La semana que concluye fue una donde el universo opositor debatió mucho sobre las candidaturas que podrían integrar las chapas de precandidatos a presidente y vicepresidente de la República. Consideramos que tal asunto merece un contexto.

Integrantes del primer anillo de Efraín Alegre han admitido tanto en público como en privado que la elegida para acompañarlo como precandidata a vicepresidente sería Soledad Núñez, la misma que se hizo conocida por llegar a ser ministra de la Vivienda del gobierno de Horacio Cartes. Elementos como su juventud, preparación académica y, sobre todo, el respaldo económico que tiene sus bases en un sector empresarial que hace rato viene apostando a candidaturas por fuera de los partidos tradicionales, pero que paradójicamente ha sabido acumular fortunas haciendo negocios con ellos en el poder, específicamente arraigados en el rubro de los bancos y los bienes raíces, son algunos puntos de los que al parecer llevaron al cuestionado actual presidente del PLRA a ungirla como su pareja política. A esto hay que agregarle el otro sector que se ha alineado detrás de la figura de Núñez, el de los gremios que agrupan a un sector de los emprendedores y las agencias de publicidad. Poco se sabe de los emprendimientos de los primeros, pero sí, tienen un gremio. Otro segmento en el cual tiene ramificaciones es el del negocio de las universidades privadas, así como un centro de pensamiento que se financia mediante los mismos empresarios más arriba mencionados.

Cercanos a Alegre, dicen en voz baja que la idea tiene que ver con darle un refresh a su desgastada imagen. En las investigaciones electorales que hicieron aparecen repetitivas menciones a actos de violencia, intolerancia y a ese ceño fruncido tan característico que transmite muchas cosas, menos alegría, y ya se sabe que ni los malhumorados ni los tristes ganan elecciones. La decisión también tiene que ver con darle un mensaje al empresariado, que lo mira con recelo por sus históricas posiciones muy cercanas a invasiones de tierras, subsidios y a elegir al mercado financiero como un adversario y presentar iniciativas legislativas tendientes a reducir sus ganancias.

En la vereda de enfrente, esto dio oportunidad a una reagrupación de la disidencia interna del PLRA con el Frente Guasu. La alternativa es real y concreta, así como lo son las negociaciones. La pareja estaría compuesta por la senadora y precandidata a presidenta Esperanza Martínez con el también precandidato y actual gobernador de Cordillera, Hugo Fleitas. En una jugada de ajedrez, el llanismo y el dionisismo tendieron puentes con el progresismo luego de las duras críticas que estos hicieron tanto a Efraín como a su eventual acompañante, así como a las circunstancias que llevaron a la decisión. La izquierda considera casi una traición lo de Alegre luego de haber salido de la Concertación y que su vuelta vino de la mano de más de un guiño que les hizo para que regresen al redil. Algunos incluso hablan de que hubo una promesa de que sería la abanderada del Frente Guasu quien integraría la chapa.

Todavía resta saber quién estará al frente de la dupla, si la senadora o el gobernador. Todavía resta por oficializar el acuerdo entre Efraín y Soledad. Incluso todavía podría haber una reconciliación al ritmo de cumbia y vallenato entre Alegre y el Frente Guasu luego de este fin de semana, donde tanto el liberal como Fernando Lugo y la senadora Martínez participaron de la asunción de la nueva joya de la izquierda latinoamericana: el presidente colombiano, Gustavo Petro.

Por algo dicen que no es conveniente involucrarse en pleitos de pareja. Es el tercero en discordia quien queda mal, ante siempre latente posibilidad de una reconciliación.

“Integrantes del primer anillo de Efraín Alegre han admitido tanto en público como en privado que la elegida para acompañarlo como precandidata a vicepresidenta sería Soledad Núñez”.

“En la vereda de enfrente, la pareja estaría compuesta por la senadora y precandidata a presidenta Esperanza Martínez con el también precandidato y actual gobernador de Cordillera, Hugo Fleitas”.

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