La decisión del Ministerio de Relaciones Exteriores, con venia del presidente de la República Mario Abdo Benítez, de trasladar la Embajada de Paraguay de Jerusalén a Tel Aviv, fue el inicio del fracaso de las relaciones entre Paraguay e Israel. Tras esta decisión el canciller Luis Alberto Castiglioni minimizó la situación, sin embargo, el gobierno israelí retiró toda cooperación con el país.
El primero de los efectos colaterales a esta decisión fue el retiro de la embajada israelí de Paraguay. “El primer ministro, Benjamin Netanyahu, ha instruido al Ministerio de Asuntos Exteriores para que cierre la Embajada israelí en Paraguay”, comunicó la cancillería israelí a través de un manifiesto oficial. Sin embargo, esto no fue suficiente muestra del inicio de conflicto entre ambos gobiernos y el ministro de Relaciones Exteriores, Luis Alberto Castiglioni, en una declaración desacertada sostuvo que Israel no se debe molestar por la decisión tomada por Paraguay.
Posteriormente, el gobierno de Israel procedió con el retiro de toda cooperación que mantenía con Paraguay, como las becas de capacitación, cursos móviles y proyectos planificados para el tercer cuatrimestre del 2018.