El presidente de la República, Santiago Peña, destacó que la nueva ley que establece el Régimen Nacional de Integridad, Transparencia y Prevención de la Corrupción en Paraguay será de vital importancia para la lucha contra la corrupción en las instituciones públicas del Estado. El mandatario promulgó la ley en un acto realizado en el Palacio de Gobierno.

“En el corazón mismo de la democracia late una verdad que es fundamental, la Justicia no es un ideal abstracto, sino que es el líquido vital que sostiene y nutre y da vida al actuar de la comunidad política, no en vano decía un gran repúblico paraguayo, Juan León Mallorquín hace poco más de 100 años, que la verdadera democracia se consigue solo a base de Justicia y de moral política”, expresó durante su discurso.

Para el presidente, la corrupción es el veneno más corrosivo para el pueblo y el sueño de los paraguayos. “No existe herida más profunda para una nación que la injusticia, ni veneno más corrosivo que la corrupción para el alma de un pueblo. Cada acto de corrupción socaba nuestras instituciones, corroe la esperanza de nuestros jóvenes y desvanece el sueño de nuestros compatriotas”, señaló.

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También destacó que esta lucha contra la corrupción no tiene signos políticos y debe involucrar a todos los sectores. “La verdad es daltónica a los colores, la Justicia y la lucha contra la corrupción van más allá de nuestras banderas políticas, nuestras ideologías o visiones, son exigencias permanentes del bien común, por ello exigen nuestra permanente y activa vigilancia”, apuntó.

Señaló también que existen dos caminos en esta lucha; uno, el más fácil, el de las críticas, de los cuestionamientos, pero sin acciones para erradicar la corrupción en el Estado y sus instituciones.

“Existen dos posibles respuestas contra los males de la injusticia y la corrupción, la primera es esa reacción grandilocuente, el grito al cielo, la sobreactuación que busca de algún titular rimbombante, la golondrina que no hace primavera, esto puede caer simpático en el corto plazo, pero detrás de está todo el ruido, habrá pocas nueces y seguirá el invierno de la corrupción”, cuestionó.

Sin embargo, el Gobierno optó por el camino más difícil, y a pesar de las críticas y los cuestionamientos sigue adelante para plantear y realizar acciones concretas en el marco de la lucha contra la corrupción.

“La otra reacción es tomar el camino más difícil, el apostar la institucionalidad, a las reformas lentas y dolorosas, alcanzar el verdadero cambio cultural. Esta alternativa tiene menos atractivos cortoplacistas, no reditúa electoralmente y otorga menos like en las redes sociales, pero créanme que es la única que vale la pena. Es la única forma de hacer una verdadera primavera, una primavera verdadera en la lucha contra la corrupción”, sentenció.

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