- Por Lourdes Torres - Periodista - lourdes.torres@nacionmedia.com
En estos casi 15 meses de gobierno, encabezado por el presidente Santiago Peña, se ha podido observar una verdadera revolución en lo que respecta a la titulación de tierras de comunidades indígenas y campesinas, logrando incluso un récord histórico tanto en la entrega de títulos como en la recaudación por el pago por los lotes en el marco de la Reforma Agraria. Este llamativo aumento de titulación y recaudación ha sido una muestra clara de que la institución va recuperando la confianza del campesinado.
Para comprender este fenómeno, el diario La Nación/Nación Media conversó con el presidente del Instituto Nacional de Desarrollo Rural y de la Tierra (Indert), Francisco Ruiz Díaz, quien explicó los motivos, que, por un lado, llevaron a la institución tener problemas para la titulación por años; y, por otra parte, que haya tenido un sustancial cambio desde que asumió el cargo.
Ruiz Díaz explicó que el problema comenzó cuando la Corte Suprema de Justicia estableció un mecanismo que permitió brindar seguridad jurídica a la hora de titular las tierras. Indicó que, a finales de los años 1990, el Indert, antes llamado Instituto de Bienestar Rural (IBR), quedó estancado en el tiempo, ante la imposibilidad de establecer un mecanismo que permita aplicar correctamente la Acordada de la CSJ n.° 84/1998.
Refirió que este problema fue subsanado con la administración actual mediante el Método de Barrido Predial Masivo, que permitió a comunidades enteras acceder a sus títulos, incluso luego de más de 30 años de espera. Como ejemplo señaló a la comunidad “Virgen del Camino” de Arroyito, del departamento de Concepción, que, luego de 33 años de espera, a fines de 2023 fueron una de las primeras comunidades en recibir sus títulos de propiedad; o como la de Guahory, de Yhu, en el departamento de Caaguazú, que logró su titulación tras 37 años de espera.
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Mayor seguridad y ordenamiento
El titular del Indert explicó que esa Acordada de la CSJ n.° 84/1998 significó un cambio importante en el sistema de titulación porque dotaba de mayor seguridad a la hora de inscripción de los inmuebles; sobre todo en aquellos del sector rural.
“Este documento establecía que el propietario del inmueble que buscaba el loteamiento necesitaba contar con el plano de la totalidad de los lotes. Luego, señalar uno por uno cuáles ya estaban transferidos y cuáles faltaban. Este requisito se estableció para que la Corte sepa en detalle qué es lo que ocurrió dentro de ese inmueble en la distribución de los loteamientos. A fin de evitar la doble titulación, o incluso que se estén titulando inmuebles que están por fuera de la colonia; como era lo que ocurría anteriormente”, detallo.
Mencionó que muchas veces se buscó atacar a la Acordada de 1.998, pero resaltó que este documento vino a ordenar el proceso de titulación. “Nosotros no atacamos a la acordada, al contrario, la valoramos mucho y queremos que se mantenga. Durante todo este tiempo se hizo un desastre la gente superponía, titulaba en otro lugar. Entonces, por qué se hizo esto, para dotar de seguridad jurídica a la propiedad privada. Esto es muy importante porque hoy ya somos un país con grado de inversión y debemos ser serios en materia de seguridad jurídica”, remarcó.
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Estancado en el tiempo
Ruiz Díaz dijo que previo a la Acordada de la Corte, el IBR (Instituto de Bienestar Rural) otorgaba unos 2.000 títulos por año. Pero, cuando surgió este mecanismo se generó un problema porque no podían resolver; es decir, cómo titular los loteamientos sobrantes de inmuebles más grandes que fueron loteados parcialmente. Indicó que en este punto es donde el Indert quedó estancado en el tiempo porque no supo cómo hacer ese levantamiento de datos.
Señaló que la administración actual decidió aplicar el Método de Barrido Predial Masivo, que ha permitido relevar los datos de manera más fácil y ágil, que permite hoy en día marcar la diferencia con los años anteriores. Indicó que este método se usó en Colombia, Perú y Brasil para regularizar la tierra en los asentamientos irregulares.
