Productores de Nueva Colombia, Altos y Loma Grande afirman que disminuyeron su producción agrícola desde la puesta en marcha de la fábrica de carburo de silicio. Encargado del puesto de salud dice que hay 50 registros de pacientes con síntomas de picor en los ojos, cefaleas, náuseas, vómitos y lesiones en la piel.
Pobladores de Nueva Colombia, Altos y Loma Grande no solo denunciaron a la planta electrointensiva Archer SA por despedir un desagradable olor, principalmente por las noches, sino tienen fundadas sospechas para afirmar que la comunidad está bajo riesgo de sufrir daños permanentes en su salud y en los cultivos productivos de la zona.
La Nación publicó ayer las denuncias de residentes de Nueva Colombia, Altos y Loma Grande, quienes sostienen que la planta de producción de carburo de silicio emite un olor nauseabundo que está afectando la calidad de vida en la zona. Un equipo periodístico constató que efectivamente el olor es insoportable.
En lo que respecta al impacto agrícola, Gustavo Taboada, poblador de Inglés Cué, compañía de Nueva Colombia, manifestó que coincidentemente con la puesta en marca de esta empresa empezó a disminuir su nivel de producción de tomate y mandarina.
"Anteriormente cada planta de tomate producía 4 kilos desde hace unos 20 años; sin embargo, desde la instalación de esta fábrica mi producción raramente comenzó a disminuir y ahora produce 1 kilo por cada planta. Para mí era un ingreso seguro, ya que mi producción era de unos 16 mil kilos, venían compradores de todos lados por la calidad del producto, pero eso se acabó", sostuvo bastante molesto el poblador durante la visita del equipo periodístico de La Nación.
Agregó además que llegaron hasta su finca técnicos del Ministerio de Agricultura, quienes percibieron un "polvillo negro" que copaba las hojas de las plantas. Ante consultas de si se trataba de una quemazón en esa parte, respondió que no, pero sin tener una respuesta concreta por parte de los profesionales. Con relación a la plantación de mandarinas, manifestó que ni siquiera volvieron a tener frutos.
Por su parte, Andreas Pfeifer, también productor de la zona, mostró su preocupación por la instalación de esta fábrica, ya que el poblador cuenta con una plantación de diferentes árboles frutales y nativos.
"Tengo más de 50 mil árboles entre Altos y Loma Grande y Nueva Colombia, reforestamos toda esta zona hace 10 años y estamos preocupados. Si bien hasta ahora no tenemos pérdida, conocemos personas que sí presentan pérdidas en su producción", expresó Pfeifer.
EN EL GOBIERNO DE FRANCO
Llamativamente, en los gobiernos de Fernando Lugo y Federico Franco (2010 e inicios del 2013) se aceleraron los trámites, las documentaciones y todas las autorizaciones pertinentes para que opere Archer SA en el distrito de Altos. Heriberto Osnaghi se desempeñó como titular la Seam en el gobierno de Franco (desde el 27 de junio de 2012 hasta agosto de 2013), en reemplazo de Óscar Rivas, quien estuvo al frente por más de tres años. Antes de ser ministro, Osnaghi se desempeñaba como director del Medio Ambiente de la Gobernación de Central, cuando Federico Franco era gobernador de este departamento.
La intendenta actual de Nueva Colombia es Lida Rosa Escobar, del PLRA; el intendente de Altos es Juan Félix Ramírez, del PLRA, y el de Loma Grande es Carlos Luis Vera Cárdenas, de la ANR.
LA SEAM INTERVINO ARCHER
Debido a denuncias en 2017 de pobladores, en los primeros días de enero de 2018 los fiscalizadores de la Secretaría del Ambiente intervinieron la empresa Archer SA, que se dedica a la producción de carburo de silicio. En su informe, la Seam indicó que cometió una infracción a la Ley 294/93 de Evaluación de Impacto Ambiental. Recordó además que su habilitación ambiental se dio con con el mandato de Federico Franco.
"Durante el recorrido de los técnicos de la Seam verificaron que se encontraban en funcionamiento hornos consistentes en conductores eléctricos que se encuentran al aire libre, asimismo el proceso de cocción es realizado en todo momento en la intemperie sin contar con ningún tipo de captación de gases y, dicho gas, en el momento de la verificación emitía un olor fétido", indicó.
Por otro lado, en la parte perimetral del proyecto se constató la impregnación de los materiales de materia prima y producto final en los caminos vecinales o vía pública por motivo de arrastre de agua pluvial. "También se observaron residuos acumulados del proceso de producción, los cuales se escurrían en el suelo hasta una propiedad colindante al proyecto", añadió.
"En cuanto a los efluentes generados en el proceso físico de decantación, para luego ser acumulados en una pileta, tiene una abertura para desborde. Asimismo, en el sector de triturado del producto final se observaron extintores vencidos", dice el comunicado.
