Kassem Mohamad Hijazi estaba siendo investigado por la Justicia desde el 2004 por serias sospechas de integrar un megaesquema de evasión y lavado de dinero. El brasileño de origen libanés fue el arquitecto de una estructura conocida como dólar net, que para ese entonces movía cerca de tres millones de dólares por año, teniendo como base operacional Ciudad del Este.
Un año después, el fiscal Juan Carlos Duarte presentaba una acusación que podría etiquetarse como amigable, ya que preparaba el camino para darle impunidad al investigado. Dejó de lado la cuestión de lavado, que era el punto principal de investigación, y la acusación fue solamente por evasión de impuestos. Todo el proceso estaba salpicado por peritajes sin participación de las partes y deslacrado de pruebas de otras causas. Cualquiera creería que eran errores de procedimiento muy básicos difíciles de creer que no hayan sido a propósito. Dejaron el arco libre para que la defensa gane por goleada.
Para el 2007, Hijazi seguía su proceso en libertad, incluso con permiso para salir del país todos los días, ya que residía en Foz de Yguazú, pero hacía sus negocios en la capital paranaense. En ese mismo año, el diario O Globo publicó sendos artículos que mostraban cómo el contrabando y el tráfico financian el terrorismo. El investigado y su esquema eran uno de ellos. La publicación se remitía hasta órdenes emitidas por el ex presidente George W. Bush apenas sucedían los ataques del 11 de setiembre del 2001, ya que Estados Unidos quería saber el origen del financiamiento de grupos terroristas; como resultado, quedó expuesta una operación de lavado de dinero de más de 100 millones de dólares que se generaban en la Triple Frontera para el grupo chiita libanés Hezbollah y Al Qaeda. Uno de los sindicados de estar involucrado era Kassem Mohamad Hijazi.
En el 2008, se terminaba de consumar el blanqueo a Hijazi. Un vergonzoso trabajo durante el juicio del superintendente fiscal Juan Carlos Duarte y el fiscal adjunto Hugo Velázquez y el caso quedaba cerrado. El segundo se candidataba a diputado y hoy es vicepresidente y precandidato a presidente del oficialismo. Por su parte, “Charly” Duarte, con un patrimonio bastante difícil de explicar, es actualmente director jurídico de la Entidad Binacional Yacyretá. Pero ese no es el único nombre, tanto Velázquez como Duarte (a quien se los menciona como socios comerciales) salieron juntos en una icónica foto junto con Walid Amine Sweid en el yate de este último durante una visita al Líbano, que hasta ahora es motivo de dolores de cabeza para el delfín oficialista. Sweid también estuvo investigado por lavado de dinero.
Como antecedente inmediato, en agosto del 2021 fue el fiscal Marcelo Pecci quien encabezó la detención en Alto Paraná de Kassem Mohamad Hijazi. A pocas horas de esta detención, el Departamento del Tesoro de Estados Unidos impuso sanciones anticorrupción contra Hijazi, su primo hermano Khalil Ahmad Hijazi y una de sus asociadas, la empresaria paraguaya Liz Paola Doldán González, así como a cinco empresas en Paraguay.
En enero de este año, Kassem Hijazi, quien se encontraba recluido en la Agrupación Especializada en Asunción, se negó a ser extraditado a los Estados Unidos de manera voluntaria. Luego, en abril, el juez José Delmás hizo lugar al requerimiento de extradición del Tribunal Distrital de los Estados Unidos para el Distrito Sur de Nueva York y la sentencia está actualmente en trámite de ejecución.
Colombia, Paraguay y Estados Unidos barajan las conexiones de los grupos criminales que operan en sus territorios, con tentáculos en otras dos naciones, y que podrían tener implicancia directa en el asesinato del fiscal paraguayo que ocurrió por la mañana del martes pasado en una playa privada, cuando dos sicarios, que llegaron en una moto acuática, lo atacaron a tiros.
La Policía de Colombia ya emitió las primeras imágenes de los sospechosos, extraídas de los circuitos de seguridad del hotel donde el fiscal Pecci se hospedaba con su esposa, y no descarta la posibilidad de otra hipótesis, de más peso: que los sicarios fueron contratados por un grupo de narcotraficantes al punto de que se han realizado requisas en celdas de la Agrupación Especializada. Lo que se espera es que surjan novedades esclarecedoras.
Como antecedente inmediato, en agosto del 2021 fue el fiscal Marcelo Pecci quien encabezó la detención en Alto Paraná de Kassem Mohamad Hijazi.
Colombia, Paraguay y Estados Unidos barajan las conexiones de los grupos criminales que operan en sus territorios, con tentáculos en otras dos naciones, y que podrían tener implicancia directa en el asesinato del fiscal paraguayo.