Según los directivos del centro penitenciario, el homicidio de Francisco Luis Correa Galeano se registró sobre la medianoche de este viernes. Foto: Gentileza
Asesinan en Colombia al cerebro del crimen del fiscal Marcelo Pecci
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Medios colombianos informaron este viernes que Francisco Luis Correa Galeano, conocido como el cerebro en el plan para matar al agente fiscal paraguayo Marcelo Pecci, fue asesinado tras una riña mantenida con otro recluso en la cárcel La Picota, localizada en la cuidad de Bogotá. De acuerdo a las informaciones preliminares, el crimen aconteció en la celda 25 y fue concretado con un arma blanca.
Según los directivos del centro penitenciario, el homicidio se registró sobre la medianoche. Correa Galeanoguardaba reclusión en la penitenciaría de máxima seguridad tras recibir en mayo del año pasado una pena de 78 meses, es decir 6 años y 6 meses por los delitos de portación ilegal de armas en concurso con amenaza a funcionarios.
El criminal fue encontrado sin signos vitales por los encargados de la seguridad, médicos y enfermeros de turno. Su cuerpo estaba tendido en el piso de la celda con lago hemático alrededor de su cuerpo y varias heridas. El agresor fue identificado como Samuel Zuleta Márquez, miembro de la estructura paramilitar conocida como los Paisa.
La condena de Correa Galeano se dio luego de que un juez aceptara el preacuerdo al que llegó el criminal con la Fiscalía General de Colombia, en el que se comprometió a dar detalles entorno al crimen del fiscal de la Unidad Especializada de Lucha contra el Crimen Organizado y los demás involucrados.
“Ya se dirigen hasta el lugar de los hechos tanto la Policía Nacional y la Fiscalía para determinar qué fue lo que ocurrió en ese centro de reclusión. La información que tenemos es que fue una riña con otra persona privada de libertad. La Picota es una de las cárceles con más alta seguridad donde se encuentran diferentes clases de criminales como los guerrilleros, paramilitares. Correa Galeano estaba recluido en este penal hace aproximadamente un año y medio o dos”, sostuvo Juan Esteban Quintero, periodista colombiano en una entrevista con el programa “Arriba hoy” de canal GEN y Universo 970 AM/Nación Media.
El comunicador acotó: “Estaba en pie una especie de preacuerdo entre Correa Galeano y la Fiscalía General. De momento no se conoce si él ya habría entregado otra información o nuevos nombres dentro del caso. Este nuevo preacuerdo implicaba la reducción de la pena ya obtenida, el de 6 años, pero todo dependía de que la información que entregue sea relevante”.
No obedecería a una quema de archivo
Por otra parte, dijo que el asesinato de Correa Galeano no obedecería a una quema de archivo, sino de que se trataría de un hecho aislado. “Esto es la información preliminar, pero podría cambiar con el paso de las horas, pero todo se habría dado por una riña”, dijo.
Por su parte, el también periodista colombiano Felipe García indicó que la seguridad en las cárceles de Colombia se encuentra en la “cuerda floja” a raíz del ingreso ilegal de armas, teléfonos, drogas, entre otros elementos. “El principal problema en nuestro país es el hacinamiento. Lo digo de manera personal, este hombre no estaba protegido. Fue el mismo Zuleta Márquez quien contó que tuvo una riña con Correa Galeano, aparentemente es un caso de intolerancia”, mencionó a la 1080.
El hombre fue identificado como Alcidio Obregón Benítez, de 34 años; el mismo cuenta con dos órdenes de captura pendientes y antecedentes penales por hurto agravado. Foto: Gentileza
Imputan a segundo presunto involucrado en el asesinato de comerciante en Misiones
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Durante un operativo realizado en el barrio San Francisco del distrito Doctor Juan Eulogio Estigarribia, ex Campo 9, en el Departamento de Caaguazú, fue detenido un hombre que estaría involucrado en el asesinato del comerciante Juan de Dios Ayala, reportado el pasado miércoles 9 en la ciudad de San Ignacio Guazú, en Misiones.
