Alrededor de ochocientas personas se manifestaron ayer frente a la Municipalidad de Villarrica en repudio al traslado de la Terminal de Ómnibus hasta la compañía Lemos, distante a unos siete kilómetros del casco urbano. La gente se indignó porque todo apunta a que existe un gran negocio inmobiliario que representarían millonarias ganancias para el senador añetetista Rodolfo Friedmann Alfaro y sus “íntimos”.
Los manifestantes expresaron que la determinación del intendente Gustavo Navarro, del movimiento Honor Colorado, y de los nueve miembros de la Junta Municipal que votaron a favor de la aprobación del proyecto, perjudicará enormemente la economía de los trabajadores. Aseguran además que no se realizó un estudio previo de las ventajas y desventajas que podrían causar la construcción de cero de un nuevo sector para los ómnibus del transporte público.
“Estamos buscando el bienestar, el desarrollo y el bien común de toda esta gente necesitada y marginada de la terminal; aquí estamos nosotros para defender sus derechos”, manifestó el ex diputado César Marcelino Garcete.
Mencionó además que la anterior administración ya aprobó años atrás el plan y el presupuesto para la remodelación y modernización de la actual terminal ubicada en el centro de la ciudad guaireña, que tendría un costo aproximado de G. 4.000 millones. Sin embargo, los actuales administradores de la comuna prefieren dejar sin efecto el proyecto e iniciar una nueva obra.
“Como el proyecto de remodelación ya está todo licitado, no hay posibilidades de margen para ganar dinero. Entonces ellos quieren crear otra nueva terminal con previa adquisición de todos los fondos que rodean la nueva sede. Ese golpe burdo, esa jugada contra la inteligencia de la ciudadanía es la que queremos evitar”, señaló.
Grupo a favor
Durante la manifestación también estuvo presente un grupo reducido de personas que estaba a favor del traslado de la terminal. Las personas solicitaron que “dejen la ignorancia” y que se dé luz verde al progreso de la ciudad.
El negociado de Friedmann
Detrás del repentino interés de las autoridades villarriqueñas de trasladar la Terminal de Ómnibus a una zona totalmente alejada de la capital del departamento del Guairá, existiría un gran negocio inmobiliario que representaría millonarias sumas de dinero en ganancias para los que están detrás. Según fuentes confidenciales, el senador añetetista Rodolfo Friedmann sería uno de los principales promotores.
El equipo de La Nación se trasladó hasta la zona y pudo confirmar que las dos hectáreas que supuestamente serán donadas para la construcción están situadas en un lugar completamente despoblado, y el asfalto que pasa por el frente no supera los seis metros de ancho.
ÁREA ALEJADA DEL CASCO URBANO
Otro punto que destacar es que el terreno donde estará situada la nueva estación de buses queda por detrás de la avenida principal, es decir, está rodeada de terrenos que supuestamente ya fueron vendidos a los testaferros de Friedmann, quienes montarán sus empresas una vez terminada la obra de la terminal.
A juzgar por lo que se ve a primera vista, el proyecto en sí implicaría una inversión de aproximadamente US$ 2 millones. Para cubrir los gastos, los administradores de la comuna buscarían acceder a un millonario préstamo en la bolsa de valores.
Llamativamente, el proyecto de remodelación de la actual terminal no fue concretado porque los concejales no aprobaron la adquisición de un préstamo para ponerlo en marcha.