El Ministerio de Tecnologías de la Información y Comunicación (Mitic) tendrá listo para fin de septiembre la segunda etapa del software empleado para Hambre Cero, que permitirá monitorear la entrega de raciones de alimentos. Esta información será de dominio público y se constituirá en una herramienta clave para la Contraloría.

Estamos en una segunda etapa enfocándonos en la ejecución de los contratos de alimentación escolar. Estamos poniendo como eje el control de las raciones entregadas a cada escuela, esto posiblemente lo tengamos listo en la segunda quincena de este mes. El objetivo de la fase dos es que los proveedores puedan decir cuántas raciones entregaron a cada escuela”, detalló el viceministro de Tecnología, Juan Ardissone.

En conversación con “Tarde de perros” de Nación Media, detalló que esta información deberá ser validada por los directores de las instituciones educativas y posteriormente pasará a formar parte de una base de datos que mostrará a la ciudadanía la forma de ejecución del programa. Asimismo, servirá para detectar falencias.

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“Esta plataforma servirá para encontrar posibles problemas de modo a solucionarlos y empezar a tomar decisiones a partir de datos”, añadió Ardissone. Este sistema está preparado para almacenar la información del 100 % de las escuelas a nivel país y la idea es que todos los datos puedan servir a la Contraloría, indicó.

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Primera fase

El Mitic es la institución encargada de desarrollar el Sistema Integral de Alimentación Escolar que engloba a varios softwares, esto de manera que se pueda lograr la interoperabilidad entre estas plataformas y no solo acceder al control o el monitoreo, sino también que se pueda llevar adelante la planificación de las licitaciones.

“En una primera fase que terminamos el 5 de agosto, se dio por concluido todo lo relacionado al monitoreo de parte de los padres con relación a si sus hijos iban a estar comiendo en las escuelas. También generamos el sistema que permite el insumo para las licitaciones. Anteriormente se enviaban papeles de todas las municipalidades para hacer los llamados y el control se hacía a través de grandes planillas Excel, que si bien estaban súper bien formuladas y estaban bien completas, implicaba un control manual”, refirió.

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