- Por Felipe Goroso S.
El delirium es una forma grave de la abstinencia alcohólica. Involucra cambios repentinos e intensos del sistema nervioso o mentales. Se puede presentar cuando la persona deja de beber después de un periodo de consumo excesivo de alcohol, especialmente si no ingiere suficiente alimento. También puede ser causado por un traumatismo craneal, infección o enfermedad en personas con antecedentes de alto consumo de alcohol. Los principales síntomas que presenta este síndrome son una desintegración de la conciencia en que aparecen alucinaciones visuales, delirios, labilidad emocional y estupor. Temblores, agitación psicomotriz y convulsiones también son frecuentes.
Una persona con delirium puede sufrir de ansiedad, miedo o desconfianza hacia otras personas, depresión, mal genio o ira, sensación de euforia, falta de interés y emoción, cambios repentinos en el estado de ánimo, cambios en la personalidad y, atención a esto, ver cosas que otras personas no ven.
Estamos por llegar a los 30 días de las elecciones generales y departamentales y cualquiera creería que la borrachera la tendrían quienes ganaron holgadamente, pero como en Paraguay tenemos una irrefrenable pasión por aniquilar todas las teorías posibles, acá son los derrotados quienes se pusieron en pedo para ahogar sus penas. Y al parecer, y a pesar de haber intentado yerar no lo están logrando, al menos es lo que evidencian los hechos. La derrota fue de tal magnitud que también incluyó a los grupos de medios de comunicación y a algunos de sus principales exponentes. Desde experimentados y multipremiados que afirman que “el que perdió fue el país y no la prensa libre”, a cabezas de centros de pensamiento que fueron incubadora de candidaturas de la hoy ya extinta Concertación y que dejan por escrito su admiración al dictador, o comisarias políticas de grupos de medios autonombradas analistas que ahora son tuiteras comentaristas de sucesos, hasta tuiteros autonombrados analistas cuyas principales medallas son impuestas con cada respuesta que consigue de autoridades electas que contribuyen grandemente a hacerlos conocidos en vez de ningunearlos. A todos estos hay que sumar a los conductores de programas en prime time que prefieren hacer de barras bravas, ya que es lo que les permite su limitado coeficiente intelectual. El delirium es total.
Mientras que los ganadores ya están trabajando en la articulación del gabinete de la próxima administración, los derrotados siguen enfrascados en su delirium que les hace dar por cierto cuestiones que solo existen en su averiada psiquis. Obviamente, esto será agradecido por la Asociación Nacional Republicana, como no ver con agrado cuando un contrincante no solo comete errores, sino que además reincide en ellos con admirable fanatismo.
Con este nivel de sesudos análisis, es de esperar Partido Colorado por mucho tiempo más. Muchísimo. Y por supuesto mientras en un lado se ve sobriedad, en el otro se ve un estado de profundo delirium tremens.
Mientras que los ganadores ya están trabajando en la articulación del gabinete de la próxima administración, los derrotados siguen enfrascados en su delirium que les hace dar por cierto cuestiones que solo existen en su averiada psiquis.
Estamos por llegar a los 30 días de las elecciones generales y departamentales y cualquiera creería que la borrachera la tendrían quienes ganaron holgadamente pero...