Diálogo Político es la publicación de la Fundación Konrad Adenauer, una revista especializada en lo que tiene que ver con realizar estudios, análisis y columnas de opinión sobre lo que rodea a los países de América Latina, la política y la democracia.
En su edición especial, “El apoyo ciudadano a la democracia en América Latina”, coordinada junto al Proyecto de Opinión Pública de América Latina (Lapop, por sus siglas en inglés) de la Universidad de Vanderbilt de Estados Unidos, se muestran algunos números que deberían de ser una llamada de atención para la región y con mayor énfasis en lo que hace a nuestro país. El mismo muestra como los ciudadanos de esta región del mundo se encuentran superficialmente comprometidos con la democracia, pero que este compromiso se ha debilitado drásticamente durante la última década y media. El mal desempeño de la democracia se encuentra fuertemente vinculado con el menor apoyo. La insatisfacción es particularmente mayor entre quienes fueron víctimas de la corrupción, las personas que reportan situaciones económicas negativas y aquellas que desaprueban a su gobierno.
Si miramos algunos números que tienen que ver con Paraguay, podemos ver que: apenas un 34% está satisfecho con la democracia, el rechazo a los golpes de Estado del Ejecutivo ha disminuido sustancialmente en 10 puntos porcentuales (esto es, que cada vez más paraguayos no les parece tan mal que haya un golpe de Estado), en lo que hace a la confianza en las instituciones solo un 51% expresa confiar en las mismas en nuestro país y otro dato que hace al fondo de este Contexto tiene que ver que apenas un 29% confía en las elecciones. Pavorosos números y la cuestión se agrava entre los segmentos de población más pobre y jóvenes.
La dupla presidencial de la Concertación solo atina a decir que las denuncias de fraude electoral contra el PLRA en las internas, filmaciones de circuito cerrado mostrando carga de votos en las mesas de locales de votación, imputaciones de agentes fiscales del Ministerio Público y las publicaciones de este grupo de medios, son “solo parte de una campaña de desinformación orquestada y financiada con muchos recursos” o “parte del discurso de odio” o “que son apenas dos o tres mesas”, estamos ante una preocupante minimización de una de las cuestiones más sagradas que hacen a nuestra aún definitivamente débil democracia: el respeto a la voluntad popular. Acá salta la primera duda: ¿Respetarán los resultados de las elecciones de abril?
A la par, es momento de preguntarnos los objetivos y alcances de la operación que están desplegando con los auspicios de ABC, donde al parecer intentan redimir a Mario Ferreiro y ofrecerlo como una especie de ofrenda de lucha.
Son dudas que con seguridad serán respondidas más temprano que tarde, en el transcurso de esta campaña que recién arranca.
De lo que estamos seguros es que la democracia no debe ser minimizada, que precisa cargarle contenido. No es un simple mecanismo de legitimar poder, y que como decía Raúl Alfonsín, el primer presidente democrático de la Argentina ante la Asamblea Legislativa en 1983, en su discurso de asunción: “Con la democracia no solo se vota, sino que también se come, se educa y se cura”.
La dupla presidencial de la Concertación solo atina a decir que las denuncias de fraude electoral del PLRA, son “solo parte de una campaña de desinformación orquestada y financiada con muchos recursos”.
Estamos ante una preocupante minimización de una de las cuestiones más sagradas que hacen a nuestra aún definitivamente débil democracia: el respeto a la voluntad popular.