El hombre fue identificado como Alcidio Obregón Benítez, de 34 añkos; el mismo cuenta con dos órdenes de captura pendientes y antecedentes penales por hurto agravado. El fiscal de la causa, Édgar Ortiz, confirmó la imputación del mismo por el homicidio del empresario.
“Ayer fuimos informados por la policía de la detención de este hombre en Caaguazú. Aún no podemos divulgar mayores informaciones respecto al proceso y el avance de la investigación. Hasta el momento existen dos personas detenidas e imputadas, una de ellas una adolescente de 15 años”, comentó el fiscal Ortiz.
El mismo especificó que no puede descartar que más personas sean imputadas en torno al caso, ya que el crimen continúa siendo investigado por las autoridades locales, puesto que es necesario aún aclarar varios puntos en torno al hecho.
En cuanto a si el asesinato se habría tratado de un intento de robo teniendo en cuenta que el vehículo del fallecido fue encontrado a varios metros de la vivienda, el representante del Ministerio Público comentó que la hipótesis principal es que no se trató de un intento de robo, sino que el vehículo fue utilizado para la huida de los autores, quienes finalmente decidieron abandonar la camioneta en marcha.
Juan de Dios Ayala Almirón, de 68 años, más conocido como Sureño, quien era propietario de un supermercado en San Ignacio Guazú fue encontrado sin vida en el interior de una vivienda ubicada en la compañía Arroyo Karē del distrito de Santa María, departamento de Misiones. Su cuerpo presentaba un impacto de bala a la altura del cuello.
Era la mañana del 12 de abril de 1877, el joven presidente de la República del Paraguay, Juan Bautista Gill, que entonces tenía 37 años, estaba realizando su tradicional caminata por la entonces calle Villarrica, hoy Presidente Franco. Al alcanzar el cruce con Independencia Nacional, lo aguardaban los conspiradores que le dispararon con una escopeta a la altura del estómago, causándole la muerte casi al instante.
Semanas atrás, en una edición de Paraguay en la Historia, hablamos del magnicidio en la era democrática, el asesinato del vicepresidente Luis María Argaña. Pero este episodio no fue el único magnicidio en toda la historia del país, ya que en la post guerra contra la Triple Alianza se dio un episodio similar cuando fue asesinado el presidente de la República, Juan Bautista Gill, a la luz del día y en pleno microcentro de Asunción. Te contamos este negro episodio de la historia.
La Nación/Nación Media conversó con el historiador contemporáneo Claudio Velázquez, quien comenzó explicando el contexto socio-político que vivía Paraguay en la post guerra de la Triple Alianza. Señaló que Juan Bautista Gil asumió la presidencia de la República en noviembre de 1874, en reemplazo a Salvador Jovellanos.
El historiador Claudio Velázquez señaló que Juan Bautista Gill, llegó a la presidencia y se mantuvo en el poder gracias al favor del ejército brasileño que ocupaba Asunción. Foto: Archivo
Favorecido por los brasileños
Durante la post guerra, Gill supo ganarse el favor del Ejército brasileño, que en aquel tiempo ocupaba Asunción. “Para tener una idea de la fuerza que ejercía el Ejército brasileño, había más de 2.000 a 2.500 brasileños que formaban parte del ejército de la post guerra, mientras que el ejército paraguayo, la fuerza de policía le daba con suerte a 700 efectivos, eran muchísimos más brasileros. Gill supo ganarse la causa brasilera y era cuestión de tiempo nada más para que asumiera la Presidencia”, explicó.
Previamente, fue ministro de Hacienda con algunos polémicos cuestionamientos por el despilfarro de los dos grandes empréstitos que hizo Paraguay en el periodo de post guerra. Aun así, asumió el Gobierno, en gran mayoría gracias al favor de los brasileros.
En ese proceso de ser ministro de Hacienda, luego presidente, habiendo ganado el favor de los brasileros, Juan Bautista Gill fue un personaje que en ese camino político se ganó de muchos enemigos. Justamente esos adversarios políticos fueron los que tramaron el primer magnicidio en el Paraguay.
