El poder, en cualquiera de sus formas, puede ser instrumento, violencia, influencia, capacidad, sea visible o invisible, sea omnipresente o escurridizo. El poder se está degradando, transformando o debilitando; o al menos lo que hasta el momento se percibía como poder. El mundo de los poderosos, sean políticos o empresarios, sean países, medios de comunicación, ejércitos, religiones, sindicatos o partidos políticos ya no es ni será lo que en algún momento fue. Esta es la ambiciosa tesis que sostiene el libro del prestigioso economista y analista internacional Moisés Naím, titulado “El fin del poder”.
En Paraguay, el eje de poder lo componen en gran parte los partidos políticos, sus movimientos internos (por momentos los segundos tienen más peso que los primeros), los grupos económicos representados en sus respectivas agremiaciones, las iglesias (en especial la católica) y los medios de comunicación. Por esas estructuras pasa en gran parte todo lo que pasa, lo que se ve y también aquello que no se ve. Y así como está pasando en el mundo, de lo cual nos habla Naím, también está pasando en nuestro país. De todos los grupos mencionados, hoy vamos a referirnos a uno de ellos: los medios de comunicación. En gran parte porque de todos los demás ya se ha escrito bastante y además que es en este sector donde menos están visualizando cuánto cambió y seguirá cambiando la configuración del poder. Entendido el mismo como el mando fáctico, como la fuerza que se impone aun contra la voluntad del otro y sin importar la razón de aquella.
El poder conlleva beneficios, sin duda; así como también soporta perjuicios, en especial el del desgaste y eso se agrava con el elemento del tiempo que se lleva dentro de ese eje. Con ese escenario y en esta coyuntura, el grupo Zuccolillo es el que está sufriendo un mayor daño y de manera más evidente. El diario, que era el buque insignia está pasando por su peor momento, sobre todo por la falta de conducción. Añora en demasía a don Aldo, quien era el que tenía el tino y sentido de oportunidad que da la sabiduría de saber elegir momentos, batallas, aliados y adversarios. Está, como le gusta decir a Sabina, en una sala de espera sin esperanza. El canal tiene un alcance porcentualmente limitado, por decir lo mínimo. Tal vez la radio AM sea lo que podría ser una tabla de salvación, por todo lo que implica y su alcance.
En la jornada de ayer quedó evidenciado lo del diario, una vez más. Le dedicaron el tema principal de tapa a la supuesta noticia de que el presidente de la Cámara de Diputados, Pedro Alliana, era el responsable de que la conformación de una comisión no avance. Bastó un tuit del precandidato a vicepresidente de la República y una entrevista donde pueda contar que la verdad era que la conformación depende d e que las b a n cadas (aquellas reglamentariamente habilitadas) envíen sus representantes a integrar la comisión. Tal hecho no había ocurrido, a excepción de la bancada de Honor Colorado, que era la única que había nominado integrante.
Evidentemente, alguien le pasó mal el dato al grupo Zuccolillo y embriagados por el sesgo, no corroboraron un procedimiento fácilmente verificable. Este hecho y otros anteriores evidencian el deterioro que está sufriendo, el que años atrás hacía que uno tiemble al ver la tapa de Abc. Eran otros tiempos. El poder ya no es lo que era. Cambió, para siempre.
El diario, que era el buque insignia, está pasando por su peor momento, sobre todo por la falta de conducción. Añora en demasía a don Aldo, quien era el que tenía el tino.
Bastó un tuit de Alliana y una entrevista donde pueda contar que la verdad era que la conformación depende de que las bancadas envíen sus representantes a integrar la comisión.
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“La guarania es un enorme aporte a la humanidad en tiempos de imperiosa necesidad de la paz”
Entre guitarreo y guaranias, el cantante Ricardo Flecha comparte con Augusto dos Santos este “Expresso”, de GEN/Nación Media. La destacada voz del folclore nacional cuenta anécdotas fundacionales que lo llevaron a transitar con éxito el difícil camino de convertirse en músico a tiempo completo, desde sus primeras incursiones en el canto en una escuela del oeste de Asunción, sus influencias, su consolidación y el proyecto de gira nacional e internacional como parte de la campaña en pro de la declaración de la guarania como patrimonio cultural inmaterial de la humanidad.
- Fotos Cristóbal Núñez
ADS: Don Ricardo, ¿en su casa había música?
–RF: Sí, había música. Mi hermano era un comprador compulsivo de discos. Había un negocio en la calle Estrella y 15 de Agosto. Creo que era de los Ríos, donde se vendían discos. Él trabajaba a una cuadra de ahí. Así es que música había, mi papá era músico.
–Suponía tener un tocadiscos en la casa.
–Claro. Teníamos uno de esos que se llamaban combinados, que era un mueble enorme. Ahí escuchábamos los discos que mi hermano compraba. También tenía la visita de algunos músicos amigos de mi papá, que era amigo de los hermanos Larramendia, un grupo de música con una historia brillante. Y también se cruzó un par de veces con José Asunción Flores. Él era un músico amateur, que acompañaba a Rubito y compañía a la serenatas que se hacían en aquel entonces. Estoy hablando del barrio San Antonio, en el límite con el barrio que hoy se llama Hospital, que era la zona del Hospital de Clínicas, toda esa zona de la Marinería y de la loma San Jerónimo.
–Y aprendiste de tu viejo entonces.
–Sí, algunas notas aprendí de él. Mi papá sabía algunas canciones paraguayas y, por supuesto, como era de esperarse, todas esas canciones mexicanas. Él tenía un cantor preferido, que se llamaba Ortiz Tirado.
–¿Alguna vez pensaste por qué hubo tanta hermandad entre Paraguay y la música mexicana?
–Creo que nos parecemos mucho más con los mexicanos que con cualquiera que está por acá cerca. A los mexicanos les gustan los tiros, les gusta el trago y los gritos como los paraguayos.
