Mencionar la escasa capacidad intelectual del presidente de la República a estas alturas y luego de 4 años de este desastre al que se debe llamar gestión, porque algún otro nombre había que darle. En todo este tiempo, Mario Abdo Benítez ha demostrado con solvencia que nunca estuvo preparado para el cargo. Ni para el de presidente, ni para el de senador que ocupó anteriormente. En este punto habría que preguntarse para qué cargo podría estar preparado, además del de esposo de Silvana, conste que algunos también ponen esto en duda. Pero, por lo menos, eso no nos afecta como nación, por eso volvamos a esta gestión.

El Presidente tiene serios problemas conceptuales de base. Él, en su cabecita cree que los medios de comunicación están para aplaudir todo lo que hace el poder, cuando que es totalmente a la inversa y eso lo sabe cualquier estudiante de secundaria. La prensa, hablando muy básicamente, tiene entre sus principales funciones la de molestar a los que detentan el poder, incomodarlos. Remarcar aquello que se hace mal o que se podría hacer mejor. Pero a él le molesta que haya un sector de la prensa que lo critique y conste que es solo un sector, el nuestro, porque los otros dos grupos de medios alquilaron su independencia y su historia de lucha por el tintineo de unas monedas. Ni Judas se animó a tanto.

Para Mario Abdo Benítez, los medios y periodistas que lo critican somos la “pocilga mediática” o “cuervos que cuando hay mal olor tratan de agarrar a la carroña”, y las comillas van porque fue dicho por él mismo, por si le quedase alguna duda. Por cierto, y bien vale la aclaración para el Presidente (aunque sea motivo de otra molestia) la definición de carroña es carne descompuesta, especialmente la de los animales muertos. De ser cierta, la alegoría que usó lo ubica a él en el papel de un animal muerto, en descomposición, nauseabundo. Así que vaya otro estirón de oreja para la fantasmagórica y caribeña asesora de Comunicación.

Invitación al canal de WhatsApp de La Nación PY

La frase de los cuervos y la carroña fue dicha por el Presidente en plena reunión de campaña del movimiento oficialista convocada por el presidente de la Dinac, al mismo tiempo en que un avión perdía uno de los motores, terminaba con los parabrisas rotos y toda la parte delantera completamente destruida. En el vuelo venían 48 pasajeros, la mayoría compatriotas que padecieron uno de los momentos más terroríficos y salvaron sus vidas de milagro. Pero el presidente de la Dinac estaba muy ocupado para atender estas minucias porque toda su concentración estaba puesta en la organización y realización de la reunión electoral que le ordenaron que haga. Y luego todavía hay gente que dice que la politiquería no afecta sus vidas.

Pero no carguemos toda la responsabilidad sobre el presidente de la República, pasa que afuera arreciaba una tormenta. La misma que hacía que exactamente al mismo momento en el que Mario Abdo hacía su discurso en la concentración de la Dinac y defendía su gestión durante la pandemia, se corte la energía eléctrica y que todo el salón quede a oscuras. Y esa, esa sí es una perfecta alegoría.

El Presidente tiene serios problemas conceptuales de base. Él, en su cabecita cree que los medios de comunicación están para aplaudir todo lo que hace el poder, cuando que es totalmente a la inversa.

Pero a él le molesta que haya un sector de la prensa que lo critique y conste que es solo un sector, el nuestro, porque los otros dos grupos de medios alquilaron su independencia y su historia de lucha.

Déjanos tus comentarios en Voiz