La democracia tiene sus bases en la voluntad popular y la expresión más pura de la misma son las elecciones, ese sagrado momento en el que los ciudadanos entran al cuarto oscuro y votan por quienes se han ganado su confianza, y creen que serán sus representantes aquellos que llevaran al nivel de políticas públicas e iniciativas legislativas los valores y temas de agenda que el elector considera prioritarias.

Hoy se cumplen tres días que se realizaron las elecciones internas simultáneas, con listas cerradas desbloqueadas y en máquinas de votación. La participación en la Asociación Nacional Republicana tuvo un poco más de 45%, alrededor de un millón doscientos mil afiliados colorados salieron a votar en un domingo de final de copa del mundo, y con las complejidades que traen aparejadas el nuevo sistema de elección. En varios locales, llegó la hora de cerrar, pero la cantidad de electores que estaban dentro hizo que se siga votando hasta por una hora y media más.

En el lado de la oposición, es la hora en el que surgen cada vez más dudas al respecto de las elecciones internas. En el PLRA, días antes del domingo, el diputado por Ñeembucú hacía una gravísima denuncia al respecto de un supuesto esquema de intento de copamiento de las mesas por parte del sector del oficialismo liberal, encabezado en ese departamento por un ministro de la Corte Suprema de Justicia. Sí, leyó bien. Unas horas después, el integrante del máximo tribunal anunciaba el inicio de acciones legales contra su correligionario y representante de su departamento en la Cámara Baja. El diputado habla de audios que comprometen al ministro de la Corte y a gente de su entorno político. Luego de las internas, y dentro del mismo partido, el candidato a senador Eduardo Nakayama usó sus redes sociales y habló con Nación Media al respecto de que por lo menos en una mesa (al parecer habría más casos), en que según el acta de escrutinio, una candidata a senadora obtuvo alrededor de 200 votos, cuando que para los demás candidatos el promedio fue de 10 votos para cada uno. Nakayama también recordó al actual gobernador de Concepción, Edgar López, quien hoy ya es candidato a senador del PLRA, este obtuvo un poco más de 40 mil votos y saltan demasiadas preguntas sobre el procedimiento realizado para llegar a ese volumen electoral bastante importante. Desde el mismo primer departamento, hay cada vez más voces sobre que algo no cierra, ya que el gobernador no es considerado precisamente como un liderazgo nacional. Reclamos similares hizo la diputada Celeste Amarilla, quien apuntó contra Salym Buzarquis a quien trató de “estafador” y al ya mencionado Édgar López, de quien dijo que “no aprendió a pronunciar ni su nombre”. Para acto seguido decir que las listas sábanas no eran el problema y remató “esta no es la solución, la solución es la moralización de la política”.

Hoy se cumplen tres días de la realización de las internas y algunos partidos que se autoperciben como la policía de la democracia, aún no son capaces de hacer públicas las actas de escrutinio de cada mesa y la cantidad de votos de electores que participaron para que sean candidatos (Alianza Encuentro Nacional, el PDP, por citar dos ejemplos). A este escenario, hay que sumarle el reclamo de dirigentes, candidatos y afiliados del PLRA por el acuerdo que hizo el efrainismo con algunos partidos menores que integran la Concertación. El convenio consiste en cederle lugares en las ubicaciones de la lista del Senado, el reclamo pasa porque en una misma lista están candidatos liberales que consiguieron más de veinte mil votos y arriba un candidato de un partido como el PDP, del que aún no se sabe cuántos votos obtuvo.

Uno de los desafíos principales que tendrá la oposición será el de lidiar con las dudas que afectan a intereses políticos y que podrían generar diferencias internas que sean difíciles de curar, y que eso termine afectando a la estabilidad del arco de partidos opositores.

Se cumplen tres días de la realización de las internas y algunos partidos que se autoperciben como la policía de la democracia, no son capaces de hacer públicas la cantidad de votos de electores.

A este escenario, hay que sumarle el reclamo de dirigentes, candidatos y afiliados del PLRA por el acuerdo que hizo el efrainismo con algunos partidos menores que integran la Concertación.

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