HISTORIAS PATERNAS
–Entonces, ¿se puede entender que la guitarra vino con el viejo?
–Sí, con papá y sobre todo las anécdotas. Mi papá era sistemático en contar historias. Entonces, me contaba la historia de algunas serenatas. Había unas historias que yo siempre le pedía que me contara una y otra vez, que era sus viajes a Buenos Aires. Él estuvo en el cuartel, él era marinero. Y entonces iba cada 25 de mayo a Buenos Aires con la cañonera y hacían los desfiles. Aprovechaban esos cuatro o cinco días que se quedaban ahí y se iban a ver partidos de fútbol. Él contaba que fue a ver un par de veces los partidos de Arsenio Erico. Él tenía dos íconos, que eran Arsenio Erico y José Asunción Flores.
–Ser marinero siempre te lleva más allá que de tu aldea.
–Exacto. Mirá cómo son las cosas que él traía los discos de (Carlos) Gardel. Tal es así que yo en mis primeras incursiones en las veladas yo tenía el peinado engominado de Gardel.
–¡Qué extraordinario Gardel!, su vida y como músico.
–Y de una visión que ya desapareció, porque Gardel era un cantante con mucho carisma. Y lo que son las cosas. Gardel se encuentra con Astor Piazzolla en una película en Nueva York y hay una escena cortita en la que Piazzolla hace de vendedor de diarios. A través de Gardel yo también me fui interesando por la música que no sea la música paraguaya.
DEBUT
–¿Cuándo fue tu presentación en sociedad como el pibe del barrio o de la escuela que canta?
–Y en la Escuela San Antonio, que es una escuela parroquial que quedaba a dos cuadras de mi casa. Yo le tengo que agradecer a mi profesora de música, que no recuerdo su nombre ni su apellido, que nos llevaba al salón de música, donde había un piano y ella nos enseñaba canciones patrióticas. Yo aprendí “Acosta Ñu”, “Nanawa”, las canciones sobre el mariscal López con la profesora de música.
–¿Cómo fue esa primera vez que cantaste la versión en español del himno de Los Beatles?
–Todo esto es culpa de mi hermano, que compraba los discos y por ahí yo escuché una versión en español de “Hey Jude”, que es una hermosa canción que le dedican al hijo de Lennon, que es Julian Lennon.
–¿Qué representó para vos este grupo?
–Era un sentimiento extraño porque en realidad no comprendíamos la letra de las canciones. Ahí aprendí que la música es un idioma universal porque más allá de no entender la música de Los Beatles nos marcó a todos. Uno después va reflexionando sobre la obra de Los Beatles y, más allá de Los Beatles, sobre la obra y la forma de ver el mundo que tenía John Lennon.
–¿Formalmente nunca hiciste un ingreso al mundo de la música con otro ritmo que no sea el folclore?
–La verdad que te voy a sorprender. Mi primer grupo se llamaba “Los caimanes del Caribe”.
–¿Hacías música tropical?
–Claro (risas).
–¿Cómo qué por ejemplo?
–”La piragua” y las canciones de Los Wawancó, que marcaron época. Entonces, hacíamos serenatas para la gente del barrio.
VOCACIÓN TEMPRANERA
–¿Cómo empezó toda tu vida en un mundo más formal de decir “soy músico”?
–Yo a los nueve años cuando subí por primera vez a un escenario ya quería ser músico y después pasó toda esa etapa de escuchar y cantar. El disco de Vocal 2 fue realmente un disco que me marcó para escuchar la música paraguaya. Hubo un lapso entre los 10 y los 13 años que escuché mucho rock and roll, porque a mi hermano le gustaba. Escuché “El lado oscuro de la luna”, Yes, Supertramp, Deep Purple. Tenía un vecino que tenía una terraza, que eran los Martínez, que tenían también un combinado y ahí nos encontrábamos todos y bailábamos. Cuando mi hermano en el año 73 compra el disco –y te digo esto porque es importante, ya que después el tiempo y la historia nos va a juntar– me llamó la atención como arreglador Óscar Cardozo Ocampo. Dije yo “qué genial, qué genio”.
–¿Ya empezabas a tener oído para el arreglo?
–Para los arreglos y a mí me encantaban esas reversiones históricas de la música paraguaya que ya tenían un sonido contemporáneo. Después aparece el disco de Mercedes Sosa homenaje a Violeta Parra y después Horacio Guaraní, Facundo Cabral y ahí el mundo va girando. Me impactó un reportaje que leí en una revista que se llamaba Radiolandia a Mercedes Sosa en el que decía “cantar con fundamento”. Se me quedó eso y escuchándole a otros me di cuenta de que el cantar con fundamento era una forma de vida y de hacer arte. Vi que Violeta Parra hacía lo mismo y después miré atrás y vi el disco de Vocal 2 y encontré “Kaaty”, “Minero sapukái”. Yo le preguntaba a mi papá, que viene de San Pedro del Norte, ¿qué lo que es el mensú? Entonces él me explicaba lo que era el mensú, lo que era un yerbal, todo lo que la gente sufría en eso. Entonces yo escuchaba que Flores era un cronista de su tiempo y a me gustó esa idea. Yo quería contar también las cosas que pasaban.
–¿Elegiste por influencia de la Negra Sosa el canto comprometido?
–Ya existía la nueva canción latinoamericana porque eso nace en el año 61 en Mendoza, con Tito Francia, Mercedes Sosa y (Óscar) Matus, que era la pareja de Mercedes, y Armando Tejada. Ese fue el germen y después se extendió por Chile con los Parra en el año 67, 68 y después en el 72, 73 ya con la nueva trova cubana. El nuevo cancionero argentino fue muy fuerte acá. Había un lugar que se llamaba la Guarida del Matrero con Santi Medina, Maneco Galeano, Óscar Gómez, que traían ese canto con fundamento.
–¿Cuál fue el primer grupo que integrás?
–Juglares.
