogelio Cáce­res Báez, alegó una amnesia para responder sobre el monto total que pagaron. Ensayó una respuesta diciendo que “es una bonificación que se da y entiendo que todas las institu­ciones tienen. Se desembolsa de acuerdo a la disponibilidad presupuestaria de cada insti­tución. No recuerdo bien pero creo que era alrededor del 60% del salario”, manifestó.

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El “pastor de oro”, Melanio Paredes, durante su ritual en Aduanas.

Cáceres tampoco recordó si se pagó esta “bonificación” en el 2017 y dijo “tengo entendido que se da todos los años y que todas las instituciones tie­nen”. En vista de que el direc­tor no confirmó el porcen­taje exacto de la repartija que hicieron, contactamos con varios funcionarios quienes nos aseguraron que efecti­vamente cobraron el monto equivalente al 110% de sus salarios en concepto de boni­ficación. En el Ministerio de Hacienda también informa­ron que el premio otorgado por Aduanas fue el equivalente al 110% de los sueldos.

Lo que destina mensualmente la DNA en el pago de salarios de sus funcionarios supera los G. 9.901 millones, a lo que se le debe sumar un 10%, que representa un poco más de G. 10.891 millones, monto que desembolsó por bonificación en diciembre del 2018.

EL PASTOR SE ALZÓ CON G. 60 MILLONES

Melanio Paredes, fotografiado en una liturgia sabatina que encabezó en la oficina de la ins­titución, se ganó el título de “pastor de oro”, por su meteó­rico ascenso en Aduanas. En todos los años que estuvo en Aduanas no había ocupado cargo de relevancia hasta que llegó la administración de Julio Fernández, quien había mani­festado una férrea defensa de estos rituales dentro de una oficina pública.

Salió a la luz que el predicador de Aduanas, gracias al cargo de delegado en Montevideo que le dio el actual director, de ganar G. 9.300.000 pasó a percibir G. 42.000.000, por los jugo­sos beneficios como viático por desarraigo y responsabi­lidad en el cargo.

Si sumamos su bonificación extra de más de G. 9,3 millones, su aguinaldo de G. 9,3 millones a su ingreso de G. 42 millones, vemos que el resultado de las oraciones de Melanio reditua­ron oro en diciembre ya que lo percibido trepa a G. 60 millo­nes en el mes.

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