• Por Felipe Goroso S.

Permanentemente se recurre a la figura de los 100 días como un hito de los primeros tres meses y un poco más de cada nueva administración que asume la titularidad del Poder Ejecutivo. Se habla de los 100 días como un solo gran hito. Sin embargo, soy de los que creen que en reali­dad se da a la inversa, los 100 días es un conjunto de varios hitos. Es oportuno señalar que la política y la adminis­tración pública se juegan en equipo. En este caso, esta­mos hablando del Gobierno del Paraguay liderado por el presidente de la República, Santiago Peña, quien es el conductor.

Apenas hacía 24 horas de haber jurado como presi­dente y la primera activi­dad que puso en la agenda de debate público fue la de inaugurar una liturgia nunca antes hecha en nuestro país: la lectura de cuen­tos en las escuelas. Lo hacía en compañía del ministro de Educación, Luis Fernando Ramírez. Dicho momento comunica y bastante: en primer lugar, la importan­cia que le da Peña a la educa­ción, tema que sin duda fue uno de sus principales ejes en campaña electoral. A la par, hay que decir que las jor­nadas de lectura de cuentos en las escuelas se inscriben dentro del Plan de Promo­ción de la Lectoescritura Ñe’êry, que tiene entre sus objetivos principales ele­var los promedios que tiene nuestro país en lo que hace a comprensión lectora. 8 de cada 10 niños paraguayos no comprenden lo que leen. El programa incluye la instala­ción de espacios de lectura en las aulas, además de distri­bución de materiales de lec­tura y mucho trabajo peda­gógico de las maestras en las aulas. Todo con el acompa­ñamiento de las familias.

Otra de las áreas sensibles y que son de indelegable res­ponsabilidad del Estado es la seguridad. En ese punto, el Ministerio del Interior, con Enrique Riera a la cabeza, acaba de anunciar el for­talecimiento de uno de los grupos que más confianza ha sabido ganarse en la ciu­dadanía, el Grupo Lince. Se acaba de anunciar la salida a las calles de 600 linces más y de llegar a duplicar esa cifra para el mes de marzo. Sin duda se apunta a cumplir otra de las promesas de cam­paña: devolverle a la pobla­ción la sensación de seguri­dad e ir disminuyendo las altas y preocupantes cifras que dejó el gobierno anterior en lo que hace a casos de asal­tos, robos y hurtos.

La tercera pata de los ser­vicios que debe proveer el Estado es la de la salud pública. La cartera a cargo de María Teresa Barán ha ampliado el sistema de aten­ción nocturna en los hospi­tales, está desarrollando planes preventivos con­tra lo que podría ser una epidemia de dengue y está cumpliendo con el pago de la multimillonaria deuda que dejó el gobierno ante­rior con los proveedores. Otro punto relevante es la defensa de los intereses del Paraguay ante el meca­nismo Covax, buscando que el mismo devuelva los recur­sos que se transfirieron por vacunas contra el covid que nunca llegaron.

Este resumen no estaría completo si no menciona­mos la sucesiva reducción en el precio del combusti­ble en las estaciones de ser­vicio Petropar y su impacto directo en los emblemas pri­vados. La potenciación del proyecto Tekoporã Mbarete impulsado por el Ministerio de Desarrollo Social. Las casi 6.800 casas entregadas e iniciadas por el MUVH y el objetivo de llegar a 20 mil viviendas por año.

Todos los mencionados son ministerios con gestión de altísimo impacto social, cada uno con tremendas compleji­dades desde lo político y tam­bién desde lo administrativo y financiero. Sin embargo, para ser justos hay que decir que no son los únicos y todos tienen una narrativa que pueden instalar desde la comunicación guberna­mental, sin duda alguna de las ramas mas vitales de la comunicación política.

Otro punto relevante es la defensa de los intereses del Paraguay ante el mecanismo Covax, buscando que el mismo devuelva los recursos que se transfirieron por vacunas contra el covid que nunca llegaron.

Este resumen no estaría completo si no mencionamos la sucesiva reducción en el precio del combustible en las estaciones de servicio Petropar y su impacto directo en los emblemas privados.