PROYECCIÓN INTERNACIONAL
–¿Que fue también tu primera experiencia en un grupo que hacía giras internacionales?
–Sí. Llegamos a hacer giras nacionales e internacionales con Juglares. Juglares se separa en el 76 y los integrantes en aquel entonces eran Juan Carlos Chaparro, Juan Carlos dos Santos, Chondi Paredes y Jorge Crouch. El creador del grupo fue Carlos Noguera, que una o dos actuaciones tocó con ellos. Yo les veía a ellos en la televisión y me conmovió la formación de Juglares porque tenía guitarra, cello, flauta dulce. Había un programa que se llamaba “Tercer tiempo”, que se emitía desde el Hermitage, que era un restaurante con música y durante las siestas se hacía un programa deportivo con Edgardo Villalba Viccini y había como entremeses musicales. Ahí tocaba Juglares y yo realmente me quedaba prendido, porque son las dos pasiones que yo tengo, el fútbol y la música. En el 79 viene Chondi Paredes y me dice “queremos invitarte para rearmar el grupo”. Chondi me llama porque nos encontramos en uno de esos 15 de mayo, cuando en el barrio nos juntábamos 20 chicos y hacíamos serenata al Día de la Madre.
–¿Y ahí te escuchó?
–Sí, y en aquel entonces había como un renacer nacional, había un sentido patriótico y tiene que ver mucho también con el momento político que vivía el Paraguay. Había venido Nelson Rockefeller y había habido una represión. Era 72, 73. Había una izquierda nacional que estaba fomentando muchas cosas. Se llamó un tiempo el Movimiento Independiente, pero en el fondo eran todos progresistas y de izquierda. Se hizo el festival de homenaje a Flores y el homenaje a Emiliano R. Fernández en el estadio Comuneros. Todo ese momento yo pasé a través de mi hermano, que estaba en la universidad. En algún momento dado tuve diferencias con mi papá porque él tenía mucho temor de que yo me dedique a la música.
–¿Por qué?
–No quería que termine bebiendo y fumando. Una vez me escapé de la casa una noche para una serenata y cuando volví él me estaba esperando en la pieza con la luz prendida. Él entonces me encara y me dice “¿a vos te gusta la música?”. Sí. Yo tenía 12 años. “Yo te voy a dejar salir, pero con tu hermano, pero prometeme algo: ni vas a fumar ni vas a beber”, me dijo. Así empezamos una relación muy fuerte con mi hermano. Yo me iba a un colegio nocturno y mi hermano estaba en la Facultad de Derecho en la Católica. Yo me iba junto a él después de las clases para esperarle y le pedía permiso al profesor Telechea para entrar a la clase de Derecho Romano. Entonces me decía “usted se va a sentar allá atrás y se va a quedar calladito”.
–Hablanos un poco del nuevo cancionero paraguayo.
–La gente le encasilla al nuevo cancionero paraguayo como un grupo de músicos contestatarios, de canto de protesta. Odio ese tema porque yo creo que ese rótulo nos puso al enemigo. Nosotros seguíamos la tradición del canto social, pero si vos te ponés a pensar y analizar el nuevo cancionero dio muchísimas canciones que están en el gusto popular que no tienen que ver con eso.
RADIOGRAFÍA DEL PARAGUAYO
–Como cualquier encasillamiento no solamente es antipático, sino reduccionista.
–Mirian Pacuá me dijo una cosa fantástica. Es como decir que Flores lo único que hizo fue ralentizar la polca y nació la guarania, una cosa tan reduccionista. Flores fue un hombre increíble. Hay un trabajo intelectual demasiado grande que pasa por las dos vertientes de la guarania, la popular y el poema sinfónico. Si vos escuchás los 12 poemas sinfónicos que se grabaron en Rusia, son como una radiografía del paraguayo.
–¿Quién era Flores para vos?
–Flores fue un paraguayo fundamental, un hombre que tenía esa capacidad de resumir. Primero tenía la capacidad de mirar, ver y retratar porque eso es lo que hizo, retrató en su música al paraguayo. Yo no conozco ni un paraguayo hasta ahora que no se conmueva estando acá o estando en otro país con una guarania, eso ya es fundamental, es el ADN del paraguayo y Flores consiguió eso porque fue un hombre que caminó muchísimo y hay una elaboración intelectual en su obra. Hay una elaboración intelectual, hay como un ethos. Él descubrió eso, de tanto andar, de tanto mirar las culturas originarias, la Asunción de aquella época, que tenía todavía un vestigio fuerte del interior.
–¿Y él hizo un camino a los otros paraguayos que fueron a Buenos Aires?
–Allá se desarrollaron muchas cosas. Allá él se encontró con José Bragato, que era cellista de la orquesta sinfónica del Colón. Bragato le ayudó muchísimo en el tema de cómo estructurar las cosas. Antonio Pecci es el biógrafo oficial para mí de Flores, el que tiene la precisa. Todo lo que yo escuché, esto que te estoy contando yo escuché de Agustín Barboza, que fue uno de los cantores de Flores, yo compartí muchísimo con él. Y por suerte hoy aparece Antonio Pecci, que va escribiendo, que va haciendo la memoria de Flores.
–Los biógrafos son fundamentales.
–Sobre todo alguien como Antonio, que ama la obra de Flores y tiene una concepción de Flores, que también se hizo esa pregunta que vos te hacés porque ahí arranca también toda su investigación, quién era y por qué llegó a donde llegó.
LA MAGIA DE DOS GENIOS
–Hay un momento en que se produce un cruce histórico entre Flores y Manuel Ortiz Guerrero. ¿Qué es ese mágico momento?
–Es la magia de dos genios. Yo recuerdo un momento, por un lado triste y por otro lado sería, como dice la canción, entre el espanto y la gloria, que es el momento en que Ortiz Guerrero le dice “yo quiero hacerte la letra de ‘India’”. La letra de “India” ya estaba, fue hecha por Rigoberto Fontao Meza. Flores accede y es la versión que nosotros conocemos ahora.
