Callado y como si nada, el diputado por Guairá Éver Aricio Noguera pasa desapercibido en el escándalo desatado sobre la administración Friedmann, pese a que el legislador cobró por 203 mil raciones de almuerzo escolar que no entregó en el 2016.

En el 2016, el enton­ces gobernador Rodolfo Friedmann adjudicó un contrato de G. 15.452 millones a la empresa E.S.S.A., propiedad del dipu­tado por Guairá, Éver Aricio Noguera, por 1.367.520 racio­nes de almuerzo escolar.

Según lo establecido en el con­venio, 683.760 raciones debían ser entregadas en el 2016 y las otras 683.760 raciones en el 2017. Sin embargo, la auditoría realizada en el 2017 por la Con­traloría detectó que el dipu­tado Noguera no distribuyó 203 mil raciones de almuerzo en el 2016.

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El equipo auditor señala en su informe que consignaron la entrega de las 683.760 racio­nes, pero que solo entregaron 480.611 raciones de almuerzo. No existen notas de remisiones por las 203 mil raciones res­tantes y esto representa un fal­tante de G. 2.295.583.700.

Contundente es el informe de auditoría concluida en el 2017. “No distribuyeron 203.149 raciones”, refiere el cuadro comparativo entre lo pagado y lo entregado en el 2016. En el detalle de instituciones edu­cativas, figura que dejaron a 36 escuelas del departamento de Guairá sin la mitad de la can­tidad de almuerzos que tenían que recibir en el 2016”.

Friedmann y Noguera son ami­gos políticos, forman parte del grupo Colorado Añetete, que lidera el presidente Mario Abdo Benítez, quien por cierto dijo que no apañará ningún caso de corrupción, aunque se trate de sus aliados y colaboradores.

La no distribución de la totalidad del almuerzo esco­lar es uno de los cuestiona­mientos más pesados por parte de la Contraloría a la administración Friedmann, considerando la sensible población afectada. A esto se suman otras irregulari­dades detectadas dentro del rubro combustibles, talleres, transferencias a comisiones vecinales que fueron mane­jadas a discreción por ami­gos del ex gobernador. (Ver infografía).

FORTUNA SIN EXPLICACIÓN

Además de las fallas durante su gestión como goberna­dor de Guairá, saltó a la luz la extraordinaria prosperidad económica de Friedmann, que involucra a su madre Guada­lupe Alfaro.

La mujer de clase media para abajo, que reside en una pequeña casa en Villarrica y que vendía empanadas en su cantina dentro de la azucarera Friedmann, al mes de asumir su hijo como gobernador, se convirtió en millonaria inver­sionista en SA.

Friedmann y su mamá Guada­lupe pusieron de una sola vez y efectivo G. 5.000 millones en una SA denombre Nápoles, sociedad que más tarde pasó a llamarse Estonia SA. El ex gobernador le dijo a Contra­loría que su compra de accio­nes en Nápoles es gracias a un anticipo de herencia materna.

Sin embargo, la mujer a la que Friedmann hace figurar como millonaria en los pape­les, en esos tiempos acababa de dejar su oficio de cantinera en la fábrica de azúcar.

Se convirtió en un misterio el origen de la fortuna de Fried­mann ya que su propio padre, Rodolfo Friedmann Cresta, nos confirmó que el ex gober­nador era apenas un asala­riado más en la azucarera de la familia. Nunca tuvo accio­nes ni recibió porcentaje de ganancias, su sueldo era deG. 16 millones, confirmó el señor.

Friedmann no responde sobre lo trascendido y se defiende atacando al Grupo Cartes, ale­gando: “Es una campaña para dañar mi imagen”.

CUÑADA DICE QUE NO ES UNA PLANILLERA

Ante informe de auditoría de la CGR, de que entre los que cobraron honorarios sin mayores respaldos de documentos, la odontóloga Rebecca Zaputovich, cuñada de Rodolfo Friedmann, nos escribió lo siguiente: “En marzo del 2015 comencé a trabajar en el Policlínico San Miguel, desempeñándome como odontóloga los días lunes y miérco­les de 13:00 a 18:00. Mi salario era de G. 1.500.000 (menos del sueldo mínimo). La factura emitía a nombre de la Gobernación del Guairá y ese dinero salía de la donación del salario del gobernador en ese entonces, Rodolfo Friedmann, quien aún no era mi cuñado y no tenía ningún vínculo con el mismo. Tengo documentos que me avalan, como facturas, declaración jurada, planilla de pacientes atendidos, mi productividad que quedó registrada en la página del Ministerio de Salud, planilla de asistencia, entre otros, para que no quieran manchar mi buen nombre como profesional tratándome de ‘supuesta odontó­loga improductiva’ y peor aun ‘planillera’”.

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