“Esto es como una amnistía, más vale tarde que nunca”, dijo el exministro de Relaciones Exteriores, Euclides Acevedo, tras celebrar la firma del acuerdo comercial entre el Mercado Común del Sur (Mercosur) y la Unión Europea (UE). Agregó que, ante esta situación, el gobierno de Santiago Peña deberá potenciar su acercamiento con los sectores productivos con la finalidad de sacar la mayor ventaja en el proceso de exponer y ofertar nuestros productos estrella.
“Este acuerdo hay que saludarlo, pero más que eso, el gobierno y las fuerzas vivas de la producción deben sentarse a analizar cómo administrar las ventajas de este acuerdo. Esto merece que los economistas y expertos en geopolítica cooperen con el gobierno para determinar cuál es el camino más conveniente, porque tenemos dos o tres productos estrella que debemos saber vender”, sostuvo en una entrevista con el programa “Así son las cosas”, emitido por el canal GEN y Universo 970 AM/Nación Media.
La firma del histórico acuerdo se concretó el pasado viernes durante la cumbre del Mercosur en la ciudad de Montevideo, Uruguay, tras 25 años de negociaciones. Ahora el documento deberá ser ratificado por el Parlamento Europeo y también por los congresos de los cuatro países del Mercosur: Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay, además de Bolivia para su entrada en vigencia.
“Esto nos permitirá ingresar a un nuevo escenario, y para ello nuestra cooperación debe ser planificada, estratégicamente diseñada y seguida. Este es el momento de que nuestros embajadores en Europa estén muy atentos a las señales de la cancillería, que a su vez debe estar conectada con el aparato productivo; de lo contrario, los viajes internacionales no nos servirán para nada”, manifestó.
Asimismo, Acevedo acotó: “Este es un acuerdo que fue diseñado hace más de 20 años y que buscaba justamente el intercambio de bloque con bloque, pero particularmente, la oposición de Francia en los últimos tiempos lo impidió”.
El analista político siguió argumentando que: “Ahora parece ser que, habiéndose superado ese obstáculo, permite una especie de oxigenación para el Mercosur ante una Unión Europea debilitada por los desequilibrios políticos y, sobre todo, por una situación geopolítica sumamente incómoda que supone la guerra entre Rusia y Ucrania y, por otra parte, la pandemia de la inmigración. Si se cree que los europeos son cariñosos con nosotros, para nada. Ellos también se oxigenan con este acuerdo en el sentido de tener un mercado que no deja de ser interesante para ellos”.
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