Entrevista: BRUNO MASI, edición: MARYCRUZ NAJLE, fotografías: ANÍBAL GAUTO
El invitado de este domingo en La Nación Habla es el ex senador Alfredo Jaeggli, un referente del PLRA, con quien hablamos a pocos días del 18 de octubre de cómo está ese partido hoy y la política en general. Insiste en que no se podrá crecer como país sin acuerdos entre sectores. Este es un muy pequeño adelanto de lo que será la extensa entrevista de esta noche, a las 21:00, por GEN TV.
–Octubre, un importante mes para el Partido Liberal, y por eso estamos con Alfredo Jaeggli, quien es un referente de ese partido. Fue senador por tres periodos y también presidió el Senado. ¿Cómo está hoy el PLRA?
–La verdad es que el Partido Liberal y otros partidos tradicionales están hoy bastante golpeados. El sistema electoral es lo que los perjudica y tenemos que ir cambiándolo. Ahora hacemos las elecciones internas en los dos partidos tradicionales (PLRA y ANR) en forma simultánea y eso nos ayuda. Lo que tenemos que conseguir, cambiando el sistema electoral, es que el voto sea obligatorio y realizar las elecciones con padrones abiertos…
–¿La gente no se va a votar si no hay multa o pena, si el voto no es obligatorio?
–La solución es obligar a la gente a pagar una multa si no vota. Porque no solo no se va, sino que a los que van tenés que ir a buscarlos el día de las elecciones, en taxi. Eso obliga a que los partidos tengan el día de las elecciones una flota de taxis o de ómnibus para ir a buscar a la gente de sus casas… Esa sería una forma de forzar que el paraguayo sea más demócrata, que es muy tribal todavía…
–¿Vuelve a las raíces, como se dice vulgarmente?
–Vuelve a las raíces, como dice Álvaro Vargas Llosa en la “La vuelta a la tribu”. En Latinoamérica queremos “volver” otra vez atrás, a tener caciques. Nuestra idiosincrasia no es republicana ni de demócratas. Nosotros queremos que nos manejen, no queremos tener ninguna responsabilidad…
–Y en este momento, a más de 100 años de los acontecimientos del 18 de octubre histórico para el liberalismo paraguayo. ¿Cómo está ahora ese partido?
–Creo que estamos bien. Enfocándonos en una nueva etapa. Justamente, días pasados, en el acto del 18 de octubre que tuvimos en La Recoleta se habló de la historia de esos tiempos, del origen. Dentro del partido liberal, en la década del 30, había una gran división, pues había muchos dirigentes exiliados en la Argentina como José P. Guggiari, Eusebio Ayala, quien no quiso volver nunca al Paraguay ni cuando el Mariscal Estigarribia lo llamó para decirle que habían recuperado el poder después de la revolución de febrero y que estaba a disposición la “silla del presidente” para Eusebio Ayala… Ahí él le responde que no quiere volver al país nunca más. Pocos saben que anteriormente, cuando Ayala era presidente fue detenido y también el que había sido el conductor de la victoria, Estigarribia, y que este le salvó la vida estando detenidos los dos, protegiéndolo como un león para que no sea fusilado… Ayala y muchos otros paraguayos se fueron al exilio…
–El exilio, especialmente en la Argentina, fue una historia de muchos en ese tiempo…
–Y en todos los tiempos, diría yo. Ya en tiempo de Gaspar Rodríguez de Francia hubo exiliados; también en la época de los López, especialmente de Francisco Solano, hubo muchos paraguayos que tuvieron que irse al exilio. Tanto exiliado había que se publicaba allá un semanario que se llamaba “El grito paraguayo”, en Buenos Aires. Era ese grupo que luego constituyó la legión que vino contra Francisco Solano López. Eran todos exiliados que estaban hartos de la dictadura.
–¿Y hoy cómo está el seno del Partido Liberal? ¿Está muy polarizada la división entre corrientes internas?
–En los dos partidos tradicionales hay división. El Partido Liberal siempre estuvo dividido, por ejemplo, entre “radicales” y “cívicos”… Igual, el Partido Colorado, entre “egusquisitas”, “caballeristas”. Por lo que te estaba diciendo, somos tribales…
–Y hablando de Caballero, tu segundo apellido es Caballero. ¿Tu madre fue sobrina-nieta del general Caballero, fundador del Partido Colorado?
–Sí, claro. Y mi abuela materna, Valiente, era colorada… No era rareza, pues debemos pensar que los dos partidos tradicionales del Paraguay nacieron siendo liberales… Su ideología era totalmente liberal, ya que no existía entonces el colectivismo ni el socialismo. Lo que había eran monarquías y todos los partidos que nacían en ese tiempo, opuestos a ese sistema, eran republicanos…
–Alguien me dijo hoy que Jaeggli era un liberal realmente, con ideas liberales… ¿Sentís que se percibe eso en tu partido y la forma en que te ven?