“Gran parte de ese crimen se debe a que, para abril de 1877, ya no estaban las fuerzas de ocupación brasilera en Asunción. Gill ya no tenía protectores que pudieran tutelarle, entonces, esa situación es plenamente aprovechada por sus adversarios para asesinarlo”, precisó.
Juan Bautista Gill, fue presidente de la República del Paraguay desde noviembre de 1874, en reemplazo de Salvador Jovellanos, y hasta su muerte el 12 de abril de 1877, falleciendo con solo 37 años. Foto: Archivo
Mentores y autores del crimen
El historiador señaló que uno de los principales adversarios políticos fue Juan Silvano Godoy, un intelectual del Derecho, político y autor paraguayo. Él fue quien organizó y planificó el asesinato de Gill con ayuda de su hermano Nicanor, Matías Goyburú y José Dolores Molas, el legendario “Pai-Loló”, de la pasada guerra.
“El presidente Juan B. Gill realizaba su caminata tradicional, sobre la calle Villarrica, que hoy se conoce como Pte. Franco. Una cuadra antes de su intercepción con Independencia Nacional, curiosamente la esposa de su vicepresidente Higinio Uriarte, quien era su primo a la vez, lo ve desde una ventana y le advierte que existen rumores sobre una conspiración en la cual pretendían asesinarlo”, comentó.
Gill, en su carácter soberbio, le dijo que no se preocupara que estaba bien cuidado. Pero una cuadra después, llegando a la citada intersección, estaban sus asesinos esperándolo José Dolores Molas y Nicanor Godoy, hermano de Juan Silvano Godoy. El historiador señaló que, de acuerdo a los comentarios, ante la falta de proyectiles usaron las patas de un soporte de ollas.
Indicó que Gill estaba acompañado de dos edecanes (oficiales de alta graduación que eran sus escoltas), quienes también resultaron heridos. A partir de ahí inició una huida de los asesinos de Gill, porque rápidamente reaccionó la Policía ante este magnicidio.
Tras el asesinato del presidente Gill, también ese mismo día fue asesinado su hermano Emilio Gill, quien posterior a su muerte se le desmembró las orejas como prueba de que se cumplió con el encargo.
Entre las principales obras de gobierno de Gill se destaca la firma del Tratado de limite, paz, comercio Machaín-Irigoye, con la Argentina. Foto: Archivo
Proceso judicial
Velázquez señaló que tras el crimen se abrió un proceso contra sus asesinos, tanto Juan Silvano Godoy y su hermano Nicanor quedaron impunes debido a que logran huir, cruzando el río Paraná e instalándose en Corrientes. “Sí se abrieron algunos procesos contra José Dolores Molas, y otros personajes. Algunos injustamente fueron endilgados de culpables en este proceso, uno de ellos fue Facundo Machaín”, precisó.
Respecto a este último, el historiador explicó que existían algunas versiones políticas en contra de Facundo Machaín, a raíz de que fue una eminente figura política, y adversarios suyos como Bernardino Caballero y Patricio Escobar no podían verlo prosperar políticamente.
“No encontraron mejor solución para terminar la brillante defensa que ejercía Facundo Machaín en los juicios, que hacer una supuesta intentona de fuga masiva de la cárcel pública que estaba ubicada al lado de la Catedral Metropolitana. La Policía reaccionó y en ese incidente se aprovecha para acabar con la vida de Facundo Machaín, José Dolores Molas y otros a los cuales se les atribuía haber participado del magnicidio de Gill y de esa forma terminó un poco ese proceso del primer magnicidio en la historia paraguaya”, relató.
Finalmente, señaló que, durante los casi 2 años y medio de mandato, Juan Bautista Gil se destaca como obras de gobierno la firma del Tratado de límites, paz, comercio y navegación con la Argentina, firmados por Facundo Machaín y Bernardo de Irigoyen, en la cual se definían los límites fronterizos con el vecino país, posterior a la guerra de la Triple Alianza.
“Durante su gobierno se implementa el código civil argentino, que fue un cuerpo legislativo fundamental para organizar a la sociedad paraguaya. En lo económico, tomó medidas como el estanco del Tabaco, de tal manera existan ciertas recaudaciones para el Estado paraguayo que en aquellos tiempos estaban por el piso”, concluyó.
