• Por Josías Enciso Romero

El presidente Mario Abdo Benítez quiere “enfrentar de frente” a Horacio Cartes, líder del movimiento Honor Colorado y principal adversario suyo en la disputa por la titularidad de la Junta de Gobierno de la Asociación Nacional Republicana. Nos parece lo único natural que hasta ahora dijo “Yodito”. Lo antinatural sería “enfrentar desde atrás”. Porque, según el Diccionario de la Real Academia –ese monstruo que no muerde, pero asusta–, enfrentar es similar a afrontar, lo que significa “poner una cosa enfrente de otra”. El diccionario hispánico que despeja nuestras dudas se ratifica en que enfrentar se define como “hacer frente a alguien o a algo”. Por ello, repetimos, nos parece que la afirmación del Presidente es coherente con la lógica del Presidente. Ahora tendrá que aprender a “retroceder hacia atrás”, a “salir afuera”, a “entrar adentro” y “volar por los aires”. Esto último, sin embargo, amerita ser discutido a profundidad porque podría representar una nueva interpretación para los miembros de la Real Academia y desechar las burlas de quienes se ríen de este pleonasmo porque el paraguayo Marito puede estar “volado sin levantar los pies de la tierra”. Es más, creemos que con nuestro legendario “Mariscal del aire” podrían haber armado una buena dupla en cuanto a apelativos, solo que, en cuanto a contenido, la insigne carta de este ilustre adelantado del sarcasmo criollo supera ampliamente las limitadas facultades del mandatario para hacerse entender aún en los más básicos asuntos públicos, como el acto de procrear zánganos que puedan vivir despreocupados mamando de las tetas del Estado.

El “Mariscal del aire” fue sencillamente explícito. En aquella misiva dirigida al coronel Bernardo Aranda Gamba, jefe del Estado Mayor General, el 8 de setiembre de 1945, le advertía que atentaban contra la “recuperación efectiva de la defensa nacional” y la multiplicación del Ejército los medios perniciosos como “las masturbaciones, las cabras, el salto atrás y los preservativos”. Lo primero, se resume en los discursos de Marito; de lo segundo no tenemos prueba; en cuanto al tercero es su especialidad (ante el peligro, siempre echa culo) y, sobre lo último, él cree que somos nosotros. El pueblo está para ser desechado. Hagamos la salvedad en el caso del capitán José Ocampos Lanzoni, a quien atribuyen esta carta en su condición de “Mariscal del aire”. Este héroe de la Guerra del Chaco volvió mentalmente afectado de la contienda. Y lo adoptaron como patrimonio de lo que habría que decirse como acervo del malestar colectivo. Hoy, justicieramente, una calle lleva su nombre. En el caso de Marito, con grado de paracaidista, es radicalmente opuesto. Ninguna calle aceptaría llevar su nombre. Ante el primer intento habría una rebelión cívica de las principales arterias, una insumisión ética de las veredas y una revolución pacífica de los semáforos. La misma calle afectada se declararía en estado de baches permanentes, sin posibilidad de transitarla.

“Él no habla mal de nadie, calladito (refiriéndose a Cartes), mientras todos sus medios de comunicaciones (me critican, habrá querido decir, y no pudo hacerlo por burro), como si el pueblo es torpe; entonces, yo le voy a enfrentar a cara descubierta”, apostrofó el hijo del “padre espiritual de la juventú estronista”. El pueblo no es torpe, Presidente, coincidimos. Cuando dice: “Yo no tengo medios de comunicación”, miente con la caradurez de los hombres sin conciencia. El pueblo sabe, y no es cretino, que tenés como cómplices y encubridores a las cadenas del Grupo Zuccolillo y el Grupo Vierci. Además, por qué te preocupa lo que decimos. ¿Acaso tu asesora externa, Verioska Velasco, y el “Mariscal de la derrota”, Nicanor Duarte Frutos, no te aseguraron que nadie lee La Nación? No te estreses, Marito. La cuestión no es con nosotros, sino con tu pésima administración y con tu entorno sinvergüenza. Hay que mantener a la familia, esposas, extras, hijos, yernos, nueras y demás deudos. ¿O vos seguís siendo creyente de que todos somos estúpidos?

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Sabemos que sos de ilustración limitada, como tu precandidato a presidente de la República, Hugo Velázquez. Y que sos igual a Nicanor Duarte Frutos, últimamente devenido a “Mariscal pastelito”. Y lo decimos con pruebas que justifican nuestra afirmación. ¡Eguatamína ha ekalkula! Dices: “¿Qué culpa tengo yo?”, refiriéndote al avión iraní cuya “tripulación eran (sic) todos terroristas”. Añades que vino para llevar cigarrillos de Tabesa. Y no sabemos qué “culpa” tendrás vos. Si vino plata, ha de ser para la campaña del Vicepresidente, sospechado socio de los islamistas del Hezbolá. Pero, veamos quién es quién. El presidente sos vos. Este es tu gobierno. Y los funcionarios que aprobaron el plan de vuelo, los sistemas de verificación y el control de ruta aérea dependen de vos. ¿O vas a transferir también toda la responsabilidad a un pobre funcionario de la Dirección Nacional de Aeronáutica Civil (Dinac)? Aunque, en tu caso, tampoco sería nada extraño. Pues llevas casi cuatro años sin gobernar. Una muestra más de que sos un pererĩ de última. Un cobarde.

Y por si te sea útil, Presidente, te damos un dato: la subasta de vehículos en Yacyretá fue suspendida por “superposición de intereses”. Muchos de estos vehículos fueron puestos a “cero” para que aprovechen los privilegiados y parientes de la entidad, quienes ya adelantaron en abonar las “señas” antes de la subasta. El “Mariscal de la derrota” puso como recaudador al secretario general de la EBY, Óscar Ovelar. Pero, como al proyecto oficialista solo iban a llegar requechos, operaron rápidamente el “Chorro” Velázquez y el senador Óscar “Cachito” Salomón y, en un intrépido juego de manos, suspendieron la subasta para el 7 de julio y pusieron al frente de la operación “procampaña” al director financiero, Arnaldo Fernández, hombre de “Cachito”. Lo que se sintió como un ají en las partes innominables del “Mariscal pastelito”. Dicen que ni las frescuras de los rocíos, los de acá y los de la sucursal de Ayolas, ni el verde prado de la oficina central, pudieron aplacar tan frustrante ardor.

Ante toda esta calamidad de la que Marito no asume la más mínima conciencia, alguien le puede soplar que él es el presidente de la República. Upeamínte. Si no es mucho pedir.

Y por si te sea útil, Presidente, te damos un dato: la subasta de vehículos en Yacyretá fue suspendida por “superposición de intereses”.

Si vino plata, ha de ser para la campaña del Vicepresidente, sospechado socio de los islamistas del Hezbolá. Pero, veamos quién es quién. El presidente sos vos. Este es tu gobierno.

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