A primera vista, las crisis son motivos de dolores de cabeza para cualquier administración. Ningún gobierno, si pudiese elegir, optaría por llegar a una crisis o andar de crisis en crisis. Una crisis mal gestionada produce el triple de desgaste que una administrada correctamente. Sin embargo, al contrario de lo que podría creerse, no todas las crisis son malas per sé. Algunas no solo son convenientes, sino que también oportunas y sobre todo útiles. Convenientes en el sentido de que, en vez de apaciguarlas a veces, quienes en apariencia son víctimas, le arrojan más leña al fuego. Oportunas, porque sirven como elementos de distracción para evitar hablar de temas prioritarios que se desarrollan al mismo tiempo. Y útiles porque con esa distracción se logra ganar tiempo sin la presión del dedo público que casi siempre señala de una manera que incomoda a quien ejerce el poder.
Luego de tantas idas y venidas, por izquierda y por derecha, de arriba y abajo, de parecer que ya se iba a extinguir para luego volver a reavivarse. Exactamente esto fue lo que pasó el jueves en la sesión de la Cámara de Senadores cuando referentes del oficialismo y sus partidos satélites deciden postergar el proyecto de ley que busca eliminar la declaración jurada a los proveedores de combustible y gas de Petropar. Un proyecto que fue presentado por esos mismos referentes luego de sendas reuniones con esta segunda oleada de dirigentes camioneros y sindicatos de la propia petrolera estatal. La primera oleada está detenida en la Agrupación Especializada, en la jornada de ayer el juez de la causa ratificó la prisión en el caso que se les investiga por extorsión, luego de la denuncia realizada ante la Fiscalía por el propio ministro del Interior.
Los referentes del oficialismo en el Senado, muy cercanos al Ejecutivo, están en sendas campañas por su reelección y el proyecto de ley en apariencia podría ser positivo para desburocratizar trámites de compras de Petropar; sin embargo, y aquí vienen dos puntos absolutamente estratégicos: podría perjudicar a los intermediarios y ampliar el volumen de compras. Con el primero, podría suponerse quienes son los que están operando para postergar el proyecto y con el segundo quienes están a favor, aumentando las compras también crecería el multimillonario negocio del flete.
Con la postergación de la iniciativa legislativa, se vinieron unas horas tremendas en la zona de Cruce 6.000, departamento de San Pedro. Un equipo de fútbol tuvo que jugar a los penales en plena ruta para que los dejen cruzar, una comitiva diplomática de Mexico sufrió la espera porque los sindicalistas decidieron que “debían saber la realidad del Paraguay” y una camioneta fue baleada a quemarropa sencillamente por haber tenido la osadía de intentar cruzar el piquete. Pero todo tuvo una solución, el jefe policial de la zona admitió a la radio Universo 970 am que debió ir hasta la casa del senador José Pakova Ledesma, quien reside en el distrito de Guayaibí a un par de kilómetros donde se estaban desarrollando los piquetes.
Con una llamada del congresista al intendente de esa comunidad los piquetes se levantaron. Todo esto contado por el jefe policial, quien remató la entrevista diciendo “esta gente quiere que caiga el Gobierno” y que por eso prefirieron usar la vía del diálogo. Para cosas como estas es que este espacio de nuestro diario se llama Contexto.
Una camioneta fue baleada a quemarropa sencillamente por haber tenido la osadía de intentar cruzar el piquete.
Con la postergación de la iniciativa legislativa, se vinieron unas horas tremendas en la zona de Cruce 6.000, departamento de San Pedro.