–No te puedo creer que hay otra versión.
–Sí, se enojó Fontao Meza. Y ese es un momento duro, pero a la vez es un momento ícono de la unión de Flores con Ortiz Guerrero, que para mí es la dupla de oro de la guarania. Tienen “India”, “Buenos Aires, salud”, “Ne rendape aju”, “Panambi vera”. Tienen cosas que son irrebatibles.
–Una pluma maravillosa, un romántico que llegó tarde, pero llegó oportuno al mismo tiempo.
–Y hay un parecido extraordinario con un poeta que en aquel entonces era tan grande como Rubén Darío en Nicaragua, que tiene más o menos ese estilo de expresión.
–¿Cuáles son algunas de las obras que escribiste últimamente?
–Acabo de hacerle una canción a Mirian y al amor que nos tenemos, que se llama “Colibrí de fuego”, y compuse parte de la música de “Aguyje, Maestro”, con Patrick Altamirano y la letra con la gente de Purahéi Soul y Mirian. También compuse una canción con Orlando Rojas, un paraguayo que vive en París y se llama “Estás”, que es también otro poema para Mirian.
–Contame la historia de Flores comunista y de Flores en la Unión Soviética.
–La obra de Flores está impregnada de su visión del mundo. No hay que olvidar que él nace en un momento histórico de todo ese movimiento mundial del socialismo y el comunismo, que era tan fuerte. Yo estoy de acuerdo con Carlos Pagura, el escritor cubano, que dice que fue la utopía traicionada del siglo pasado. Es como que alguien deje de ser cristiano porque hay curas que abusan de niños. Yo sigo pensando que ese es el norte y sigo pensando que con algunos cambios, algunas formas de ver el mundo más contemporáneas, se puede llegar por ahí a una sociedad mucho más justa, un mundo mejor es posible. Y Flores también pensaba en eso y por eso escribió todo eso.
PUENTE PARA LA PAZ
–Y Flores se proyecta ahora a un desafío universal con la declaratoria de patrimonio. ¿Cuál es el estado del arte de esa gestión? ¿Qué se espera para este año al respecto de ello?
–La carpeta ya se presentó en marzo de 2023. Previamente, y tengo que destacar la gestión de Nancy Ovelar, la embajadora paraguaya ante la Unesco, de cómo impulsó y organizó un concierto en la sede de la Unesco donde estuvimos nosotros presentando a la guarania, que fue como un encuentro con los de la Unesco, con los que van a votar, un acercamiento. Realmente después del concierto, muchísimos representantes de muchos países se acercaron a nosotros a decirnos “nosotros votamos para que la guarania sea patrimonio de la humanidad”. Fue un concierto en el que también contábamos los orígenes de la guarania y cómo se iba desarrollando y por qué pensábamos nosotros que era importante, porque la guarania tiende puentes, la solidaridad, la justicia social, de todo eso habla Flores. Y me parece que es un enorme aporte a la humanidad en este mismo momento donde hay muchos conflictos y donde es imperiosa la necesidad de la paz.
–Ojalá que suceda. Esto es en diciembre y es en Paraguay incluso (la reunión de la Unesco).
–Si se declara esto, un mes después, porque esto se decidirá entre el 2 y el 7 de diciembre, un mes después la guarania cumple 100 años, porque la primera guarania se escuchó en enero de 1925.
–¿Cómo ves la música hoy en Paraguay, sus cultores, su escuela, su promoción?
–Yo veo con mucho entusiasmo. Creo que esto de la guarania, la visualización de la guarania y que sea patrimonio cultural inmaterial de la humanidad nos va a obligar a nosotros, a los conservatorios, a echarle una mirada profunda a ese género musical que nos representa y que en cierta medida en el ámbito de la música Flores y Ortiz Guerrero reivindican el idioma guaraní, que en aquella época era perseguido.
–¿Entonces vos notás que hay una proyección hacia lo universal, pero que está bien aferrada a sus orígenes?
–Creo que tenemos que trabajar más, según mi criterio, que es discutible, a la parte de las raíces.
TRANSFORMACIÓN
–¿Murió el canto testimonial?
–No.
–¿Se transformó?
–Yo creo que sí. Si vos pensás que vas a seguir encontrando cantautores como (Joaquín) Sabina, Silvio Rodríguez o (Joan Manuel) Serrat, ya no. Fue parte de la historia y a partir de ahí el canto toma otro vuelo y entonces aparece René Pérez, de Calle 13, aparecen otros músicos importantes que te van dando, como decimos nosotros, la precisa, que miran la sociedad que les toca vivir, el mundo que les toca vivir, y van expresándolo a través de esos géneros musicales, que a veces tal vez no sean los nuestros, pero los cuales uno tiene que tomar. Por eso creemos que la guarania es una forma musical que deben tomar los jóvenes y contar las cosas de este tiempo con los sonidos de este tiempo. Vos te vas a la escuela, por ejemplo, y tocás una guarania como “Reservista purahéi” y puede que le guste a la gente, pero no habla de su realidad. Entonces, es importante ubicarle en el tiempo y esas canciones se escribieron en un momento histórico.
–Ricardo, ¿qué cosas vas a hacer de inmediato, de futuro? ¿Estás en producción?
–Tenemos dos proyectos, uno que es Guarania Universal, donde este primer corte de “Aguyje, Maestro”, que comparto con Patrick Altamirano, con El Princi, con Purahéi Soul, con Juan Cancio, que es una producción de Mirian Pacuá. Y la otra producción de Mirian Pacuá que se viene ahora, que es Guarania Inmortal con el Grupo Generación. Vamos a hacer nueve locales y uno en Buenos Aires. Es una gira nacional con lo mejor de las guaranias esperando diciembre. Estos son los dos proyectos grandes que tenemos.
