Esto es un récord histórico no solo para la Secretaría Nacional Antidrogas, para la Dirección Nacional de Ingresos Tributarios o el gobierno, sino para el país”, indicó el ministro Jalil Rachid con relación a los más de 4.000 kilos de cocaína incautada ayer lunes en un contenedor de azúcar en el Puerto Caacupemí.

El operativo denominado Dulzura representa un golpe de aproximadamente 240 millones de dólares al crimen organizado. “Anteriormente este tipo de incautaciones nos enterábamos en los puertos de Europa. Con el trabajo coordinado evitamos filtraciones que se daban anteriormente. Hay una diferencia abismal y es notorio de cómo cambió la investigación de antes y ahora. Hay una Senad de antes y una actual”, afirmó el titular antidrogas.

El funcionario de Estado detalló que actualmente no existen personas detenidas, pero sí mucha información sobre los sospechosos del cargamento y queda en manos de la Fiscalía avanzar en las investigaciones.

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“A partir de este gobierno se cambia la metodología de las investigaciones, el perfilamiento de los trabajos. Hay demasiada información, una gran estructura que ya se encuentra en manos del Ministerio Público. No vamos a quedarnos con la incautación, tenemos que avanzar hacia la estructura, es un trabajo demasiado grande”, remarcó.

Las afirmaciones de Rachid surgen teniendo en cuenta las denuncias que refieren que mediante la nefasta gestión en materia de seguridad durante el gobierno de Mario Abdo Benítez y con Arnaldo Giuzzio al frente de la Senad, el narcotráfico ganó terreno en el Paraguay.

Las acusaciones señalan que se mantuvo una complicidad abierta a través de los nulos controles en puertos y del espacio aéreo, que facilitaron el auge del flagelo en Paraguay y el envío de cargas récord de cocaína a Europa como destino principal.

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Por su parte, el director de Ingresos Tributarios, Óscar Orué, manifestó que la empresa involucrada con la megacarga de cocaína que tenía como destino el puerto de Amberes, Bélgica, ya contaba con indicios de sospechas.

“Se estableció un perfil de riesgo, de mercaderías que son fáciles de contaminar. Teníamos información de que podía haber un caso grande. La carga llegó el viernes al puerto. La empresa hace 15 días o un mes llegó a enviar cargas al extranjero; se verificó en esa oportunidad, pero no se encontró droga en su contenedor. Ellos buscan tratar de persuadir los controles para enviar tranquilamente”, dijo.

Antecedentes

El operativo fue impulsado mediante informaciones obtenidas respecto a la posible salida de una carga importante de droga con destino a Europa, tras esto se empezó a ajustar el control en productos considerados sensibles para mimetizar la mercancía. El control se realizó sobre una carga de 17 toneladas de azúcar, que en gran parte estaba contaminada con cocaína pura.

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