“Previo a la acordada, el IBR emitía unos 2.000 títulos al año. Mientras que el promedio de titulación del Indert en los últimos 10 años apenas llegaba a 900 títulos por año. Hoy, bajo el gobierno de Peña, el Indert entregó en su primer año de mandato, que se cumplió en agosto pasado, un total de 6.502 títulos, superando incluso el promedio anual de títulos entregados en los últimos 35 años”, puntualizó.
Respecto al método, el titular de la institución estatal señaló que consiste, en preparar el plano general de una colonia; un equipo del Indert revisa la cantidad de inmuebles que ya fueron transferido dentro de esa colonia, con la superficie, hace la resta y determina cuánto es lo que falta titular, y sobre eso se trabaja.
Trabajar con la oferta
Otro punto importante, que señaló Ruiz Díaz es que la titulación ahora lo hacen por oferta; cuando antes se hacía por demanda. Explicó que el campesino ya no tiene que estar recorriendo instituciones para gestionar su documento; sino que ahora es el Indert el que llega a la comunidad con los equipos de barrido. Se quedan ahí uno o dos meses, realizan todo el relevamiento de datos para luego llevar al Gabinete donde se estudian los casos y se preparan los títulos de propiedad que se envía a Catastro y Registro. Como tercer beneficio que trae por trabajar bajo este esquema de trabajo es que el costo operativo para la gestión del título al campesino le cuesta cero.
“Según un cálculo que realizamos, si una persona, gestionaba bajo método antiguo, que era por demanda, hoy titular le costaría al campesino, unos 6 a 7 millones de guaraníes. Sin embargo, hoy el proceso de titulación, es decir el costo operativo para tener el título de propiedad es cero, en favor del campesinado. Es importante señalar que el campesino al pagar por su lote, ya está incluido el costo operativo para la titulación, en sus cuotas”, comentó.
Mayor recaudación
Explicó que el Indert se sostiene mediante el 40 % de los ingresos por el cobro de las cuotas de los lotes que se transfiere en favor del campesinado, que se financia en 10 años. Mientras que el 60 % proviene de Fuente 10, es decir recursos del Tesoro. No obstante, resaltó que, en este primer año de gobierno, el Indert ha logrado un récord en las recaudaciones, gracias a que el campesino está recuperando la confianza en la institución. Porque ven que se entregan los títulos.
“Cuando asumimos, la morosidad en el Indert era del 80 %, ahora hemos logrado bajar ese nivel que está en el orden del 10 %. Estamos recuperando la confianza del campesino. De hecho, estamos viendo que probablemente este diciembre estaremos cerrando muy por encima del 40 % de crecimiento de los ingresos, con relación al año pasado”, acotó.
Destacó que este año se va a superar el récord histórico, porque lo normal era recaudar alrededor de 30 a 31 mil millones de guaraníes, en promedio por el cobro de los lotes. A pocos días que culmine el mes de diciembre están llegando a 40 mil millones. Además, estiman un 30 a 40 por ciento más de ingresos.
“Para el año que viene, de acuerdo a nuestras proyecciones y de acuerdo a nuestro presupuesto, que ya fue aprobado por el Senado, se estaría recaudando unos 70 mil millones de guaraníes”, precisó. Por último, señaló como factor fundamental, que obstaculizó el proceso de titulación en los años anteriores fue la falta de construcción de relaciones interinstitucional, o trabajo en equipo, como hoy en día lleva adelante el gobierno nacional.
“Nosotros comenzamos a tener mesa única con Catastro y Registro Públicos, que trabajamos juntos en una coordinación casi perfecta, nuestros expedientes ingresan y salen rápido. No tenemos necesidad de enviar notas, trabajamos bajo un convenio. Además de mantenemos reuniones periódicas con autoridades de ambas instituciones, para controlar el progreso. El trabajo y cooperación interinstitucional es clave en este proceso en una mesa única”, concluyó.