“Flores fue un paraguayo fundamental, un hombre que tenía esa capacidad de resumir. Primero tenía la capacidad de mirar, ver y retratar porque eso es lo que hizo, retrató en su música al paraguayo. Yo no conozco ni un paraguayo hasta ahora que no se conmueva estando acá o estando en otro país con una guarania, eso ya es fundamental, es el ADN de los paraguayos y Flores consiguió eso porque fue un hombre que caminó muchísimo y hay una elaboración intelectual en su obra”.
“La guarania tiende puentes, la solidaridad, la justicia social, de todo eso habla Flores. Y me parece que es un enorme aporte a la humanidad en este mismo momento en el que hay muchos conflictos y donde es imperiosa la necesidad de la paz. (...) La declaración como patrimonio cultural inmaterial de la humanidad nos va a obligar a nosotros y a los conservatorios a echarle una mirada profunda a ese género musical que nos representa”.
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Suspenden a Florentín y otros
Abiel Osorio, Sebastián Sosa, Braian Cufré y el paraguayo José Florentín (ex-Guaraní) fueron separados del plantel profesional luego que se hiciera pública la acusación de una joven de 24 años que dijo ante la Policía de Tucumán que fue abusada sexualmente por los citados futbolistas en un hotel.
Vélez comunicó que se resolvió la suspensión del contrato de trabajo de los cuatro jugadores implicados, quienes quedaron detenidos temporalmente.
“Se dispuso el inicio de un sumario interno para que, a la máxima brevedad, se determinen las medidas definitivas a tomar respecto de los cuatro jugadores”, expresó el club en su comunicado. En la misiva se agrega que “el club reitera su más profunda preocupación por los hechos denunciados, que claramente son contrarios a los principios y valores de nuestra institución”.
Según explicaron los abogados de la víctima, una mujer de 24 años que acusó a los futbolistas días después, cuando detalló que abusaron de ella en un hotel al que había acudido para citarse con el portero uruguayo Sebastián Sosa y sus otros tres compañeros.
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“Debemos aprovechar las nuevas tecnologías para adaptarnos a los nuevos tiempos y vivir mejor”
En esta edición del programa “Expresso”, transmitido por GEN/Nación Media, Augusto dos Santos recibe al doctor Benjamín Barán, científico computacional y presidente del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt), para hablar de una tecnología en boga y que está dando mucho que hablar en todos los ámbitos: la inteligencia artificial. En contraste a las visiones apocalípticas, Barán augura que esta herramienta relevará al ser humano de las tareas pesadas y repetitivas, lo cual propiciará el mayor desarrollo de las potencialidades de las personas.
- Fotos Eduardo Velázquez
–ADS: ¿Cuándo fue la primera vez en su larga militancia dentro de la ciencia en la que empezó a escuchar respecto a la inteligencia artificial?
–BB: A mediados de los años 80 estaba haciendo un posgrado en Boston, Massachusetts, y en aquellos momentos se empezó a hablar de que la inteligencia artificial iba a tener un renacer muy importante. Japón había propuesto un proyecto de una quinta generación de lenguaje y quitó un lenguaje que se llamaba Prolog. Yo estaba en la universidad y tomé el curso de Prolog y vi la enorme diferencia entre los lenguajes tradicionales que usábamos en la universidad hasta ese momento, como Cobol, Fortran, etc., con este lenguaje de quinta generación que fue Prolog. Y ahí tuve como un deslumbramiento de decir “el día que esto se empiece a usar con todo su potencial, va a ser algo fantástico”.
–¿Cuándo se distingue el nacimiento de la inteligencia artificial como disciplina?
–La idea de la inteligencia artificial es intentar construir máquinas y sistemas capaces de hacer cosas que hacemos los seres humanos, que asumimos somos inteligentes y entonces, cuando una máquina puede hacer esas cosas que hasta ahora solo hacíamos los seres humanos inteligentes, podemos hablar de una máquina con inteligencia artificial. El primer punto que vemos es que ya desde su conceptualización no se pretende que la máquina sea algo perfecto. El objetivo de la inteligencia artificial es básicamente imitar de alguna manera a los seres humanos y realizar las tareas que hasta ahora veníamos realizando los seres humanos. Y la lógica que podemos ver a lo largo del tiempo es que en algunas tareas las máquinas pueden hacer las tareas, sobre todo las tareas repetitivas, cansadoras, aburridas. Eso lo hacen muy bien, lo hacen mucho más rápido y la idea es que cuando podamos resolver todos nuestros problemas, los seres humanos vamos a poder dedicarnos a hacer deporte, hacer arte, estar con la familia, disfrutar con los amigos y no vamos a necesitar tantas horas de trabajo porque vamos a tener estas máquinas que van a hacer esas tareas que necesitamos para asegurar nuestra subsistencia.
PIONEROS
–¿Cuándo llega la primera computadora al Paraguay?
–Tengo la suerte de ser alumno del profesor Horacio Feliciangeli y del profesor José Luis Benza, que fueron de alguna manera los pioneros en la década del 70. Ellos trabajaban en el Centro Nacional de Computación sobre la calle España, que se fundó porque llegó la primera computadora al Paraguay. Una computadora enorme que venía en pedazos. La memoria era del tamaño de una heladera y hoy cualquier celular tiene miles de veces más memoria que esa heladera enorme que vino.
–¿Recordás cuáles eran las funciones básicas de una computadora en ese tiempo?
–El primer trabajo comercial, según me contaban los profesores Horacio Feliciangeli y José Luis Benza, fue intentar hacer la facturación de Ande. Ese fue el primer programa que el equipo de informáticos paraguayos empezó a hacer. La facturación es un trabajo bastante repetitivo, pesado, entonces el computador era realmente muy apropiado para eso. Pero después una cosa trajo a la otra. Les recuerdo que en la década del 70 los computadores eran enormes, no teníamos computadores personales.
–Probablemente antes la computadora era una especie de repositorio de fácil acceso de datos y después se transita hacia una especie de solución alternativa a la propia inteligencia humana.
