El actual procurador, un tal Coscia, especialista en facturas “mau”, utilizó la cuenta del pajarito para vanagloriarse de que gracias a su gestión al frente de la institución ya recuperaron unos 100 millones en favor del Estado. Lo que se olvidó de mencionar es que esa operación fue planteada por Ilo Moreno y ese recupero estaba previsto nomás luego, sin que él mueva un solo dedo. ¡De vendedores de humos estamos hablando y no macanas! Bueno, dime de qué estudio jurídico vienes y te diré cómo eres.
Muñequita anda histérico. Su patroncito, el contrabandista azucarado, ordenó que ni una palabra se mencione del caso FIFAgate que salpica a Ciffart, la empresa del Grupo, acusada de pagar sobornos a dirigentes deportivos.
Pasa que Luisito quiere seguir vendiendo la pose de impoluto e independiente y ante el reclamo que le hace la gente sobre su silencio sepulcral, al tema Ciffart-Vierci, le vuelve loco y hasta dice pavadas, como siempre. ¡¡Viva la prensa libre!!
Un tal Javi, otrora vocero del pillín Florerico, ahora devenido a cronista radial, se manda cada tanto algunas frases con ínfulas del rey de la honestidad. Al instante, los muchachis le recordaron algunos chanchullos que hacía a través de la EBY con el cuñado del nuevo procurador. Es bueno pontificar, pero con semejante currículum, mejor quedate calladito.
En el nuevo espacio onda diario Patria, pero en versión radial, aprovechando la bondad de Don Humberto, los dos polluelos se pasaron alabando la idea de Nicanor de cómo ñandeko usará los fondos para la publicidad. Claro, estos ya están anotados para el paquete de apertura de canilla que se viene.
¿Será que el ex tendota usará el mismo criterio de despilfarro cuando ordenó a Bernal en Itaipú gastar 40 millones de dólares para los amigos de la prensa?
Dicen que Beto, el nuevo mandamás de la Dinac, encontró en caja de la institución la friolera de 30 millones de los verdes gracias a la buena gestión anterior. Tan entusiasmado está Betín que estima que esos fondos le alcanzarán para una nueva terminal aérea y fue a convencerle a Marito que en dos años ya tendremos un nuevo aeropuerto.
Los que saben del negocio de cuánto cuesta una terminal aérea, acorde a los estándares internacionales y aprovechar la ubicación estratégica de nuestro país, afirman que con ese monto no llegamos ni para una nueva pista. Menos humo y más realidad señores.