• Por Josías Enciso Romero.

Si Plutarco hubiera nacido en nuestra época, y con el valor agregado de disfrutar de nuestra hospitalidad paraguaya, ¡qué de vidas paralelas escribiría! Pero a diferencia de la obra original en que realiza comparaciones biográficas entre grandes hombres griegos y sus pares romanos, como guía moral para los ciudadanos de aquellos primeros cien años de la humanidad, en este caso, tendría que dedicarse a un trabajo más lucrativo estableciendo dos líneas rectas entre vicios y virtudes de unos y otros, o las contradicciones dentro de una misma persona y en el mismo plano. Sería algo así como una confrontación interior entre lo que fue y lo que es. Nuestro historiador y filósofo se volvería rápidamente millonario en un mundo que vive pendiente de Shakira y Gerard Piqué. ¡Ni que fueran Marco Antonio y Cleopatra! Por supuesto, tendría que cambiar su estilo de erudito buceador en el pasado de sus personajes elegidos, optando por la ironía y el sarcasmo. Eso sí, manteniendo siempre el nivel y la calidad de su prosa. Aunque, de vez en cuando, decida introducir algunos modismos callejeros para la alegría canina. Obviamente, sin caer en los extremos del gran maestro Lope de Vega, quien alegaba en su “Arte nuevo de hacer comedias”: “Como las paga el vulgo…”. Y hasta ahí nomás porque, como estamos en modo “inclusive”, la legión de necios podría ofenderse.

Pero vayamos a lo nuestro. Plutarco abriría una galería de celebridades análogas. No analógicas, porque algunos nunca superaron la era de la combustión a leña. Haría su entrada triunfal con “Soledad Núñez versus Soledad Núñez”. Tendría material para tomos más numerosos que la Enciclopedia Británica. Este último aporte es de mi vecino, el inigualable don Cecilio. Siempre tiene el lápiz a punto y con afilada punta para algunas “acotaciones al margen” o “colaboraciones espontáneas”. Hasta ya me insinuó algunos posibles paralelismos a nivel nacional e internacional. O locales opuestos a visitantes. Aunque carezco de la habilidad investigativa y la paciencia de don Plutarco, usurparé su lugar en algunos casos muy puntuales. Total, plagiar es la última onda, ya que sin empacho el candidato de la Concertación Nacional opositora, Efraín Alegre, pirateó el lema “Escuchar para gobernar” de la Gobernación de Caldas, Colombia, como si fuera un invento de su creación. Menos mal que se pasa repitiendo que combate la mafia.

La carrera pública-política de la candidata a la Vicepresidencia de la República de Soledad Núñez, acompañando a Efraín Alegre, podríamos dividirla en etapas, siguiendo la clasificación utilizada por el mundo occidental y cristiano: EC (era Cartes) y DC (después de Cartes). Cartes es Horacio, claramente. Lejos, repito, de la minuciosidad de Plutarco, haré alusión a las referencias más notorias. Veamos:

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EC: -”Cuando apareció la oportunidad de asumir la cartera (Secretaría Nacional de la Vivienda y el Hábitat, en ese entonces, 2015), lo primero que pensé fue cómo yo, siendo tan crítica desde el otro lado, desde las graderías, mirando el partido, podía decir que no y dejarlo de jugarlo. Decir que ‘no’ iba a ser una de las mayores incoherencias de mi vida”.

DC: -”Horacio Cartes es un peligro para la democracia” (2022).

EC: -”Doy fe de que estamos llevando adelante una política a nivel institucional trasparente y clara, y que no tenemos ningún tipo de presión que pueda inclinar la balanza” (2015).

DC: -”Necesitamos un Estado que le ponga límites al cartismo. Vimos una mayor concentración de poder” (2022).

EC: -”Me parece positivo que un nombre como el de Santiago Peña suene como una posible precandidatura por el Partido Colorado, sobre todo, es una persona joven que viene de una trayectoria y una experiencia muy positiva al frente del Ministerio de Hacienda” (2027).

DC: -”Santiago Peña es como una figura repetida, tuvo su proceso de opción en su momento”.

Y añadimos nosotros: Como Santiago Peña, el actual candidato a la Presidencia de la República por el Partido Colorado, ya es una figurita repetida no encontró mejor candidato que Efraín Alegre. Una figurita “nueva de novedad”. Se candidató en el 2013 y perdió. Se candidató en el 2018 y perdió. Pero desde la perspectiva de la “imagen renovada de la política”, o sea, la “Sole”, esos procesos de opción no sirven. Eran solo ensayos. Experimentos. Ahora que ella es la dupla de la pareja ideal, todo vuelve a empezar. Estas son nuevas elecciones, ¡carancho!, explotó la esposa de Bruno Defelippe, fiel alumno de “M barakaja” Cáceres Almada (Alejandro) y Aníbal Fernández, quien, al escuchar la frase “libertad de expresión”, saca su revólver, parafraseando a Herman Göring, fundador de la Gestapo. Tal para cual.

Así las cosas, dentro de algunos meses tendremos que dividir la línea del tiempo de Soledad Núñez entre AE y DE (antes de Efraín y después de Efraín). En abril del 2023, nomás, afirmaba “convencida” de cuanto sigue: “No sé por qué siempre a las mujeres nos ubican como candidata a la vicepresidencia y no a la presidencia”. Y solo ella tiene la respuesta. ¿Qué dice el jurado?

Plutarco abriría una galería de celebridades análogas. No analógicas, porque algunos nunca superaron la era de la combustión a leña. Haría su entrada triunfal con “Soledad Núñez versus Soledad Núñez”.

Como Santiago Peña, el actual candidato a la Presidencia de la República por el Partido Colorado, ya es una figurita repetida no encontró mejor candidato que Efraín Alegre. Una figurita “nueva de novedad”.

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