• POR LOURDES PINTOS
• Periodista
• lourdes.pintos@gruponacion.com.py

El burocrático pro­ceso en el sistema de adopción en Paraguay es normalmente criticado por muchas per­sonas que desean adop­tar a un niño, inclusive es utilizado como excusa para evitar realizar los correspondientes proce­sos y optar por las adop­ciones clandestinas. Pero en varios de los casos, la exigencia de los futuros padres hace que muchos niños, niñas y adolescen­tes se queden sin hogar por el simple hecho de no con­tar con las características que ellos desean.

Según Luis Valiente, direc­tor interino del Centro de Adopciones, dependiente de la Secretaría Nacional de la Niñez y Adolescencia, actual­mente cuentan con 23 niños en espera de ser adoptados, quienes son considerados de “adopción prioritaria”. Por el otro lado, existen 105 postu­lantes, aunque estos aguardan a que aparezca un niño o niña que llene sus expectativas.

Son consideradas como “adopciones prioritarias” aquellos niños, niñas o adolescentes de entre seis y doce años, adolescentes de entre trece a diez y siete años, grupo de hermanos, aquellos con necesidades especiales, problemas de salud, alguna discapacidad o con VIH.

Según el artículo 11 de la Ley 1136/97, regla­mentada por resolución del consejo directivo del Centro de Adopcio­nes Nº 5 /2011, se esta­blece que dicha institu­ción insta a las personas a que soliciten la adop­ción de los niños mayo­res de seis años de edad o que se encuentren con algunas de las caracterís­ticas mencionadas ante­riormente.

El propósito de la norma­tiva es lograr que los plazos de adopciones sean meno­res a lo que normalmente se tiene acostumbrado, ya que una vez reunidos todos los requisitos, la adopción puede concretarse. El prin­cipal objetivo es proponer a estos niños y adolescen­tes una familia especial que les pueda brindar el cariño, la protección y los cuidados necesarios que por algún motivo no pudie­ron hallarlo con sus verda­deros progenitores.

Cuando una familia toma la decisión de adoptar un chico perteneciente a este grupo, el trámite se eleva ante el consejo de Centro de Adopciones para su pos­terior aprobación. Los soli­citantes en estos casos son evaluados y propuestos en forma diferenciada.

En ese sentido, se desarro­llan charlas, capacitacio­nes, talleres informativos, socializaciones e intercam­bios de experiencias, tanto a interesados como a los personales de salud. Se for­talecen los contactos con fundaciones de autoayuda a personas portadoras del virus VIH, como también son las encargadas de brin­dar todas las informaciones necesarias en cuanto a los pasos que deben seguir los posibles adoptantes. Una vez finalizado este proceso, un profesional de trabajo social se constituye hasta el domicilio de los postu­lantes para una evalua­ción socioambiental, a fin de verificar el ambiente en el que vivirá el niño.

Son varias las interrogantes que surgen cuando se toma la decisión de adoptar un niño, niña o adolescente. Tanto para las adopciones prioritarias como para los demás procesos, existe una serie de requerimientos que deben cumplir los futuros padres. Por eso, es impor­tante conocer que según la Ley 1136/97 de adopciones, tanto hombres como muje­res pueden ser adoptantes, independientemente a su estado civil. Tendrán prefe­rencia en igualdad de condi­ciones los matrimonios, las uniones de hecho y las muje­res. Los cónyuges deberán tener tres años de matrimo­nio y las uniones de hecho, como mínimo, deberán con­tar con cuatro años de vida en común.

El primer paso a seguir es presentarse hasta el Centro de Adopciones para el aseso­ramiento previo del proceso legal, se completa un formu­lario con todas las documen­taciones solicitadas, pos­teriormente las personas interesadas son evaluadas por profesionales del área de psicología para deter­minar si están o no prepa­radas para ser padres; ade­más, se toma nota del perfil del niño o adolescente que buscan adoptar.

Una vez presentado el for­mulario con los documentos requeridos, pasan el proceso de evaluación favorable­mente, la solicitud es pre­sentada al consejo directivo para su aprobación. En caso de ser aprobada, los intere­sados pasan a ser de solici­tantes a postulantes y de postulantes a padres por adopción. Una vez concre­tado el proceso, sus nombres ingresan a la lista de espera para cuando haya un niño declarado por el juzgado en estado de adoptabilidad.

Actualmente, el Centro de Adopciones tiene 30 recomendaciones para declaración de estado de adoptabilidad que fueron presentadas ante los diver­sos juzgados del país; esto podría tardar varios meses o unos años (12, 24 y hasta 36 meses), ya que antes de emitir un fallo, se busca la posibilidad de que el niño o adolescente quede dentro del entorno familiar. Una vez agotadas las instan­cias y dictada una sentencia favorable, ya se procede al juicio de adopción, que por lo general tarda menos que el anterior proceso.

Por lo general, algunos de los motivos por los cua­les es negada la adopción a los solicitantes son la falta de las documentaciones requeridas, el ambiente de convivencia no adecuado o las recomendaciones emi­tidas por los profesionales del área psicológica.