Entrevista: BRUNO MASI, edición: MARYCRUZ NAJLE, fotografías: ANÍBAL GAUTO
El invitado de hoy a La Nación Habla es el doctor Julio Daniel Mazzoleni Insfrán, ministro de Salud de la nación en la actualidad. En este breve resumen de lo que será la entrevista de hoy, a las 21:00 en GEN, nos habla de la situación de la salud pública y de las necesidades y avances a las que debe enfrentarse día a día.
– Antes de ser nombrado ministro de Salud, te desempeñaste en el Servicio de Reumatología del IPS y también en la práctica privada en tu especialidad. ¿Cómo fue que decidiste dejar todo para aceptar este cargo?
– Bueno. Con el presidente Mario Abdo Benítez fuimos compañeros de colegio y tenemos, además, una amistad de mucho tiempo. En un momento dado, cuando se postuló, así como ocurrió con otros grupos de profesionales, él me pidió que lo ayudara con el tema de salud, de medicina... Estuvimos aconsejándolo. Ese diálogo se fue profundizando hasta que llegó el momento en el que él me ofrece y confía este desafío que yo acepto. Y, desde entonces, estamos en este cargo de gran responsabilidad...
– Creo que debes haber sido uno de los primeros ministros anunciados por el presidente Abdo Benítez, lo que habla de que estaba decidido desde el comienzo... Pero antes de eso, también ocupaste la presidencia de la Sociedad Paraguaya de Reumatología...
– Sí. En dos periodos fue presidente de la Sociedad Paraguaya de Reumatología. Antes, también fui presidente del Centro de Estudiantes de Medicina de la UNA. Siempre he trabajado, me ha gustado trabajar en el ámbito gremial y compromiso con la sociedad y en ese ámbito he tenido unas experiencias muy positivas y enriquecedoras...
– ¿Qué es lo que te impacta o creés de vital importancia en la medicina de hoy, tanto en tu papel de reumatólogo como de flamante ministro?
– Realmente la progresión fantástica de la medicina moderna, de la medicina de alta complejidad, es algo que uno trata de seguir el ritmo, pero realmente las posibilidades que se van avizorando en el futuro, son realmente magníficas en el ámbito de la salud. Y eso contrasta muchas veces con las necesidades muy básicas que tiene nuestro país en salud en nuestro país. Quizás eso, el desafío de mejorar esa gran diferencia haya sido uno de los motivos por los cuales decidí a aceptar este cargo...
– ¿Y cómo está la situación en el Ministerio de Salud en general, en nuestro país?
– Con muchas necesidades muy importantes. Todavía tenemos unos indicadores muy duros, que duelen. Tenemos problemas muy serios de mortalidad infantil, por ejemplo. Tenemos muchas necesidades básicas que resolver. Muchos de nuestros niños fallecen todavía por enfermedades de causas prevenibles. Entonces, esa es una tarea ardua que tenemos que encarar con toda responsabilidad y esfuerzo.
– ¿Qué es lo prioritario en esa tarea, en un ministerio que abarca a todo el país?
– Creo que una de las cuestiones más importantes es que uno tiene que rodearse de gente que tenga sintonía con los planes que uno tiene. Primero debe ordenar la casa y después desplegar los planes que están trazados. Lo primero que hay que abordar y apuntar es a la prevención y previsión de las enfermedades más frecuentes en el país. Y apuntar al acceso universal a la atención de la salud de todos nuestros compatriotas.
– ¿Y esa tarea de prevención, se van a encarar campañas dirigidas a eso?
– Sí. Por supuesto. Y además, con la atención primaria de Salud (APT) que es una estrategia que se basa en estas Unidades de Salud familiar que son la puerta de entrada básica al sistema de salud. Y, los equipos de blanco que están ahí, son los que se insertan dentro de las comunidades, los que educan y enseñan. Ellos son los que tratan así de adelantarse a los problemas de salud y ayudar a detectar a tiempo también cualquier problema...
– ¿Y esa atención primaria qué comprende? ¿Cómo se organiza y realiza esa tarea por parte de los profesionales de la salud?
– Esencialmente, los funcionarios de Salud están formados para llevar a cabo esa tarea importante. Ellos se acercan a las personas y llevan, acercan lo planes a las comunidades. Estuvimos recorriendo mucho el país, palpando la realidad, las necesidades de cada región desde antes inclusive de la asunción del nuevo gobierno. Hemos podido ver de primera mano” las necesidades que tiene la gente. Nos hemos enterado y visto en realidad cuales son las dificultades, los problemas y lo que es más urgente en cada región. Eso ha sido determinante y muy enriquecedor para nosotros porque nos ha permitido ajustar también los planes trazados a las verdaderas necesidades.
– ¿Y qué encontraron principalmente en esos extensos recorridos por el país?
– Básicamente hemos encontrado muchas debilidades en nuestro sistema de salud. Hay problemas en el área de estructuras, de equipamiento y también en recursos humanos. Pero, al mismo tiempo, hemos encontrado en todo el país a gente con mucha mística, a funcionarios que trabajan con dedicación y afronta las dificultades ayudando a las personas. Hay gente que muchas veces pone hasta dinero de su bolsillo para llevar adelante los planes del Ministerio. Hay gente que está realmente comprometida con su comunidad. Y eso, para nosotros, es un espaldarazo muy importante para poder contar con ellos y conocer que hay gente que lleva muy dentro ese apego a las comunidades y las ayuda.
– Y yendo al ámbito familiar, tu esposa Chantal Agüero es médica también y ahora, con el ministerio y las responsabilidades, ¿te apoya y ayuda o en la casa no se habla de problemas?
