El avión de carga, con 14 tripulantes venezolanos y cinco iraníes, arribó con autopartes. Luego de aterrizar en la provincia de Córdoba (centro), voló a Buenos Aires. El 8 de junio despegó e intentó aterrizar en Uruguay, pero le fue negada la autorización, por lo que regresó a Argentina.
Sobre el punto, habló el politólogo y miembro de la Fundación para la Defensa de las Democracias en Washington, Emanuele Ottolenghi, y dijo que es sumamente importante que se investigue qué hicieron y a dónde fueron estas personas durante su estadía en territorio paraguayo. Pasa que un carguero cumple su trabajo en unas horas. En este caso estuvo tres días en Ciudad del Este. ¿Qué hicieron y dónde fueron? La carga que el avión lleva de una ciudad a otra no es lo que debería de preocupar, pero sí se debería de investigar a los tripulantes. Ya que algunos de ellos son considerados por Estados Unidos miembros de una fuerza revolucionaria: La Guardia Revolucionaria Iraní. Uno de los más resaltantes es un piloto calificado, Gholamreza Ghasemi Abbas, quien fuera durante años gerente y hombre principal de negocios de dos aerolíneas vinculadas al régimen iraní y según informes, sigue manejando los negocios de la organización. La participación más reciente fue con una empresa que está involucrada en la trasferencia de armas.
Ghasemi Abbas, nacido el 22 de noviembre de 1958, sería accionista y miembro de la junta directiva y director ejecutivo de la aeolínea Qeshm Fars Air, utilizada por la Guardia Revolucionaria de Irán (IRGC) para mover armas y equipamiento militar a Siria durante la guerra civil en ese país. Su nombre además coincide con un ex oficial de la Guardia Revolucionaria Iraní.
De los 7 iraníes, apenas dos coinciden con los tripulantes del vuelo a Ezeiza que ahora esperan una definición en un hotel de Buenos Aires: Gholamreza Ghasemi y Abdolbaset Mohammadi. Luego del escándalo, las fuerzas de seguridad y de inteligencia de varios países comenzaron a cruzar información sobre los iraníes. Ghazemi sería el CEO de Mahan Air, vinculado directamente con las Fuerzas Quds de la Guardia Revolucionaria de Irán y su hermano sería mártir de la revolución islámica, dice un informe reservado de la inteligencia de Paraguay que circula por estas horas entre funcionarios argentinos.
Y hay muchos más datos, informaciones, versiones. Si a esto se le suma el hecho real y concreto que los que tienen como aliados políticos a los Kirchner, a los regímenes de Venezuela e Irán, es la izquierda paraguaya, la misma que cogobierna con esta administración; si se le suma las investigaciones que había hecho el mismo Ottolenghi y presentado en un contundente informe ante el Congreso de los Estados Unidos al respecto de la financiación que saldría de Ciudad del Este para el terrorismo (sí, el mismo informe que muestra como el actual precandidato a presidente del oficialismo actuó como benevolente fiscal adjunto de Alto Paraná) y que el mismo Hugo Velázquez, ya como vicepresidente, y Juan Ernesto Villamayor, como ministro del Interior, habían tratado de " hecho aislado y exagerado”. Estos y otros datos, nos hacen entender porque desde el propio Ejecutivo se hace tanto hincapié en la carga para de alguna manera distraer la atención sobre lo importante: los tripulantes.
La carga que el avión lleva de una ciudad a otra no es lo que debería de preocupar, pero sí se debería de investigar a los tripulantes.
El mismo Hugo Velázquez, ya como vicepresidente, y Juan Ernesto Villamayor, como ministro del Interior, habían tratado de " hecho aislado y exagerado”.