¿Suena fuerte? Es mucho menos ofensivo que su fijación mental con la ofensa y el maltrato a mujeres periodistas.
Ayer de nuevo incurrió en el exabrupto de levantar la voz contra la compañera Rosi Pereira del canal GEN, quien a su consulta sobre cómo justificaba el Vicepresidente el uso del tiempo de trabajo suyo y de sus adherentes funcionarios públicos, en una campaña proselitista por la mañana, recibió como alusión una crítica a Horacio Cartes.
Puede ser que sea la noticia de ayer de los 39 puntos de ventaja de”Santi” Peña, la pérdida de millonarios fondos en la crisis bancaria del Líbano, o sencillamente una torpe estrategia de la venezolana con vínculos en CDE, quien le ordena que responda siempre a los medios no alineados con la acusación de “cartistas”; pero hay dos asuntos que deben ser considerados:
1) La pregunta de la reportera era absolutamente pertinente y, b) es la tercera o cuarta vez que Hugo Velázquez maltrata o destrata a una persona que le plantea una consulta desde la legítima pertenencia a la tarea periodística.
Ambos aspectos son objetivos y ambas derivaciones son absolutamente reprochables. Si a ello se agrega que sus víctimas exclusivas son periodistas mujeres, la cuestión ya merece un análisis psicológico más profundo.Si el objetivo es evitar que nuestras periodistas le hagan más preguntas incómodas, no solo es un iluso, es directamente un pelotudo. Un pedazo de pelotudo.