– Mi esposa me acompaña siempre. Es una compañera que siempre me ha apoyado y estamos juntos tanto en nuestro proyectos conjuntos como particulares. Eso es muy importante para afrontar el desafío y la responsabilidad. Tenemos dos hijos, ellos nacieron en Estado Unidos y los cuatro somos muy unidos y nos apoyamos en todo...
– Al comienzo de tu administración anunciaron que se detectaron irregularidades, problemas con insumos y supuestos funcionarios infieles. ¿Cómo está esa situación ahora?
– Bueno. Esencialmente lo que encontramos es que unos funcionarios tenían con ellos unas órdenes de compra que estaban con una fecha alterada o antedatadas. Por eso, dichas órdenes tenían fechas de antes de nuestra administración, pero eran recientes y también venían con unas firmas de administradores anteriores de insumos estratégicos...
– ¿Y pensás que ese tipo de situaciones van a seguir apareciendo en el Ministerio?
– Me temo que sí. Constituyen la minoría de los casos, pero lamentablemente algunos círculos de corrupción en algunas áreas, pero estamos trabajando en ello para poner luego ante quien corresponda, las denuncias en el ámbito judicial...
– ¿Y cómo se puede o se piensa cortar con esos casos de corrupción o delitos cometidos por funcionarios?
– Creo que en primer lugar, tenemos un diagnóstico de algunas de las vulnerabilidades que tienen nuestro sistema, desde el punto de vista administrativo y de otros ángulos también. Y se logrará trabajando sobre eso, poniendo a gente que está comprometida con el trabajo y siendo muy cuidadosos y disciplinados. También apostamos mucho a la tecnología. Estamos gradualmente invirtiendo en la informatización de todos los procesos... Estamos ahora en ese menester...
– ¿Hay mayor control con la tecnología? Especialmente en algo tan importante como la compra de medicamentos, etc. es algo muy delicado...
– Es un tema complejo porque no se trata solo de comprar o tener un softward. Recordemos que los datos y cifras que se cargan, son realizadas por los recursos humanos, por lo que hay que trabajar mucho en eso.
– Y, yendo al tema de la atención de la salud, ¿Qué podemos esperar sobre la mejora en la atención de la salud en el país?
– Yo creo que hay que ser muy honesto y pienso que lo que uno puede hacer realmente en el tiempo que dura un periodo presidencial es comenzar a cerrar esa brecha de tantas necesidades en salud de la población. Es clave, como dice el señor presidente, estar cerca de la gente. No es solo un eslogan. Nosotros apuntamos a mejorar nuestra cobertura. Estas Unidades de Salud Familiar hoy tienen una cobertura aproximada del 40 por ciento de la población. Sería bueno doblar esa cifra y superarla, mucho mejor...
– Ese objetivo de duplicar la atención de salud al doble ¿es posible?
– Sí. Claro que lo es. Nosotros ya estamos trabajando en eso. Lo primero que tenemos que hacer es fortalecer las Unidades de Atención familiar que están en bastante mal estado. Estimamos que un 80% de ellas tienen problemas de infraestructura; otro porcentaje tiene problemas de equipamiento. Algunas no tienen ni siquiera completo su equipo de personal de blanco (médicos y enfermeros, auxiliares, etc). Por eso, en una primera etapa, vamos a fortalecer en ese aspecto y luego crecer en número...
– Justamente el tema del personal de blanco es siempre mencionado como un problema serio debido a que no hay tantos como hacen falta. ¿Piensan en ese aspecto?
– Sí. Tenemos un déficit en el personal de blanco, especialmente en enfermería. Y sobre todo, en las áreas rurales más lejanas. Los motivos son muchos, desde la falta de incentivos, la distancia, la inaccesibilidad, etc. Tenemos que trabajar para generar las mejores condiciones para que sea atractivo el trabajo. La voluntad política en ese sentido está expresada en el Presupuesto 2019, que se ha elaborado y hemos trabajado en ese sentido. El mismo prevé más fondos para el fortalecimiento de las Unidades de Salud, del personal de blanco, de médicos especializados que regresan del exterior, por ejemplo. Debemos hacer una búsqueda de talentos e ir mejorando el nivel de los funcionarios del Ministerio de Salud... También debemos solucionar y apoyar a hospitales de referencia como el INCAN, el de Niños.
– ¿Y cómo estamos en Paraguay en salud pública comparados con países vecinos como Argentina y Brasil?
– En general llevamos bastante atraso con respecto a ellos, pero hay que decir que en muchos de los índices de salud pública, se ha avanzado, como los de mortalidad infantil. Hay avances. Lo que se debe hacer es comenzar por mejorar la gestión principalmente y luego hacer una mayor inversión, en lo posible, en recursos. Y, sobre todo, hay que reformar el sistema de salud, porque aumentar por sí solo el presupuesto no alcanza para los niveles de eficiencia que necesitamos. Hay un déficit de presupuesto. El presupuesto actual de Salud orilla los 860 millones de dólares al año para toda la población más o menos. Mientras, el Instituto de Previsión Social (IPS) está cerca de los 1.300 millones de dólares por año, pero para un 20% de la población que son sus asegurados. Entonces, uno aprecia la inequidad entre los sistemas...
– También mencionaste varias veces la importancia de la tecnología como ayuda a la mejor atención...
Sí. Hay muchas maneras de optimizar la atención y otras cuestiones importantes en Salud a través de la tecnología. Debemos facilitar a los pacientes la atención, a los médicos organizar mejor los turnos, agendar, que los pacientes esperen menos. También ayudará a mantener un mejor control en los centros de atención sobre el stock de medicamentos; los directores sabrán cómo se están usando los recursos e insumos... La idea es mejorar integralmente la atención de la salud.