Con el último recorrido de los funcionarios de la Seam constataron que dentro del predio se encontraba una subestática y transformadores de potencia. Adelantaron que los antecedentes iban a ser remitidos a la Dirección de Asesoría Jurídica para los trámites correspondientes, que dictaminará la multa por la infracción a la Ley de Evaluación de Impacto Ambiental. Anunciaron, además, que la copia del acta sería remitida a la Unidad Fiscal Especializada en Delitos Ambientales del Ministerio Público.
LA LEY SANCIONA LA CONTAMINACIÓN CON GASES
La Ley 716/95 sí sanciona la contaminación a través de la emisión de gases. En el artículo 7º incluso estipula una pena carcelaria de hasta cuatro años además de una determinada multa. El informe de la Seam emitido este año tras una intervención a la firma, expresa que efectivamente la misma produce gas que "emite un olor fétido".
Por otro lado, Archer SA es una sociedad constituida entre las firmas Sicbras Paraguay SA, subsidiaria de la empresa matriz Sicbras Carbeto de Silicio do Brasil Ltda., de capital 100% brasileño y el grupo multinacional francés Saint-Gobain Group. Es importante mencionar que, llamativamente, Saint-Gobain es reconocida mundialmente por fomentar la protección ambiental a través de la sostenibilidad en las edificaciones y sus productos.
DIRECTIVOS DE ARCHER SA RESPONDERÁN HOY
Representantes de la empresa Archer SA contactaron ayer con la redacción para avisar que iban a dar su versión. A través de su jefe de prensa, Alfredo Cantero, manifestaron que remitirían un escrito para explicar y responder a las denuncias de los pobladores de Loma Grande, Altos y Nueva Colombia; de las que se hicieron eco nuestro diario en la edición de ayer. Ante la insistencia de La Nación, Cantero explicó que recién hoy tendrían listas las respuestas.
Antes de la publicación de esta serie, un equipo periodístico de La Nación se trasladó hasta la planta industrial e intentó llegar hasta los portones de la firma para obtener la versión de los directivos o encargados, pero esto no fue posible debido a la nula señalización de Archer SA y también por el dispositivo de seguridad montado en los alrededores.
Durante el recorrido, nuestro móvil (con logo) se cruzó con un vehículo que, según los vecinos, era de la jefa de Recursos Humanos de la firma. Además, poco después apareció una patrullera de la Policía Nacional y, sin dar explicaciones, siguió al equipo periodístico por cierto tiempo. El reportero realizó las tomas gráficas de la planta sin problemas. Es decir, de alguna forma se enteraron de la presencia de La Nación.
Reportan casos de cefalea, vómitos y picor en los ojos
Los problemas de salud se asocian a la emisión de gases tóxicos por parte de una procesadora de carburo de silicio.
Denuncias de graves secuelas en la salud de los pobladores de Nueva Colombia, Altos y Loma Grande también son reportadas de manera coincidente con la puesta en marcha de la cuestionada fábrica Archer SA, una multinacional instalada con la venia del entonces presidente de la República, Federico Franco, y que abarca estos tres municipios del departamento de Cordillera.
El doctor Gustavo Micheletto, de la zona, explicó a La Nación que existen al menos 50 registros de pacientes que han presentado síntomas de cefaleas, náuseas y vómitos, además de picor en los ojos y lesiones en la piel, asociados con elementos contaminantes con fuertes sospechas de que provendrían de la planta electrointensiva.
"Tenemos más de 50 registros y ahora que volvieron con la actividad también hay casos nuevos. Pero si uno sale a buscar va a encontrar mucho más y los síntomas que la gente cuenta son cefalea, náusea y vómito casi a todos les dan. A algunos les da ardor de ojos y lesiones en la piel también. No es solamente el olor que expide la fábrica, hay síntomas y la resistencia a los agresores (químicos) es distinta. Hay gente que tolera en su casa y otros que tienen que salir de la casa por no soportar", manifestó el profesional.
Micheletto comentó que es médico de un puesto de atención primaria de salud en la jurisdicción de Altos. Mencionó que los malestares son observados en niños y adultos.
Dijo que antes de la habilitación de dicha fábrica los pobladores no presentaban estos problemas de salud. "Yo soy el médico de la comunidad y la gente se me queja del olor, que cuando viene ese olor tienen esos síntomas en toda la familia y se desesperan", añadió.
MUERTE DE ANIMALES
El doctor contó que también atendió casos de personas que tras haber frecuentado el arroyo de la zona presentaron lesiones en la piel. "El otro aspecto que veo llamativo es la muerte de muchos animales en la primera apertura de la empresa, desde ganados que nacieron muertos y de gallinas. Y ahora que empezaron a trabajar ya hubo otra vez una serie de gallinas que murieron", indicó.
Los gases tóxicos provenientes de la polémica fábrica alcanzan a pobladores de Nueva Colombia, Altos, Loma Grande, y al mismo tiempo ya están llegando a Matiauda, en las inmediaciones de San Bernardino.