- Por Josías Enciso Romero
En un lugar de la calle Benjamín Constant había un diario que, en su época de oro, publicaba unos “Diálogos improbables, pero no imposibles”, firmados por uno de los humoristas más talentosos, a juzgar por la talla y chispa de sus escritos, que parió el corazón de América: “Moneco” López. Sus padres le bautizaron, según me cuentan sus conocidos, como Venancio Benigno, pero él se rebautizó “Moneco”. Me vino nomás a la memoria su nombre cuando vi una “entrevista improbable, pero no imposible” de Luis Bareiro –quien también es parte de ese mismo periódico, pero hoy ya en franca decadencia– con Mario Abdo Benítez. Entrevista de la que se jactó hasta la productora, porque consiguió que nada más y nada menos el mismísimo presidente de la República acudiera “al estudio de la TV”. No es para demeritar el esfuerzo de la compañera, pero alguien debería contarle cómo funciona este asunto de los intereses creados y oportunismos mutuos. Pero vayamos a lo sustancioso, de lo “improbable, pero no imposible”.
–Periodista: Presidente. ¿Le puedo decir presidente? ¿Verdad?
–Mario Abdo Benítez (MAB): Por supuesto, hasta mi señora me dice presidente cuando me llama.
–Periodista: Empecemos con una pregunta incisiva: ¿Qué piensa del abrazo republicano?
–MAB: Y no es rentable, Luis, abrazarse con el movimiento Honor Colorado. Prefiero abrazarme con Arnoldo Wiens, quien sí genera muchas rentas. Mirá nomás esa obra arquitectónica que nuestros enemigos quieren criticar, esa “Pasarela de oro” que le dicen, y donde mi cuñado, el hermano de mi esposa, para que no haya confusiones, tuvo activa participación a la hora de las sobremesas. Y gracias a que Arnoldo trabajó “a toda máquina”, mi empresa proveedora de asfalto aumentó las importaciones en 450%. Esos son los abrazos rentables y no esas macanadas hipócritas. Por eso mi candidato siempre fue Arnoldo, pero apareció el “Toro” y me quiso cornear por el costado. Y así le fue. ¿A papá mono con uvas verdes? ¡Noooo!
–Periodista: Usted siempre resalta que durante su gobierno hubo récord en construcción de rutas. ¿Es así realmente?
–MAB: Sí, por supuesto. Paraguay ahora ya se parece a París, Londres, Roma…omimbipa.
–Periodista: ¿Es verdad que su empresa proveía el asfalto a las contratistas encargadas de pavimentar las rutas?
–MAB: Esa ya es otra pregunta, Luis. Además, indiscreta.
–Periodista: Tiene usted razón, presidente, disculpe. Vayamos a su infancia. ¿Cuándo hizo la primera comunión?
–MAB: No hacía falta, mi papá luego era el padre espiritual de la juventud. Así nomás arreglamos todo, en familia.
–Periodista: Usted está muy bien formado. Se nota por sus respuestas sagaces, presidente. Recibió educación en el colegio, probablemente, más caro del país. Te lo digo yo que estuve con tu hermano Benigno en el programa Fondo para la Excelencia de la Educación y la Investigación (FEEI).
–MAB: ¿Y qué tal te fue con Benigno? Ustedes son muy socios.
–Periodista: Excelente, presidente. Pero no se responde una pregunta con otra pregunta.
–MAB: Es cierto, pero vos cómo entraste para trabajar por la excelencia de la educación. ¿Tenés título universitario o así amigo ro’ópe nomás?
–Periodista: Aquí, el que hace las preguntas soy yo. Estábamos en su educación…
–MAB: Ah, sí. Mi papá era mi mejor profesor. Una vez destruimos todo el jardín de mamá buscando la raíz cuadrada; no encontramos, pero igual nomás pasé. Cada vez que rendíamos, iba al colegio en la “Caperucita roja”. Así de entrada ya les asustaba a mis profes.
–Periodista: Otro tema candente, Presidente. ¿Es cierto que Hugo Velázquez tiene todo su apoyo para no renunciar a la Vicepresidencia?
–MAB: Hubo error de comunicación, teléfono cortado parece. Así me dijo Verioska. Yo lo que le dije es que, si quiere renunciar, tiene todo mi apoyo.
–Periodista: ¿Qué piensa de Horacio Cartes?
–MAB: Yo no le perdono a él que haya traído de vuelta al Partido Colorado al poder en apenas cinco años. Necesitábamos más tiempo en la llanura, para depurar al partido. Por lo menos diez años, así era yo el héroe del retorno triunfal al Palacio de López. Me robó la gloria que el destino me había reservado. Esa traición de HC es la que me da demasiado rabia.
–Periodista: Usted habló de que quiere ser presidente de la Junta de Gobierno para devolver al Partido Colorado por el camino de sus símbolos, valores y principios. ¿Podría enumerarlos para la audiencia que nos ve a escala mundial?
–MAB: Para mí, los símbolos son el pañuelo rojo, la hurra y las polcas Colorado y General Stroessner.
–Periodista: ¿Y los principios y valores?
–MAB: Para mí, no sé qué pensarán los otros, el pañuelo rojo, la hurra y las polcas Colorado y General Stroessner.
–Periodista: ¿Por qué el general Stroessner?
–MAB: ¡Éa! Y acaso no era un gran valor. Gran valor era mi general. No sé qué más te puedo decir.
–Periodista: Por último, Presidente. ¿Considera que el señor Arnoldo Wiens es un apóstata?
–MAB: Esa respuesta te voy a deber, Luis, yo no soy médico. Habría que preguntarle a su urólogo. Muchas gracias.