El 23 de mayo de este año el vicepresidente de la República y precandidato a presidente por el movimiento oficialista, Hugo Velázquez, hacía la siguiente declaración: “hoy es un día especial para mí porque mi señora esposa me acompaña por primera vez en campaña luego de haber presentado su renuncia al Ministerio Público, tras 30 años de servicio”. El marco de referencia de la declaración del precandidato es la prohibición explícita que tienen los agentes fiscales de realizar campaña electoral. Específicamente formar parte de un partido o movimiento político, que es lo que dice una de las incompatibilidades y prohibiciones para los agentes fiscales.
Sin embargo, en la jornada de ayer, en el programa “A punto” de GEN, se dio a conocer un documento que generó un verdadero terremoto en la ya de por sí golpeada campaña taurina. Se trata de la resolución donde se le otorga permiso a la fiscal adjunta Lourdes Samaniego, esposa del Vicepresidente. Según consta en la mencionada resolución, la misma solicitó su permiso el 31 de mayo y se le concedió apenas 24 horas después, el 1 de junio y con vigencia hasta el 29 de agosto. El documento evidencia que el Vicepresidente mintió (una vez más) cuando anunció que la fiscal adjunta había renunciado y que por eso a partir de ese día estaba habilitada para acompañarlo en todos los actos de campaña.
El problema de las crisis es que evidencian las falencias y limitaciones. Una de ellas es sin duda la falta de capacidad para articular una estrategia de respuesta que sea contundente, coherente y verosímil. Luego de que el tema había sido excluyente en la agenda durante toda la mañana, incluso en los medios alineados al gobierno, la campaña del Vicepresidente la hace hablar a la señora Samaniego en uno de esos medios. Tuvieron que cortar un programa de fútbol para que ella pueda dar su versión. Hay que valorar los niveles de compromiso del grupo Vierci con el Gobierno. Admirable trabajo en equipo. En la entrevista, la fiscal adjunta admitió haber pedido permiso para hacer campaña con su marido. Solo permiso, cuando que el precandidato había dicho que renunció. La figura de permiso especial a la que se refiere la fiscal Samaniego y que según dijo se hizo a través de un dictamen del presidente del Jurado de Enjuiciamiento de Magistrados, Jorge Bogarín, colisiona con todos los anuncios que se están haciendo de enjuiciar a los agentes fiscales que supuestamente votaron en las internas de los partidos políticos. La misma institución que va a sancionar a los que en teoría participaron como electores de unas internas le concede un permiso especial a una fiscal adjunta y esposa del precandidato del oficialismo para que haga campaña política por su marido. Realmente hermoso todo.
Mintió el Vicepresidente, su esposa no renunció, participa activamente de la campaña electoral siendo fiscal adjunta gracias a un permiso especial del presidente del Jurado de Enjuiciamiento y como no renunció es una de las fiscales elegibles a reemplazar a Sandra Quiñónez en momentos en los que se debate su juicio político. Un juicio político que está siendo lubricado desde el propio Poder Ejecutivo. Como dato, la esposa de Velázquez ya admitió que un próximo paso en su carrera profesional podría ser ocupar la titularidad del Ministerio Público o un lugar en la Corte Suprema de Justicia, además del lugar que de por sí ya le tiene asignado la historia: ser la corona de Hugo Velázquez. Aún más hermoso.
Específicamente formar parte de un partido o movimiento político, que es lo que dice una de las incompatibilidades y prohibiciones para los agentes fiscales.
Mintió el Vicepresidente, su esposa no renunció, participa activamente de la campaña electoral siendo fiscal adjunta gracias a un permiso especial del presidente del JEM.