En la política (y en la vida misma) pocas virtudes son tan valoradas como la lealtad. La lealtad es una devoción de una persona o ciudadano con un estado, gobernante, comunidad, persona, causa o a sí misma. Algunos sostienen también que se puede ser leal a un espectro muy amplio de cosas, mientras que otros argumentan que solo se puede ser leal a otra persona y que ello es una relación estrictamente interpersonal y entre otras. La lealtad es un principio que básicamente consiste en nunca darle la espalda a determinada persona o grupo social que están unidos por lazos de amistad o por alguna relación social; es decir, el cumplimiento de honor y gratitud, la lealtad está más apegada a la relación en grupo. La lealtad es un cumplimiento de lo que exigen las leyes de la fidelidad y las del honor. Consiste en el cumplimiento de lo que exigen las normas de gratitud. Adhesión y afecto por alguien o por alguna cosa.
Todo lo contrario a lo que acaba de leer es el presidente de la República. Desconoce o directamente rechaza valores muy básicos, cuestiones que usualmente se enseñan en la casa. Infinidad de ocasiones ha demostrado que solo sabe ser leal a sí mismo, prueba de ello es su historial político que fue mutando hasta alcanzar sus objetivos, obviamente y propio de su personalidad narcisista no trabaja en equipo. Sencillamente rompe o se aleja, si es que él no va a ser el centro de atención y sobre todo en la punta de la pirámide.
El acuerdo entreguista de Itaipú o acta secreta con Brasil de mayo del 2019, el acuerdo extrajudicial de 7 millones de dólares con la offshore argentina en diciembre del 2020, la negociación con Juan Guaidó para pagar la deuda que tiene Paraguay con PDVSA en enero del 2021, la entrega a favor del Brasil de la reducción de la tarifa de Itaipú en agosto del 2022 y la reciente venta de combustible a Bolivia con una importante reducción del precio, lo mismo que exigimos los paraguayos, pero Mario Abdo se niega a darnos.
Y cuando aún no termina de salirse de este vergonzoso episodio, aparece la entrevista que él dio al Financial Times donde el Presidente admite haber solicitado dinero para continuar siendo aliado de Taiwán. Nuestro país tiene una histórica relación de amistad con Taiwán, los Estados Unidos ven con buenos ojos a Taiwán, Estados Unidos es un aliado de Paraguay, cualquier mensaje de apriete a Taiwán en realidad tiene como trasfondo la angurria que hay por empezar a negociar con China, China es lo opuesto a Estados Unidos. Luego, Mario Abdo traicionó a los Estados Unidos.
Al parecer, el Presidente ya no sabe a quién traicionar al interior de Paraguay, entonces está diversificando sus víctimas. El problema de la traición es que es como un boomerang, siempre vuelve al que traiciona.
Sencillamente rompe o se aleja, si es que él no va a ser el centro de atención y sobre todo en la punta de la pirámide.
Nuestro país tiene una histórica relación de amistad con Taiwán, los Estados Unidos ven con buenos ojos a Taiwán.