–Hasta ese momento no solamente era repositorio de datos, era una máquina que hacía cálculos matemáticos bastante rápido. Desde el inicio el computador sumaba, restaba, multiplicaba mucho más rápido que los seres humanos. Entonces, tenía dos cualidades muy importantes. Hacía una matemática que a los seres humanos nos llevaba más tiempo y donde la probabilidad de error de los seres humanos era bastante mayor y era un repositorio de datos. La década del 60 fue una década en la que se creía que se iban a lograr grandes aplicaciones a través de los modelos matemáticos, a través del desarrollo de programas. Y la verdad que fue un gran fracaso. Eso nos llevó a que la década del 70 se conozca con el nombre del invierno de la inteligencia artificial. Si buscamos trabajo científico publicado en la década del 70, vamos a ver que hay muy pocos. Porque es una etapa de frustración. Porque los 60 fueron una etapa gloriosa en diferentes ámbitos, incluyendo la conquista espacial. Y en la década del 70 no se consiguió ese producto comercial que demuestre que eso sea útil. En la década del 80, cuando Japón quita su proyecto de quinta generación, muchos jóvenes como yo, nos entusiasmamos de vuelta con la inteligencia artificial.
–¿Y qué pasó luego?
–Y el cambio importante ocurrió en la década del 90, cuando los científicos hicieron un cambio de paradigma. En vez de hacer nuevos desarrollos matemáticos, programas que consigan terminar un poco más rápido, cambiaron la forma de pensar y dijeron “lo importante para que la máquina aprenda son los datos”. No importa si el algoritmo es el más eficiente del mundo. Si los datos están sucios, la máquina no va a aprender nada. Para no entrar en técnicas matemáticas, quiero mencionar algo que seguramente todos conocen. Un famoso match de ajedrez en 1997 entre el Deep Blue de IBM y el entonces prometedor campeón del mundo de ajedrez, Garry Kasparov, la promesa que hasta ese momento se pensaba que iba a ser el Bobby Fischer ruso. Y pasó a la historia por haber perdido un match de ajedrez contra la computadora. Hay mucha discusión si qué tan leal fue ese match. De todas maneras, el hecho de que en el así llamado juego ciencia la computadora le ganó nada menos que a la promesa del ajedrez mundial fue un cambio dramático. Fue una cosa que todos los que no miraban a la inteligencia artificial como muy prometedora comenzaron a decir “acá viene algo serio, algo va a pasar”.
FUNCIONAMIENTO
–¿Básicamente cómo funciona la inteligencia artificial?
–La inteligencia artificial generativa lo que hace es imitar con base en el material que se le da al computador para aprender y hace cosas parecidas, pero no necesariamente idénticas al material que se utilizó para entrenar. Hoy yo le puedo dar a un sistema de inteligencia artificial todas las músicas de Los Beatles y me va a generar una música que para el que no entiende va a ser la música de Los Beatles, pero en realidad es algo que generó casi al azar, que lo único que tiene de parecido con la música de Los Beatles es la métrica. Es que todas las métricas, los patrones, los acordes van a ser aprendidos. Los patrones van a ser los mismos, pero la música es diferente, se genera casi al azar.
–¿Qué desafíos plantea la inteligencia artificial en el ámbito de la educación?
–Tenemos que cambiar la forma de enseñar porque en la evolución de la humanidad la complejidad de los problemas que queremos resolver también evolucionaron. O sea, la academia siempre tiene un resguardo al respecto de buscar alternativas para que esto siga funcionando. Estamos en un momento de transición terrible entre la pandemia, que de alguna manera alejó a los alumnos de los profesores físicamente. Los alumnos se acostumbraron a tener clases en la casa a través del celular o del computador. Y hoy dicen “no entiendo para qué me llevan al colegio”. Me ahorraba el tiempo de viaje. Y el profesor dice “no entiendo para qué tengo que viajar no sé cuántos kilómetros”. O sea, estamos en un momento donde alumnos y profesores están cuestionando el método tradicional. Están cuestionando el método en que fue educada nuestra generación, que era un profesor que se paraba enfrente de los alumnos y daba información. Hoy en día esa información muchos alumnos la tienen en mayor medida en su celular. Y esto lleva a que tengamos que repensar y replantear la educación, y tenemos que cambiar hasta la forma de tomar examen.
–¿Y cuáles son algunas líneas básicas de ese debate?
–Lo que no se puede hacer es renegar. Al contrario, lo único que puedes hacer es valorar los avances tecnológicos. Es lo único que se puede hacer porque eso hace que el mundo sea mejor. Ahora, ¿cómo haces esa contrapartida? Hay muchas cosas que hay que cambiar. Si me permiten, yo quiero dar ejemplos en la universidad porque es donde tengo mi experiencia profesional. Yo empecé a enseñar en la Facultad de Ingeniería en la década del 70. Entonces, me resulta más fácil hablar de la universidad. Muchas cosas tienen que cambiar. Por ejemplo, el tradicional profesor que escribía en un pizarrón para que venga el alumno y copie en el cuaderno. Yo tuve profesores y algunos bastante buenos que copiaban en el pizarrón y yo me iba con mi cuaderno y copiaba. Ese profesor hoy no tiene nada que hacer con los jóvenes de hoy en día. Lo máximo que va a conseguir es que cuando él termina de escribir en el pizarrón, el alumno saque su celular y tome una foto. O sea, esa clase tradicional no tiene más sentido.
–¿Cuál es el cambio de enfoque que se debe hacer?
