Los antecedentes del caso metrobús exponen al expresidente de la República, Mario Abdo Benítez, y a su exministro de Obras, Arnoldo Wiens, como los principales responsables del catastrófico sistema del transporte público. Ambos, cegados por un odio político, acabaron enterrando una de las grandes obras promovidas durante el gobierno de Horacio Cartes, que garantizaba a los ciudadanos de la capital y del área Metropolitana un servicio digno y de calidad.
La obra vial con el respaldo económico del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), no solo apuntaba a beneficiar a unos 300.000 usuarios del transporte público de manera directa, sino que también se centraba en impulsar toda una reconversión urbana en las zonas afectadas, como el asfaltado de más de 50 kilómetros de calles alternativas, instalación de desagüe cloacal y pluvial, ampliación de avenidas, recuperación de veredas, entre otros servicios.
En febrero del 2020, el gobierno de Abdo Benítez, con Wiens a la cabeza del Ministerio de Obras Públicas y Comunicaciones (MOPC), decidió dar por terminado el contrato con la firma portuguesa Mota Engil, que fue adjudicada como encargada de la obra en el 2016. La consecuencia inmediata del revanchismo político fue una demanda de la empresa que reclamó ante tribunales internacionales una compensación millonaria por la suspensión.
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La demanda prosperó y el Estado paraguayo fue condenado en un laudo arbitral a pagar alrededor de 19 millones de dólares. No obstante, mediante las gestiones encaradas por la Procuraduría General de la República, bajo el gobierno de Santiago Peña, el monto fue reducido finalmente a 16 millones de dólares.
La decisión de suspender la obra del metrobús que ya contaba con una ejecución del 18,5 %, sin otras alternativas al proyecto, mostró una evidente carencia de visión y compromiso por el desarrollo del país por parte de Abdo Benítez y sus colaboradores para zanjar la deficiencia en el transporte público que hasta la fecha deja como resultados un tránsito caótico, paradas de buses abarrotadas, largas esperas y unidades de transportes en mal estado que terminan colocando en riesgo la vida de los paraguayosbque diariamente se ven obligados a salir dos o tres horas antes como mínimo para llegar a tiempo a destino.
Este caso ilustra cómo la gestión de Abdo Benítez no solo privó a la ciudadanía de un sistema de transporte digno, sino que también puso en riesgo los fondos públicos. Ante toda esta situación, la interrogante que queda por responder es la siguiente, ¿qué hubiese cambiado si la obra del metrobús hubiera concluido?