Llegó el futuro: implante cerebral convierte pensamientos en habla
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París, Francia. AFP.
Un implante cerebral que utiliza inteligencia artificial logró convertir casi simultáneamente en habla los pensamientos de una mujer paralizada, indicaron investigadores estadounidenses. Aunque hasta ahora solo se ha probado en una persona, este nuevo logro con un implante que conecta ondas cerebrales a un ordenador generó esperanzas de que otras personas que han perdido por completo la capacidad de comunicarse puedan recuperar su voz.
El equipo de investigadores, basado en California, había utilizado previamente una interfaz cerebro-ordenador (BCI, por sus siglas en inglés) para decodificar los pensamientos de Ann, una mujer de 47 años con cuadriplejía, y traducirlos en habla. Sin embargo, había un retraso de ocho segundos entre la generación de pensamientos y la producción del habla leída en voz alta por una computadora.
Esto significaba que mantener una conversación fluida estaba fuera del alcance para Ann, una profesora de matemáticas de secundaria que no ha podido hablar desde que sufrió un accidente cerebrovascular hace 18 años. Pero el nuevo modelo del equipo, presentado en la revista Nature Neuroscience, transformó los pensamientos de Ann en una versión de lo que era su voz con apenas un retraso de 80 milisegundos.
“Nuestro nuevo enfoque en tiempo real convierte las señales cerebrales en su voz personalizada casi inmediatamente, en menos de un segundo desde que intenta hablar”, dijo a AFP el principal autor del estudio, Gopala Anumanchipalli, de la Universidad de California, en Berkeley. Anumanchipalli agregó que la meta final de Ann es convertirse en consejera universitaria. “Aunque todavía estamos lejos de lograr eso para Ann, este avance nos acerca más a mejorar drásticamente la calidad de vida de las personas con parálisis vocal”, indicó.
Durante la investigación Ann podía ver oraciones en una pantalla —del tipo “Entonces me amas”— que ella pronunciaba para sí misma en su mente. Estas señales cerebrales eran rápidamente convertidas en su voz, que los investigadores reconstruyeron a partir de grabaciones previas a su lesión. Ann estaba “muy emocionada al escuchar su voz, y reportó una sensación de corporalidad”, dijo Anumanchipalli.
El modelo utiliza un algoritmo basado en una técnica de inteligencia artificial (IA) llamada aprendizaje profundo, que fue entrenado previamente a partir de miles de frases que Ann intentó pronunciar silenciosamente. El modelo no es totalmente exacto, y el vocabulario es limitado por el momento a 1.024 palabras. Patrick Degenaar, experto en neuroprótesis de la Universidad de Newcastle en Reino Unido, quien no participó en el estudio, destacó que esta investigación es una “prueba muy temprana” de la efectividad del método. Aun así, es “genial”, comentó.
Degenaar señaló que este sistema utiliza una serie de electrodos que no penetran en el cerebro, a diferencia del BCI usado por la empresa Neuralink de Elon Musk. El método para instalar estos electrodos es relativamente común en hospitales donde se diagnostica la epilepsia, lo que significa que esta tecnología podría implementarse fácilmente a gran escala, añadió.
Freddy Krueger, Peaky Blinders, El Cuartel de la Feas: las mafias narco en Ecuador
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Guayaquil, Ecuador. AFP.
Disputas a muerte y frágiles alianzas. Una explosión de bandas de curiosos nombres componen el nuevo mapa del crimen en Ecuador, un país acorralado por las mafias y ante el desafío de elegir a un presidente capaz de doblegarlas. Los Freddy Krueger provocan pesadillas en las calles, los sofisticados Peaky Blinders se disputan el dominio del golfo de Guayaquil y El Cuartel de la Feas controla las prisiones. Estos se suman a los ya famosos Choneros, Lobos y Tiguerones.
La misma violencia cambia de nombre cada tanto debido a una atomización de los grupos armados y a un cóctel perfecto que allanó el terreno de la guerra: puertos estratégicos para la salida de droga, vecindad con Colombia y Perú -los mayores productores de cocaína-, una economía dolarizada y entidades corruptas.