–Hoy el profesor que da información al alumno no está haciendo algo realmente trascendente porque la información ya la tiene el alumno y en enorme volumen a través de su celular, de su computadora, etc. Hoy lo que tenemos que enseñarle como profesor al alumno es algo muy diferente. Por ejemplo, dado que hay tanta información, ¿cómo sé qué información es fidedigna y qué información no es fidedigna? En primer lugar, ser una especie de agente de tránsito de la información fiable. O por lo menos saber cuáles son los parámetros. Con mis alumnos de doctorado definimos una línea de investigación y decimos ¿qué tenemos que hacer para descubrir esto? Tenemos que leer estos artículos. O tenemos que encontrar qué artículos científicos hay. Y encontramos miles de artículos. Entonces, ¿cómo elegimos los 100 artículos que sí podríamos llegar a leer a lo largo de un doctorado? Y entonces se trabaja y el profesor deja de ser el que da la información para ser un mentor, para ser un motivador, para ser un facilitador. Alguien que le dice al alumno, estando a la par, “así se trabaja”, “así vamos a llegar al objetivo”, “este es el objetivo”, “esto es lo que tenemos que estudiar”, “esto es lo que tenemos que leer y validar la calidad de los trabajos”. Son cambios dramáticos. No es del día a la noche.
–Es dramático incluso porque deforma configuraciones culturales demasiado respetables en la historia como el rol del maestro.
–Hoy lo que yo valoro del maestro es mantenerle motivado y guiarle al joven sobre cómo navegar en este mundo con tanta información, mayormente falsa, mayormente errada, cómo navegar en ese mundo para llegar a los objetivos que uno se vaya trazando, por ejemplo, en una profesión. Esto requiere un esfuerzo muy diferente y ya no alcanza con ir al aula a entregar la información que uno tenía.
REGULACIÓN
–¿Cómo se está preparando Paraguay para moderar, regular y legislar sobre este tema?
–Lo primero que tengo que aclarar es que esto no es un tema resuelto en el mundo. O sea, Europa está en discusión, qué vamos a hacer, cómo vamos a hacer. China sacó recientemente algunas regulaciones sobre cómo manejar todo este tema de la inteligencia artificial. Es un tema no resuelto a nivel mundial. Es algo nuevo. Hay muchísimas cosas por resolver. En general, si nos plantean un problema concreto los que trabajamos en tecnología vamos a pensar, vamos a trabajar y vamos a terminar proponiendo una solución, pero hoy el problema es mucho más grande. Hay que acotar y decir cuáles son los problemas que queremos resolver. Hoy ni siquiera estamos todavía totalmente de acuerdo. Si discutimos qué es propiedad intelectual cuando un software, sobre todo los que hacen inteligencia artificial generativa, esto que mencioné que aprende de cosas que existen y después generan cosas parecidas con padrones. ¿Quién es el dueño de ese copyright? Ahí hay mucho para discutir. O uno de estos vehículos no tripulados. Sí un vehículo tripulado sale a la calle y tiene un accidente, ¿de quién es la culpa?, ¿del fabricante, del ingeniero que diseñó, del dueño del vehículo que le prestó a un amigo?, ¿es la culpa del que estaba manejando? Todos estos temas son temas que no están resueltos en el mundo. Y Paraguay generalmente está en una posición de mirar lo que ocurre en el mundo y de alguna manera ir tomando medidas. Hoy no tenemos ninguna ley, pero somos conscientes los paraguayos de que todas estas nuevas tecnologías vienen a cambiar nuestras vidas. No lo podemos parar. Y lo mejor que podemos hacer es aprovechar las nuevas tecnologías con todo su potencial para intentar adaptarnos a los nuevos tiempos y vivir cada vez mejor.
–¿Cómo aprovecharemos nuestro tiempo en 10 años más?
–Quiero llevar un poco más allá si me permiten. Y quiero hablar del año 2045 porque Ray Kurzweil, el director de Ingeniería de Google, escribe en uno de sus libros que para el año 2045 va a llegar el tan hablado y temido punto de la singularidad. Hay muchas películas sobre el famoso punto de la singularidad.
PUNTO DE SINGULARIDAD
–Aproveche para explicar qué es.
–El punto de la singularidad es el momento en que el conocimiento y la capacidad de cómputo que tienen estas máquinas le alcanzan o superan al ser humano. Ese momento se llama punto de singularidad. Dado que el crecimiento que tiene la tecnología es exponencial y el crecimiento que tiene la inteligencia humana es, en el mejor de los casos, lineal. Entonces, es posible calcular cuándo va a ocurrir. Puede ser cinco años más, cinco años menos, pero más o menos alrededor del año 2045 vamos a llegar a ese punto.
–¿Ese es el año en que el robot va a ser tu jefe?
–Ahí es donde yo voy a hablar que soy un optimista empedernido. El robot no va a ser mi jefe, pero yo voy a programar el robot para que haga el trabajo que yo necesito para sobrevivir como humano. Y voy a poder dedicarle más tiempo a jugar con mis nietos. Hoy tengo poco tiempo para estudiar. A mí me gusta, amo estudiar. Voy a poder dedicarme a la música. Voy a poder dedicarme al arte. No soy muy buen deportista, pero al que le gusta el deporte tendrá tiempo para hacer eso, para compartir con los amigos, compartir con la familia. El computador en última instancia va a ser lo que algún ser humano le programe que haga. Obviamente que tenemos que tener muchos cuidados como, por ejemplo, la explicabilidad de las decisiones que toma un computador. No permitir que el computador tome decisiones que sean críticas.
–No va a tener el dedo en el botón nuclear, por ejemplo.
–Desde el año 1945 hay bombas atómicas y el ser humano tiene capacidad tecnológica como mínimo de hacer desaparecer ciudades o países. ¿Cuántas veces ocurrió eso entre 1945 y hoy en día? De alguna manera los seres humanos vemos los peligros que traen las nuevas tecnologías y de alguna manera nos autorregulamos por un principio de supervivencia. Yo quiero creer como optimista que la inteligencia artificial nos va a obligar a generar ese principio de supervivencia y a decir “ese computador va a hacer lo que yo le digo”. Ahora, ciertamente, va a haber un tema ahí complejo. Ciertamente, va a haber gente brillante que va a tener más tiempo para llegar a una calidad artística que hoy es muy difícil porque hay que subsistir. Pero puede haber mucha gente que, aunque haya suficiente comida, y aunque haya suficiente casa, puede no tener así un rol muy protagónico porque la subsistencia va a estar básicamente asegurada con las máquinas a partir del punto de singularidad. Entonces, realmente ahí hay un tema muy profundo, filosófico, sociológico y de todo tipo de qué queremos que haga el ser humano a partir del punto de singularidad.
