La situación de la oposición es bastante preocupante, de acuerdo al analista y sociólogo José Fernando Duarte. En una entrevista para La Nación/Nación Media, el profesional realizó un análisis del comportamiento y las acciones del sector opositor en el transcurso de este año, en el campo legislativo, político y social.
“En este momento, en la actual coyuntura, la oposición vive un estado de completa fragmentación, no es una entidad política, no tiene un vocero, ni un elemento aglutinante, más bien hay opositores y no oposición, y creo que se desarrolla en un terreno meramente testimonial”, indicó Duarte.
En este contexto, mencionó que “no se avizora un planteo de proyecto nacional alternativo, una agenda política que realmente proponga alternativas o realice críticas que ofrezca a la ciudadanía un escenario en el cual se pueda visualizar otro proyecto de país que está implementando y llevando adelante el Gobierno, que son políticas de Estado que vienen consolidándose desde el 2003 en adelante”.
Esto también se puede observar en la agenda que lleva adelante el sector de la oposición, en sus posturas contrarias a los proyectos y planteamientos del Poder Ejecutivo y del Gobierno. Sin embargo, no lograron instalar ningún tipo de reacción en la ciudadanía.
“Este año ha habido cuestiones impulsadas por la oposición, todas sus agendas son agendas que no lograron entusiasmar, ni movilizar ningún tipo de acompañamiento, desde la propuesta de la ley de la ONG, y otros temas que ellos llevaron adelante no concitaron el apoyo, ni el apoyo ciudadano y hay una gran orfandad a la hora de representar una agenda que sea movilizante y convocante”, opinó Duarte.
Una disidencia en situación similar
El sociólogo también se refirió a la disidencia del Partido Colorado, que se encuentra en similar situación que la oposición. “Con la disidencia o la oposición colorada, me parece que la disidencia colorada se encuentra en espejo con la oposición política, porque es un espacio hoy sin un liderazgo claro, con individualidades que no tienen un proyecto tampoco común y que aglutina su acción política en un vago sentimiento anticartista”, refirió.
De la misma manera, la disidencia no tiene un contenido programático, ni propuesta de desarrollo, más que formulaciones vagas de principios que nunca definen su contenido. “Es un espacio donde hay varios líderes que hoy no tienen un proyecto común, ni tampoco están agrupados, en base ni siquiera a un movimiento político, porque tenés Fuerza Republicana, Colorado Añetete, el movimiento de Lilian Samaniego”, fueron sus expresiones sobre la disidencia.
Un Gobierno fuerte
Mientras tanto, hay un Gobierno muy sólido en su línea, en sus políticas públicas, en la agenda que está llevando adelante, de acuerdo a Duarte, paralelamente a la situación que se encuentran la oposición y la disidencia, que está cumpliendo en este momento un papel irrelevante.
“La oposición hoy, y debo decir esto incluso con preocupación, cumple un papel de total irrelevancia porque finalmente un sistema democrático, la pluralidad política, esa representación de la pluralidad social es fundamental, no cumple esa misión y esa tarea por el estado de crisis, fragmentación y ausencia de líderes que sea la cara visible de la oposición”, expresó.
Agregó que esta es una señal de que el Gobierno, además de estar fuerte, avanza hacia la ejecución e implementación de sus políticas públicas más importantes, a pesar de los cuestionamientos y posturas contrarias de la oposición.
“Se da propuestas contrarias al Ejecutivo, pero que no tienen capacidad para formar bloques para bloquear las políticas que el Ejecutivo impulsa y mucho menos para que esas críticas o esas impugnaciones trasciendan el recinto parlamentario y se vuelvan sentido común o discursos de la ciudadanía, o la percepción de la ciudadanía en general”, sentenció.