Y en el medio, la gente. Una comerciante extorsionada recuerda el día en que explotó una bomba en su restaurante en Guayaquil, capital económica y del crimen del país. “Decían que eran de la mafia, pedían 15.000 dólares para no matarnos”, cuenta a la AFP la mujer que mantiene su identidad bajo reserva.
Los tentáculos de las organizaciones no conocen fronteras. Se engendran en la costa del Pacífico con apoyo de carteles de México y Colombia, así como de la mafia albanesa. Luego cruzan la cordillera andina hasta ciudades como Quito, Ambato o la minera Ponce Enríquez (sur ecuatoriano), según expertos. La seguridad está en el centro de las campañas presidenciales de cara al balotaje del domingo que enfrenta al mandatario Daniel Noboa y la candidata izquierdista Luisa González.
En enero y febrero Ecuador registró un muerto cada hora, según cifras del ministerio del Interior. Es el inicio de año más sangriento desde que se tiene registros. “La guerra es por territorio. Ya no hay cabezas conocidas como antes, cada quien quiere su independencia”, señala bajo reserva el cabecilla de una agrupación.
Esta fragmentación dificulta el control de las bandas por parte de las autoridades. “Vemos una asociación de pequeños grupos y menos rígidos. Esto ya pasó en la Colombia de los 1990 tras la muerte de Pablo Escobar”, sostiene la experta en seguridad Carla Álvarez.
Las jerarquías empezaron a romperse en 2018, cuando se dividió una de las mayores organizaciones. La muerte en 2020 del líder de los Choneros, Jorge Luis Zambrano, alias Rasquiña, ahondó las pugnas. En Quito, Marianela recibe amenazas e intentos de extorsión por WhatsApp. “Los bloqueo”, dice bajo reserva esta empleada de un restaurante.
La angustia se instaló en el convulso barrio Martha Bucaram de la capital, donde policías y militares suelen realizar operativos en busca de armas y droga. “Acá a la vuelta hubo como dos muertos” durante una balacera, recuerda. Apenas suenan los disparos, los negocios cierran.
De los 1.300 barrios de Quito, unos 100 son considerados conflictivos. Para las mafias, la ciudad es “un mercado de consumo de drogas, como sucede en diferentes capitales latinoamericanas”, explica Carolina Andrade, secretaria de Seguridad municipal. Quito, enclavada en los Andes, también se percibe “como un espacio seguro para venir a esconderse”, pues no tiene el mismo control policial o militar de la costa.
Renato Rivera, del Observatorio Ecuatoriano de Crimen Organizado, explica que los grupos tienen ciertas especialidades. El Cuartel de las Feas, por ejemplo, opera en las prisiones con extorsiones y microtráfico. Esta banda desató enfrentamientos entre los reos por la alimentación. El preso que no pagaba la “vacuna” (extorsión), no comía, comenta. Y en el puerto de Guayaquil, los Peaky Blinders, Choneros y Tiguerones chocan por las rutas de la droga, a veces camuflada en contenedores de banano o camarón.
Fusiones
En Quito pequeñas pandillas buscan entrar a “organizaciones más grandes para tener mayor presencia, mayor legitimidad y mayor control” territorial, señala Andrade. En la cima de la pirámide criminal de la capital están los Lobos y Latin Kings. Las mafias “han ido ganando espacio, es complejo combatirlas”, admite el comandante policial de Guayaquil, Pablo Dávila.
“Los ruidos de las balas no nos dejan dormir”, dice una líder de un empobrecido barrio guayaquileño, donde solo en una tarde mataron a 22 personas. El presidente Daniel Noboa aplicó una política de mano dura contra las bandas que logró bajar el índice de homicidios de 47 por cada 100.000 habitantes en 2023 a 38 en 2024.
Pese a la caída, el centro de estudios Insight Crime sostiene que esta última tasa es la más alta de América Latina y “enmascaró” un año de violencia persistente. “La intervención militar obligó a los grupos criminales a transformarse en lugar de desaparecer”, señaló.