A poco de cumplirse 27 meses del crimen del fiscal paraguayo Marcelo Pecci en Colombia, la familia Pecci Albertini pidió avances a los investigadores mediante un comunicado encabezado con “Negligencia, desidia o indolencia”, que fue divulgado este miércoles. “El próximo 10 de agosto se cumplen 2 años y 3 meses del peor acto de asesinato de la historia de un agente fiscal de la historia de la República del Paraguay”, expresa la nota.
El comunicado continúa: “En medio del dolor y con profunda reflexión al interior de la familia, hemos decidido otorgar un voto de confianza a las autoridades del Ministerio Público del Paraguay para que conduzcan acciones tendientes a, si no a resolver, al menos a acopiar pruebas suficientes que puedan significar indicios que puedan acompañar a los hallazgos conseguidos por las autoridades del Poder Judicial colombiano que puedan dar con la determinación de él o los responsables intelectuales del crimen del Dr. Marcelo Pecci acontecido en fecha 10 de mayo de 2022 durante su luna de miel y frente a su esposa embarazada de su hijo, Marcelito, quien se encuentra próximo a cumplir dos años privado criminalmente del derecho a conocer a su padre.”
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“No es una anécdota a la que se hace referencia. Es la relación clara de un hecho que aconteció, que la familia ha sufrido y sigue sufriendo y que, pese al inicial respeto por las autoridades de la Fiscalía General -colegas del compañero caído- esperábamos otorgue el espacio suficiente de tiempo y recursos para dar justicia a quien como mártir ofreció su vida por su institución y su país.” Agrega: “Desde aquel fatídico 10 de mayo de 2022, sabemos que la crueldad no conoce de límites. Sin embargo, ésta es siempre propia de villanos, capos y criminales.”
“Cuando la crueldad es la negligencia, la desidia o -esperemos que así no sea- la indolencia por parte de las autoridades del Ministerio Público nacional, el estrujamiento del alma no conoce de dolor similar. Un dolor que no queremos que ninguna familia paraguaya lo vuelva a soportar. Con forzadas explicaciones de argumentos procesales que caen en una nube de interpretaciones, con el silencio muchas veces desabrido y hasta impertinente de parte de quien otrora fueran compañeros del asesinado fiscal, nuestra familia hasta hoy no encuentra ni una respuesta procesal ni un trato mínimamente humano que pueda otorgar explicaciones sobre lo que se hizo o quizás sobre lo que no se hizo.”
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“¿Cuál sería el motivo que fundamenta esta posición del Ministerio Público? En la hipótesis de que existan elementos contenidos en una investigación protegida por la necesidad del secreto, ¿acaso seríamos los familiares quienes entorpeceríamos esa investigación cuando que lo único que buscamos es la paz que solo otorga la justicia al llegar al conocimiento de la autoría intelectual? ¿Acaso ante una explicación fundamentada sobre la división del trabajo entre las fiscalías paraguaya y colombiana, seríamos nosotros quienes saldríamos a protestar por la ineficacia de las mismas cuando lo que ofrecemos es ayuda desesperada para avanzar en la investigación? Legal procesal y humanamente no comprendemos estas enclenques justificaciones de una institución que parece no estar a la altura del hecho ocurrido.”
“¿Acaso no hay intención real, manifiesta y comunicada a la sociedad -a la que esta institución representa- de esclarecer el hecho dentro del supremo derecho a la verdad que asiste a nosotros, víctimas de este criminal hecho? Veintisiete meses ha sido suficiente tiempo para que el Ministerio Público de la República del Paraguay hoy exprese conclusiones, adelantos o al menos un plan inteligible para que la familia y la comunidad toda pueda comprender que a ellos les importa. Si es que así fuere... Familia Pecci Albertini”.