Invitada para la apertura de la escuela de Formación Política para Mujeres Líderes, la especialista en Ciencias Políticas y Sociales, Flavia Freidenberg, habla respecto a la importancia de la paridad dentro de la política, así como al rol que deben cumplir los partidos políticos para lograr el empoderamiento de las mujeres. También enfoca la actualidad en América Latina sobre la participación del sector femenino en el campo electoral, donde considera que se está dando una "revolución silenciosa".
–¿Cómo observa la participación de las mujeres en la política en América Latina?
–Las mujeres participan mucho, el problema es que no acceden a las candidaturas y esta ha sido la tendencia en América Latina, porque a los partidos políticos no le gustan las mujeres y entonces se les tuvo que obligar a poner mujeres en las candidaturas a través de las leyes. Desde 1991, cuando Argentina aprueba la Ley de cupos mínimos se ha venido desencadenando en la región toda una serie de mecanismos de aprobación de leyes que hacen que los partidos tengan que ponerlas en las candidaturas. Desde esa fecha, 17 países han aprobado estas leyes salvo Paraguay, Guatemala y Panamá, entonces esto hace que las mujeres tengan más dificultades de que accedan a la política, porque son como los porteros que dificultan que las mujeres lleguen a las candidaturas y si esto no ocurre no se les puede elegir, se debe conseguir que esto sea cancha pareja.
–¿Por qué cree que a los partidos políticos no les gustan las mujeres?
–La política en América Latina ha sido cosas de hombres y los partidos de alguna manera fueron controlados por hombres y donde se cree que las mujeres no están capacitadas, que no les hacen ganar elecciones. Yo siempre digo que el día en que los partidos entiendan que las mujeres son competitivas y les pueden hacer ganar elecciones seguramente pondrán más mujeres en las listas.
–¿Por qué es importante la paridad dentro de la política?
–Lo que dice es que la sociedad es paritaria en el número. En el caso de Paraguay, el 49 por ciento son mujeres y 51 por ciento son hombres. La distribución de la sociedad es binaria, entonces lo que no está bien es que el 49 por ciento de la población solo tenga un 10 por ciento de las bancas, eso está diciendo que hay un grupo que está subrepresentado. La democracia no es posible sin mujeres, no es posible cuando un grupo mayoritario de la población no tiene derechos políticos efectivos.
–¿Son muchos los obstáculos para la incursión de las mujeres en la política?
–Hay muchísimos obstáculos en Paraguay y en algunos países de la región para las mujeres que quieren hacer política. Históricamente nos han enseñado que los espacios públicos son para los hombres y que las instituciones privadas, el cuidado de la familia son los espacios predominantemente de las mujeres y esa idea la tenemos en la cabeza y la reproducimos en la política. Abogo por una revolución cultural en América Latina, ya se está dando, creo que hay una revolución silenciosa que no lo vemos, pero que esta ahí. Hay que eliminar estereotipos las ideas concebidas sobre los roles que hombres y mujeres tienen que ejercer y hay que dejar que las mujeres participen, aprendan y compitan en igualdad de condiciones. Si no lo hacemos, seguimos relegando y seguimos estando en el siglo XIX y tenemos que hacer que nuestras instituciones sean del siglo XXI.
–¿Cómo deben ayudar los partidos políticos a las mujeres para lograr el empoderamiento?
–La manera en que los partidos políticos pueden lograr el empoderamiento será con la aprobación de la paridad, porque esto los autoobliga a poner mujeres en las candidaturas y la sociedad civil deberían ser bulldog de la paridad, la ciudadanía debería ser los controladores de que los sectores políticos pongan mujeres en las candidaturas. Evidentemente esta ley en Paraguay no sería para estas elecciones generales, sino para las municipales, pero hay que empezar exigiendo compromiso de los partidos con las mujeres.
–¿Considera que la eficiencia de la gestión púbica pasa por la cuestión de género?
–Yo creo que si no le prestamos atención al género, no le estamos prestando atención a las dimensiones básicas del desarrollo y bienestar de una comunidad, el género no es solamente binario de hombre y mujer, el género también son otros géneros que exigirán derechos, y ya los están haciendo. Yo creo que una sociedad que respeta los derechos civiles de su comunidad, es una sociedad más desarrollada y con mejor bienestar.
–¿Cómo se puede fortalecer la democracia interna de un partido?
–Paraguay tiene el sistema de primaria muy institucionalizado y eso es uno de los instrumentos básicos para garantizar la democracia interna, eso en la dimensión de la competitividad. Ahora el problema de los partidos latinoamericanos es que aunque sean competitivos, como los paraguayos todavía tienen pendientes el tema de la inclusión, sino ponen mujeres en las candidaturas son excluyentes entonces tenemos que trabajar en las otras dimensiones de la democracia interna no solo en que sean competitivos, lo cual esta muy bien, pero todavía está pendiente el tema que sean incluyentes.
–¿Es importante la carrera política de un aspirante a cargo electivo?
–Eso es uno de los elementos más importantes. La experiencia política previa es uno de los elementos que más puntúan para acceder al cargo. Esto porque la gente los conocen, tienen relación con la comunidad, porque ya los vieron en otros cargos. Por eso hay que dejar, por ejemplo, que las mujeres lleguen al cargo para que luego las vayan conociendo, porque muchas veces se dice que las mujeres no están capacitadas, y eso pasa porque no las dejaron acceder a los cargos.
–¿Es positivo para un país contar con varios partidos políticos?
–Claro, es fundamental, sin varios partidos políticos competitivos, plurales, no se tiene democracia. Los partidos que más duran en el tiempo son los que consiguen tener sostén en el electorado. Los que representan normalmente divisiones que están presentes en la sociedad, los que construyen identidad con sus militantes, con su gente. En el resto de América Latina, ser tradicional está mal visto, es algo malo, pero aquí parece que es algo bueno. Más que ser tradicional es como hacer que perduren en el tiempo. Yo creo que los partidos políticos que perduran son los que tienen capacidad de adaptación, son los que consiguen adaptarse a las circunstancias, de reconstruir su identidad y vínculo con el electorado.
–¿Por qué un sector de la ciudadanía ha generado rechazo hacia los partidos políticos tradicionales?
–El concepto de tradicional en América Latina es un concepto negativo, no es positivo porque los partidos políticos han aprovechado, controlado el poder de manera férrea, han gobernado y no han dado los resultados que se esperaban, han estado involucrados en casos de corrupción. La gente se ha desilusionado con los partidos políticos y entonces lo que han generado son reacciones de alejamiento.
PERFIL
Doctora en Ciencias Políticas por la Universidad de Salamanca y Máster en Estudios Latinoamericanos por la misma Universidad.
Profesora del Posgrado en Ciencias Políticas y Sociales de la UNAM.
Editora Asociada de Política & Relaciones Internacionales de Latin American Research Review de Latin American Studies Association (LASA).
Fundadora de la Red de Politólogas NoSinMujeres (2016) y del Grupo de Investigación sobre "Partidos y Sistemas de Partidos en América Latina" (2009).