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El amor y las citas en los tiempos de la internet
Elegirse por redes facilita algunas cosas, pero trae también problemas nuevos que derivan del sexting como el “ghosteo”. Aquí un panorama.
- Por Jorge Zárate
- jorge.zarate@nacionmedia.com
- Fotos Gentileza
“Encontrar a la media naranja a través de las redes sociales es más rápido, se acortan los procesos. Hace 27 años, desde que aparecieron las redes en el mundo, era impensable encontrar el amor en un pestañeo”, apunta la psicóloga y sexóloga Rocío Paredes.
Comparando los viejos tiempos de las cartas de amor, recuerda que ahora “no pasa mucho tiempo desde el chateo donde se comparte mucha información personal, hasta llegar al sexting, un paso previo antes de concretar el encuentro para una cita o después de la cita. Antes era hablar con los padres, llegar a la casa para no seguir a los besos por la calle como decía mi abuela, eso podía durar unos cuantos meses”, memora.
Surge entonces la pregunta: ¿Las aplicaciones de citas ayudan a encontrar “amor” o son más facilitadoras de encuentros sexuales? Para la psicóloga Lourdes Maldonado, “la mayoría termina encontrando cierta practicidad en el uso de estas apps ya que les permite explorar sus opciones y encontrar puntos en común. Es una forma sencilla de presentarse y encontrar personas que busquen lo mismo, ya sea algo esporádico y sexual o a largo plazo y afectivo”.
Paredes entiende que “en el presente, hay como más facilidades para encontrar ‘el buen sexo’ que es más buscado incluso que ‘el buen amor’ que es como la idealización del amor. Hay personas que buscan el amor de su vida, otras un sugar daddy, una sugar mommy, un sponsor, un touch and go (relación casual sin sentimientos), etc. Todas las búsquedas son válidas si ambas personas son mayores y están de acuerdo y si no hay daños a terceros”, apunta.
VIEJOS NUEVOS PROBLEMAS
Maldonado cuenta que a causa de los romances tecnológicos en el consultorio aparecen “casos de molestias con la pareja (o persona de interés) por ciertas actitudes en redes como dar likes a fotos de X persona, ocultar historias/estados, escribir y contestar a otras personas, el no responder igual a ciertos mensajes, el controlar o revisar el celular de la pareja, entre otras cosas”.
Paredes, a su turno, comenta que “está muy de moda el ‘ghosting’, cuando alguien después de pasarla bien desaparece del mapa (de las redes) sin explicación, dejando a su paso culpa y muchas dudas en el que fue dejado, en el que se quedó con el ‘visto’ (cuando se deja de responder los mensajes o incluso llega al bloqueo de la cuenta)”. Expone entonces que las decepciones amorosas “son igual de dolorosas. Hasta pueden derivar en situaciones de ansiedad o depresión, golpes de autoestima, duelos por separación (le revisó el celular y encontró rastros de infidelidad, que mensajeaba hot con otras, casos de doble vida u otra relación, se enteró que su pareja era homosexual)”, que según apunta son elementos que aumentaron notoriamente el pasado 2023 en el consultorio.
CONSEJOS
Lourdes Maldonado dice que a la hora de aventurarse al “amor” en internet “recomendaría priorizar la seguridad propia. Si bien es algo que me parece fundamental en cualquier caso, es muy fácil ser vulnerados/as a través de las redes sociales. Hay que cerciorarse de que la persona sea de confianza, comentar e informar a las redes de apoyo (familia, amistades) que se está conociendo a alguien o que se va a tener una cita con alguien desconocido, proteger los datos personales y afianzar una dinámica sana y en lo posible, que se conviva con la persona fuera de las redes”.
Rocío Paredes aconseja: “Si vas a practicar sexting, tomar precauciones, asesorarte de cómo hacerlo seguro para no caer en sextorsiones que a nivel mundial crecieron al punto de que hasta la DEA (sigla de la agencia antidrogas estadounidense) quitó una alerta a fines del año pasado”.
Buscar pareja en las redes “puede ser arriesgado, pero no deja de ser divertido, porque despierta mucho la fantasía, genera emociones, vínculos, a través de una pantallita. El que quiera ‘jugar el juego’ que se cuide, que tome precauciones”, apunta.
“En el presente, hay como más facilidades para encontrar ‘el buen sexo’ que es más buscado incluso que ‘el buen amor’ que es como la idealización del amor”.
- ROCÍO PAREDES - PSICÓLOGA
Tips para sexting
1- Confía en tus instintos: sé cauteloso/a con los datos que se te presentan, recuerda que primero se muestra el lado bueno, asegúrate de que no sea un perfil falso y que el sitio sea seguro.
2- Más es menos: procura no chatear con varias o varios al mismo tiempo, invierte tus palabras y tu tiempo en aquellas personas con las que disfrutas y te parecen más prometedoras.
3- Despide al misterio: es clave ser claros y directos sobre las expectativas desde el principio, así evitar el desgaste tratando de adivinar qué le gusta al otro o si tiene una vida paralela, detrás de una pantalla puede haber muchas más cosas.
4- Deja los prejuicios a un lado: a veces te pueden jugar en contra si te dejas guiar solo por las apariencias, tenés que leer el detalle como “las letras chicas” del perfil que te atrae.
5-No te quedes con la duda: la virtualidad permite conocer y descubrir con más profundidad a la persona, lo que genera incluso mejores conexiones mentales.