–Ahora sí, aunque por mucho tiempo me sentí muy marginado y hasta si se quiere, poco apreciado dentro de la dirigencia del partido, tal vez porque para mí el pensamiento liberal es importante. Tuve ideas que no eran comprendidas tiempo atrás porque fueron consideradas poco “populistas” o de avanzada… Yo fui siempre “antilopista”, algo que no estaba tan bien visto.
–¿Y porqué tan antilopista?
–Porque creo que Francisco Solano López fue un gran error y cometió muchos y graves errores… La Guerra de la Triple Alianza fue pura y exclusiva responsabilidad del mariscal López…
–Dejando a un lado ese tema, volvamos a la actualidad del Partido Liberal. ¿Es cierto lo que dicen que está en una especie de “limbo”, sin avanzar?
–No es cierto. Hay que recordar que nosotros perdimos las últimas elecciones solo por el 4% de los votos… Estuvimos muy cerca de ganar y creo que aunque no se vea en los medios, están ocurriendo cosas importantes dentro del partido. Ahora estamos haciendo reformas estatuarias. Estamos pidiendo cambios en las reglas electivas. Estamos en contra de las “listas sábana”. Vamos a ver cómo suspendemos eso.
–Siempre se habla de eso, pero ¿cómo se sale de esas listas sábana?
–Yo creo que tenemos que llegar a una Constituyente solamente para lograrlo porque es muy difícil salir de ellas, porque va a haber una anarquía enorme. Es que técnicamente es casi imposible así como estamos. Estuvimos estudiando a profundidad, una de las varias comisiones del PLRA está estudiando la mejor forma de hacerlo… Yo soy director de la Comisión de Capacitación y Cultura del Partido Liberal y miembro del directorio… Y nosotros tenemos nuestro instituto, que se llama José P .Guggiari, y estamos trabajando; queremos tener un partido más moderno, con una pequeña brújula ideológica porque por algo se llama “partido”, relacionado a “tomar partido” por algunas ideas, por los ideales.
IDEALES LIBERALES
–¿Cuáles son los ideales liberales para Jaeggli?
–Lo primero entre los ideales del liberalismo es la libertad individual. Después, el respeto a la propiedad y el respeto a la vida. Esos son los “tres mandamientos” principales que el liberalismo, para ser considerado tal, debe respetar… Ellos deben ser nuestra brújula porque hay que entender que si somos liberales, no podemos ser “colectivistas”. Para los liberales, el ser humano es más importante que la sociedad; mientras que para otros partidos, la sociedad es más importante que el ser humano. Y esa es una enorme diferencia… Siempre existió una diferencia ideológica entre los liberales de tendencia más “francesa” (más cercana al centro o al socialismo) y otros de ideología más sajona, más cercana a los Estados Unidos también…
–¿Cuál es tu opinión sobre la visita que hizo el actual presidente Abdo Benítez al titular del PLRA, Efraín Alegre?
–Creo que es la primera vez que tenemos en el PLRA la visita de un presidente de la República y que, además, es de otro partido. Yo soy una persona que cree firmemente que el país no va a funcionar nunca si no se hacen reformas profundas. Y esas reformas se pueden hacer solamente con grandes acuerdos… Acuerdos no quiere decir “reparto” de cargos o espacios, sino que pasa por un proyecto país por lo menos a quince años. Que se sienten a hablar todos y decidan lo mejor para el país, pero mirando al futuro, sin importar que empiece un liberal, siga haciéndolo un colorado y el que venga, pero que se hagan las reformas, los cambios profundos y necesarios… Pero hay tantas cosas que podemos hacer…
–¿Con qué recursos?
–Un solo ejemplo te doy. En el 2023, por Itaipú, nos van a llover dos mil millones de dólares como si fuera una “lluvia del cielo”. Y podemos hacer un plan de inversiones a 15 años de 50 mil millones de dólares, que alcanzan para toda la infraestructura que nos falta para que esta realidad en la que vivimos, cambie. Son cosas importantes que debemos hacer para modernizar el país. Con eso se puede hacer todo, puentes, subterráneos, cloacas, rutas… todo lo que haga falta.
–Y hablando de obras necesarias. ¿Estás de acuerdo con el metrobús, con que se haga?
–No. No estoy de acuerdo para nada. Y soy uno de los culpables porque yo voté a favor en su momento. Lo que pasa es que la demora de la obra es brutal y eso le hace mucho mal a la gente…
–Volviendo al tema de la visita de Abdo Benítez al PLRA. ¿Cuál fue el tema principal que se trató en esa reunión?
–La justicia. Eso fue de lo primero que se habló. Es muy importante y urgente hacer el cambio en ese tema. Sin justicia, sin ordenarla y hacerla transparente, nada de lo otro se puede hacer… No hay nada…
EXPERIENCIA AMARGA
–Estuviste en el Parlamento por tres periodos y hasta llegaste a presidirlo, ¿cómo valorás la experiencia vivida?
–Como amarga. Muy amarga porque no pude hacer todo lo que quise hacer por el país. Porque yo estuve allí, pero con un voto; de los 45, yo era solo uno. O sea, de que cuando se habla de que tal senador va a hacer las reformas, no es cierto. El rol principal del senador ni siquiera es hacer leyes. ¿Sabías? El rol principal del Congreso es limitar la autoridad del Ejecutivo, evitar que el que ostenta el Poder Ejecutivo no se vuelva un dictador… Y les digo a todos los que están mirando ahora este programa, que están pagando los sueldos de los parlamentarios. Pagan el seguro de que el Gobierno no se convierta en una dictadura… Ese es el rol principal seguro de diputados y senadores, también hacer leyes. Aunque a mí no me gusta que hagan leyes porque ¡tantas leyes y no se cumplen porque no hay acuerdos! Por eso digo que no se pueden hacer muchas cosas… De todas maneras, algunas ideas mías se hicieron.
–¿Sí? ¿Cuáles?
–Por ejemplo, la Costanera fue una idea mía. Los primeros 10 millones de dólares con los que comenzó la obra fueron una donación del Reino de España, que nos dio entonces por los 500 años del descubrimiento. Cuando yo era el presidente de la Bicameral de Presupuesto y tenía que decidir dónde iría la plata, recuerdo que entonces ya habíamos destinado todos los fondos a Salud, educación, etcétera, y me sobraban 10 millones de dólares del Presupuesto. El presidente del Senado era Carrizosa, quien me llama a su oficina y me dice: “¡Che, Alfredo! ¿Qué vas a hacer con esos 10 millones de dólares? ¡Ponelos en educación!”. Y yo le contesto que: “¡A educación, no, porque es un barril sin fondo!”. Entonces, estábamos en el segundo piso del Congreso y miro por la ventana y veo el río… Y ahí dije: “¿Porqué no hacemos una Costanera?”. Entonces, él me dice: “¡Pero vos estás loco… ni Stroessner pudo hacer y nosotros vamos a hacer!”. En ese momento estaba en la oficina de Carrizosa también Margarita Morselli, a quien le parece una buena idea y entonces Carrizosa me dice: “¿Y con quién vamos a hacer?”. Entonces, yo le dije que le llamáramos mejor al ministro de Obras Públicas, que era Efraín Alegre, y ahí mismo lo llamé y le dije que queríamos hablar con él y que cuando pueda, fuera al Congreso. El respondió: “Ahora mismo”, y así fue, vino.
–Rápido.
–Sí. Enseguida vino a la oficina, y cuando llegó le dijimos: “Mire, ministro, tenemos diez millones de dólares para invertir y queremos que desde el Puerto hasta el Palacio de López comience la Costanera”. “¡No!”, me dice, “¡vamos a ir hasta el Botánico!”. Claro que no costó toda la obra esos 10 millones de dólares, sino más de 80 millones, y es una belleza… pero con eso y de esa manera empezó todo. Y, además, voy a contar algo que la gente no sabe… La idea de hacer el acueducto del Chaco también fue mía, con un préstamo español, creo que en la época de Wasmosy ya. Recién ahora están por terminar, ¡después de 25 años!
–¿Y por qué todo aquí es tan lento? ¿Cuál es la causa de que no se pueda hacer un presupuesto real y cumplirlo?
–Todo es lento porque no se llega a ningún acuerdo. Como te dije, para avanzar hay que ser capaces de sentarse y llegar a acuerdos, como en los países que avanzan. Acá se dice con razón: “Dos paraguayos, 3 opiniones”, así es imposible llegar a ningún acuerdo… También hay que replantearse el uso, la aplicación del dinero de los presupuestos. Es importante que empecemos a entender que es imposible seguir manejándonos como siempre, usando más del 60% del Presupuesto anual en gastos fijos, en salarios… Tiene que haber un acuerdo también en eso y que cada institución, cada ministerio, se comprometa a no tener más empleados, buscar maneras de generar empleo… Puede parecer antipático lo que dijo, pero no puede un empleado público ganar más que uno de empresa privada. Todo está al revés…